jueves, 15 de marzo de 2012
Desde mi quimera
Hace un par de días mi superior me dijo que si estaba pensando apoyar la huelga. Le dije que apoyo la huelga, aunque sea convocada por los sindicatos. También le dije que no iría a trabajar el día 29, consciente del descuento que sufriré, como él se encargó de recordarme casi pisándo mi frase. Una jornada de huelga no vale absolutamente para nada; los señores del dinero lo tienen todo muy bien orquestado y atado como para que les afecte un paro rociado de miedo, terror a perder el trabajo. Los griegos llevan incontados días de huelga general y se las siguen comiendo dobladas…y ni comer pueden ya. Nos descontarán el día y se descojonarán en nuestra cara al día siguiente. De aquí viene mi disonancia cognitiva. Apoyar un día de paro en el que no creo, cuando lo que realmente creo que haría saltar los plomos es negarse a seguir bailando el agua a los que manejan los que están detrás de las cortinas: negarse a seguir pagando impuestos, negarse a pagar a los bancos, negarse a seguir teniendo miedo: una huelga sine die…desde la absoluta indignación y sensación de indefención e impotencia y no desde las siglas.
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5 comentarios:
Estoy contigo Raúl, esto debería ser una huelga del ciudadano sin siglas de ningún tipo y que no durase un día, sino hasta que se nos escuche y nos tengan un mínimo en cuenta………..pero claro si al final el que trabaja no cobra acabara convirtiéndose en un huelga de hambre…..
Yo no puedo hacer huelgas, pero estoy con ustedes. Los sindicatos son instrumentos del poder, por lo tanto no podrán nunca ejercer una defensa eficaz de los derechos de los trabajadores.
Tenemos que ir pensando de cambiar de estrategia...
Coincido plenamente contigo... Hasta hace unos días no pensaba ir a la Huelga (ellos se ahorran una pasta en los presupuestos, y se descojonarán) pero -aunque seguro que me toca de mínimos- más se descojonarán y creerán que estoy a favor de los recortes y de la ley laboral de la Edad Media... Huelga General Indefinida, parar el país hasta que se bajen los pantalones y negocien (somos más y somos la mano de obra)...
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