Dejándome llevar,
no echo el ancla
pero intento reposar
las emociones,
no paralizo mi pensamiento
pero me alejo de la tormenta
y busco la quietud.
Atrapando el presente
quiero sentarme,
ni dejarme arrastrar
por la vorágine y locura
de un sistema esquizofrénico.
Lucho,
pero desde la templanza,
contemplándome,
observando y descubriendo
toda la corrupción
de los mensajeros.
Acelero el optimismo,
aplaudo el altruismo,
camino con los manifestantes
contra toda insolidaridad
pero me gustaría lograr
la quietud…
Muy Buena reflexión…….buscando el equilibrio, pero sin dejar de observar o implicarse en lo que ocurre alrededor.
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