Vicente Lorenzo
Mi pequeña rosa de los vientos,
de los mares, de las lejanas montañas,
y de todo el universo resplandeciente
¿qué te hizo merecer semejantes espinas?
¿Acaso tu belleza escarlata,
Reclamo para las más viles alimañas?
¿qué las hizo, pues, emerger de tus entrañas
como inevitablemente emerge el sol naciente?
El mundo nunca se arrepentirá lo suficiente
de haber derramado tus lágrimas,
savia ahora que alimenta tu cuerpo sufriente,
como el tormento a las más oscuras ánimas.
Tengo frío, abrázame entre tus pétalos,
aquellos que el mundo rechaza
porque no puede soportar el brillo de la inocencia
de la que carece.
Yo no poseo corazón, sino una cueva lúgubre y fría,
en la que me da mucho miedo adentrarme
sin la luz de un pétalo desprendido de ti,
mi pequeña rosa.
2 comentarios:
Que bonita. Me gusta y me llama mucho la atención el estilo que tienes al escribir...
Ay, el principito protegiendo su rosa en una “vitrina de crista”………….El sentido de la vida..El amor ,la amistad………….Muy buenas Vicente…..
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