sábado, 21 de enero de 2012

Cosas mías...y de mi falta de tiempo.

Hace semanas que gozo de tiempo poco libre. Estoy al día del mundo que me rodea gracias al telediario de la 2 al final del día y de los distintos emails del amigo Juan, siempre al filo de la noticia; acompañado siempre de alguna viñeta que retrata mejor la insensatez que vivimos, que cualquier noticiario tendencioso. Ese poco tiempo libre que tengo lo lleno con alguna serie o alguna película de las que dormitan en mi disco duro; repleto de gigas dispuestos a ser visionados. Entre esas películas que he visto, pocas y olvidables la mayoría, quiero destacar la española “18 comidas”, que pasó por las salas y la dvd sin levantar polvo alguno. Gracias que soy un curioso y avispado cazador de enlaces en las web (mierda, cierran megaupload) y no la pasé por alto. Si no existía el cine gallego, acaba de ser inventado con esta obra. Es una película coral, con muchos y muy muy buenos actores del cine español, lenta en su desarrollo debido a que son situaciones y conversaciones que giran en torno a una mesa, y que retratan, en algunas con más acierto que en otras, el día de a día de cualquier persona que habita este mundo que se va al garete. Gentes que se enamoran, y que se desenamoran; que mienten u ocultan lo que no se les pregunta; que esperan y desesperan; que vagan en soledad para encontrarse con amigos; que aman a otra persona pero se aman más a sí mismo; que simplemente comen en silencio porque no tienen nada que contarse. Gente, gente, gente…que cantaba Pedro Guerra, que habitan este mundo y que se sientan a desayunar con sus miserias, almuerzan con sus alegrías y cenan con sus temores a que amanezca.



Y siguiendo con la comida; anoche me topé en la tele con una de esas películas que sólo se pueden ver en la 2. Siempre digo que me pueden quitar el resto de canales: los grandes hermanos, los debates, los diarios de Mercedes Milá, los tú sí que vales y todas esas pollabobadas que llenan horas y generan cantidades ingentes de dinero y de ignorantes…pero que no me toquen la 2. La película-documental en cuestión se titula “El pollo, el pescado y el cangrejo real” y retrata, de una forma muy original y cinéfila; casi con estilo de thriller que incluye creación, investigación desarrollo y suspense, el día a día creativo de un cocinero español y su equipo que afrontan el Bocuse D'Or, el premio gastronómico más prestigioso del mundo que se celebra cada dos años en Lyon, Francia. De primeras parece que es un rollo muy esnob, pero a medida que te metes en la película, se crea una extraña empatía con Jesús Almagro- el cocinero- y te va arrastrando hacia la final del concurso. Muy bien rodada y aunque pueda parecer lo contrario, no aburre.



Poco a poco me iré poniendo al día –quiero ver la serie “Homeland” como el comer, y terminar “Enlightened”, que me ha parecido cojonuda y muy bien interpretada por Laura Dern; ahí está su Globo de oro. Y hablando de los Globos de Oro, recuerdan aquella película que comenté haced meses en este mismo espacio, la iraní “Nader y Simin, una separación” ; ha sido la ganadora, desbancando a la infumable “La piel que habito”, del Globo de Oro a la mejor película extranjera. Y sigo apostando por ella como ganadora del Oscar este año. No se la pierdan, es una verdadera joya.


R.M.V.

3 comentarios:

Juan G. Marrero dijo...

¡Ay, ay, ay...!
Si no escribe nuestro crítico de cine no nos enteramos de nada...
Nuestro Carlos Boyero...
¡Gracias Raúl por la información...!

Ángel Díaz dijo...

coño, para eso cobra lo que cobra de lo que sacamos de publicidad...(uys...digo...que no que no...que es todo altruista..^_^)

por otra parte, genial como siempre la crítica, Boyero.

karnak dijo...

Yo tambien medio ví el documental-película del cocinero plasta. Pero al contrario que a tí, conforme pasaba la película me entraban ganas de pegarle fuego a su restaurante. Aunque sirve de muestra de las miserias que son capaces de soportar y dar con tal de participar en un concurso de cocina.