Si la miras a los ojos es peor que la muerte
Y te dirá en sueños
Que ella no lo hará
Que te amará. Siempre. Hasta el final
Y tras su sonrisa arden los cuerpos
De anteriores inquilinos de su lecho blanco y rojo;
Salado y deshecho
Que huele a rosas, a semen
Y a vísceras.
Suele cantar por las mañanas
En la ventana
Mientras cambia el aire que asfixia
Y en su voz
La felicidad se quiebra en una nota alta
Se vuelve una canción desgarrada en su boca carmesí
Como las vísceras que devora
La que te atrapa
(irremediablemente)
En el laberinto sin salida conocida
Ni creada.
5 comentarios:
Hoy nos hemos levantado inspirados.
que bien han empezado el lunes si señor....a ver si se me pega algo¡¡¡ muy bueno Raúl.
Me gusta Raúl, aunque es un poema bastante duro…Amor versus desamor.
¡Muy bueno Raúl! ¡Me ha sorprendido gratamente!
Me gusta...
Publicar un comentario