Cuando nos asentamos en esta tierra, debido a las penurias, a los malos augurios y al negro panorama que se abría ante nosotros, decidimos bautizarla como
Nueva Esperanza. Con el paso del tiempo, fuimos prosperando y nos acomodamos a ella, por eso decidimos llamarla simplemente
Esperanza. Pero ahora, que lo hemos conseguido todo y no hay nada por lo que luchar, hemos decidido llamarla
Desesperanza.
2 comentarios:
Si, son tres palabras que definen TRES ESTADOS DE ÁNIMOS, muy diferentes y opuestos...
Muy bueno el relatito...
Sí, señor, y añadir una palabra más en estas líneas sería absurdo. Muy, muy bueno, Sr. Ramírez, en la línea de los grandes aforismos.
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