Director: Spike Jonze
USA. 2009
Arriesgarse a adaptar un cuento infantil escrito a principio de los años sesenta de apenas 10 páginas y hacer de él un largometraje está al alcance de muy pocos. Echando un rápido vistazo a la filmografía de Spike Jonze (“Cómo ser John Malkovich” y “El ladrón de orquídeas”), el desafío argumental y enrevesado es su fuerte, sin olvidar que durante muchos años ha facturado los mejores videoclips de su unión con REM, Beasty Boys o Bjork, poniendo imagen al particular imaginario de la pequeña obra de arte que es la islandesa (el dvd “Volumen” del año 2002 es una joya del género). Me acerqué a esta película con estas premisas.
“Cuenta el viaje al mundo de los monstruos de Max: un niño que se siente ninguneado por su hermana y olvidado por su madre. Max se comporta como un “salvaje”; no acepta las reglas en casa y una noche antes de cenar se escapa de casa en una pequeña barca”.
La historia reivindica la infancia; la necesidad de comportarse como un niño ácrata pero también la de la transición a un mundo de responsabilidades. Max, con su inagotable e ilimitada imaginación, es erigido Rey en el mundo de los monstruos; imponentes criaturas bonachonas que sólo le exigen a su nuevo monarca que les traiga la felicidad perdida. Para ello Max les hace jugar, construir una fortaleza, luchar con terrones de tierra… hasta que las responsabilidades de gobernar el reino superan al monarca.
Spike Jonze realiza una película para niños (la extensión de los tiempos de juego y algunos diálogos lo confirman) pero también regala al espectador adulto una preciosa fábula con niño inadaptado e imaginativo y seres inocentes a los que también les cuesta crecer.
La animación para niños es un filón para las grandes productoras; Disney y su unión con Pixar han llevado a cabo obras maestras del género en las que muchas veces se han olvidado de la mirada infantil (una de mis favoritas, “Los Increíbles” está llena de guiños al cine añejo de superhéroes y superagentes), y el fenómeno Shrek gusta tanto a críos como a padres que hacen cola en el puesto de las roscas. Spike Jonze se empeña en ser distinto hasta en esto. Su historia estéticamente es fea; enclavada en un bosque cercado por enormes dunas, habitado por una cabra, un enorme y sucio gallo, una suerte de gato rayado de “Alicia en el país de las maravillas”, una rinoceronte con mala follá… pero atrapa desde el principio con ese sano tufillo a cine independiente de cámara al hombro (Max corriendo por los pasillos de la casa asustando a su perro) y deja un regusto a “cine bien hecho”.
2 comentarios:
Se parece mucho a otras películas de niños con viajes a otros mundos, donde parece que hay que ser otra cosa para ser algo. No sé, yo lo veo así. Desde luego, está para torrent, así que seguro la bajaré para echarle un vistazo.
Tomo nota. Estas navidades hay unos cuantos estrenos prometedores. Por lo pronto voy a ver donde dan Avatar en 3D que me han comentado que es todo un espectáculo visual que no hay que perderse.
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