Último capítulo de
"Treme". Se acabó; para siempre, y algo se me ha
muerto en el alma. Ya está, sin lugar a dudas, en mi Top 5 de series
favoritas; de esas de las que recito frases robadas, recuerdo momentos
memorables y traigo al presente en cualquier conversación con los
amigos. Se termina una serie rara, cocida con maestría a fuego lento y con guarnición que sabe a jazz, a sabores Kahun de Nola, a purpurina de los majestuosos trajes de los indios. Treme es un canto a la vida, a la pertencia, a las raíces de la tierra. al amor y admiración al vecino. El huracán Katrina destrozó Nueva Orleans pero hizo fuertes los corazones; y eso es Treme, la razón para crear una serie memorable que homenajeara a esa ciudad y a ese estado que renació de los escombros: el amor de David Simon y
Eric Overmyer por un lugar, una música atemporal, un estilo de vida. Nadie ha retratado el sagrado Mardi Gras rodando por las calles de Treme trasladando todas las sensaciones al que sentado en el sofá vibra, mueve las manos al ritmo -porque no se puede ver un solo capítulo de Treme sin los cinco sentidos a flor de piel- y siente que "I wish I was there". Treme, Nola, David Simon, y mi personaje favorito, Gran Jefe Lambreuax...I lef
t my heart in Treme.
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