
La noche del viernes había sido alterada por los ruidosos vecinos del ático de al lado que son de Lanzarote. Pero se cansaron, o se fueron a la una de la madrugada. Me desperté como en casi todo estos días muy temprano. Como mi amigo no se despertaba desayuné frutita. A las 11 nos fuimos a dar un paseo por el nuevo y hermoso parque cerca de la Plaza del Cristo. A las 13 me volvió a recoger mi amiga. Nos fuimos a comer a San Juan de la Rambla (norte de Tenerife) a una terraza con unas increíbles vista hacia el mar. Pulpos a la g
allega, dos viejitas (¡¡¡pero carísimas....!!!), papas arrugadas y una botella de vino...De allí me fui a saludar a unas amigas de Tacoronte, de cuya casa todavía recuerdo el olor a potaje y a la bodega de su padre....Quedamos con una pareja (matrimonio) a las 21,30 en el Strasse. Fuimos todos muy puntuales, pero tuvimos que abandonar por la mala música y el excesivo volumen. Buscamos otro bar pero era muy difícil debido a los nuevos gustos...Al final nos sentamos por una calle paralela y allí estuvimos hablando muy agradablemente y bebiendo cerveza hasta las 12,30.

Bienvenidas, nuevamnete, tus crónicas, Juan. Y no olvides, cuando te "veamos menos", que las necesitamos para saber "qué es de tí" y "en qué andas metido".
ResponderEliminar¡¡Menuda vida!! Pues sí, no olvides expresarte, Juan, con tus crónicas.
ResponderEliminarPor momentos me vi compartiendo lo mismo que tú, Juan.
ResponderEliminarA veces la crónica me ha parecido tener un aire nostálgico y bohemio…y me gusta.