domingo, 26 de febrero de 2012

Mi Calíope (ahora tuya)


Si la miras a los ojos es peor que la muerte

Y te dirá en sueños

Que ella no lo hará

Que te amará. Siempre. Hasta el final

Y tras su sonrisa arden los cuerpos

De anteriores inquilinos de su lecho blanco y rojo;

Salado y deshecho

Que huele a rosas, a semen

Y a vísceras.

Suele cantar por las mañanas

En la ventana

Mientras cambia el aire que asfixia

Y en su voz

La felicidad se quiebra en una nota alta

Se vuelve una canción desgarrada en su boca carmesí

Como las vísceras que devora

La que te atrapa

(irremediablemente)

En el laberinto sin salida conocida

Ni creada.

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