Tú y yo no somos como él y ella porque nuestro amor
como él y ella creen que es el suyo,
no es eterno
sino de horas de este día-y mañana ya veremos-.
Somos dos seres diminutos, ahora sabemos que no somos
gigantes,
que se encuentran mutados
cada mañana
y amamos esa bella imperfección
hasta que algún día, quién sabe, nos agote, nos horrorice y
lleguemos a odiarla
con las mismas fuerzas.
Nuestra atracción por los cuerpos que fuimos evoluciona
todos los días
hacia un placer que no es el mismo que el de entonces,
pero que sigue acelerando mi corazón
-menos blanco que el de él y ella-
y electrificando mi piel,
menos tersa y suave que la de él y ella,
pero menos embaucadora,
más imperfectamente sincera y serena.
Nuestras manos, como las de él y ella,
serpentean bajo las sábanas por rutas conocidas
con la memoria de cada surco y también la inquietud de
encontrar el siguiente
–nuevo, como recién hecho-
y la incertidumbre del dolor posible y real.
Conocemos el pasado que juntos habitamos porque podemos ver las huellas
que dejaron nuestros pies al hundirse a cada paso,
y así hasta hoy, hasta esta mañana que puedo recorrer con la
vista ese camino conocido.
El presente es pasado al instante;
tan deprisa que se escapa como una exhalación.
Carpe diem,
nunca es tarde.
Tú y yo, más tú que yo cada día, a diferencia de él y ella,
que por ahora son partes iguales e indivisibles,
sabemos que el camino andado y por andar no es plano aunque
en mis delirios,
cuando éramos él y ella,
prometí allanar a golpe de riñón;
como bajarte la luna, físicamente imposible
pero quién dice que no lo pueda conseguir en una poesía.
Él y ella conocen la armonía
y el ritmo de los versos
perfectamente medidos y escogidos, sesudos, entre millones de
palabras.
Nuestra poesía se desnudó, se despojó de corsés y barrotes
métricos
y ahora es libre, bella, plena y clara.
La materia se transforma en poesía.
Pura.
3 comentarios:
Vive el momento……………Me ha impresionado Raúl…..Qué decir cuando una poesía te invade todos los sentidos. Y Casualidad (seguimos con las casualidades) que hace poco quise conseguir un libro cuyo título era “carpe diem” de Javier Dut, pero conseguí otro del mismo título de Saúl Bellow…….Interesante como se mete en el interior de los personajes, pero no es una novela muy alegre….
El bosón de Higgs es lo que explica que en el universo halla materia, es decir, existamos…
¡Cómo esta hermosa definición del poeta…!
Este estílo tuyo Raúl, me gusta porque claro y a veces cruelmente real. ¡¡Me gusta...!!!
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