sábado, 15 de junio de 2013

Habichuelas....



El viernes 14 un amigo me invitó a su finca (por encima de Los Valles, camino de Haría, por debajo de la base militar). Donde el clima húmedo continuo que existe hace posible que pueda recoger buena cosecha de todo lo que planta.

Vino con su compañera y una hermana. Salimos de Tahiche alrededor de las 16,30,  con el sol en el cielo. Cuando nos fuimos acercando a su terreno, vimos de lejos la bruma. Una vez allí, el frío iba ocupando el territorio lo que hacía todavía más bella la cosecha plantada. Papas, habichuelas, habas, fresas, cebada…

¡Hermosa finca!

Luego me contaría que un vecino de finca le preguntaba el truco para sacar tan buena cosecha ¿Qué productos le echaba…? Mi amigo le respondió que nada…Ecológico total, y mucho cariño que le tiene este hombre a la agricultura.

Nos pusimos a la tarea de recoger habichuelas. El comenta que planta para sus amigos. Comenzó a llamar a unos cuantos, cuatro al final, para que vayan mañana sábado a recoger cada uno habichuelas para sus respectivas familias.

Mientras nos reíamos un rato y trabajamos el cielo se fue llenando de una abundante bruma.

Mientras estábamos allí apareció un traumatólogo amigo que venía en busca de unas habas. Al final dio la receta de cómo prepararlas.

 Mi amigo me dijo que si quería habas, le respondí que cuando su mujer las prepara que me llamara.

A las 18,30 el frío se fue haciendo más intenso y nos subimos al coche para volver.

Las dos mujeres recogieron unas cuantas fresas, hermosas y sabrosísimas, que acabaron en mi estómago y en mi casa. Por la noche me sancoché unas cuantas papas…

¡Ummm que buenas…!

Al día siguiente me di una vuelta con la moto y pasé por la finca. Allí estaba mi amigo con dos colegas suyos. Ya estaban acabando. Más habichuelas, papas, habas…Me contó que por la noche iba a comer un poco y no tenía nada de lo que había recogido porque lo había regalado. Eso me lo corroboró después su mujer cuando llegué a su casa a recoger la cámara que la había dejado en un abrigo que mi amigo me había prestado el día anterior para paliar el frío.




















Le conté que llevara algo a la ONG “Calor y café “ que es de una amiga. Me comentó que ya le llevaba muchas cosas que la conocía.

Bueno, allí lo dejé en su casa repartiendo lo recogido con sus colegas…

¡Este hombre es todo corazón…!

2 comentarios:

orlando dijo...

Cocinero cocinero ,enciende bién la candela, y prepara con esmero unas papas con habichuelas , ya que no hay arroz.

karnak dijo...

pedazo de finca. Hay que echar abonos que esas cebollas son pequeñas.