Ayer leí una entrevista a Sergio González; un periodista y escritor nacido en México D.F. que ha sufrido las consecuencias de querer saber más de lo que todos cuentas sobre las desapariciones y asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez. Actualmente está amenazado de muerte y, debido a sus artículos, en los que relataba los asesinatos en serie y acusaba a la policía de hacer la vista gorda, recibió una monumental paliza que le causó hemorragia cerebral, semanas de hospitalización y pérdida de audición. En la entrevista- en la que se le puede ver fotografiado con la nariz rota y los audífonos- he podido leer algunos pasajes que me han helado la sangre. Cuenta los rituales que llevan a cabo los asesinos (secuestro en la vía pública, traslado a casas de seguridad donde son sometidas a todo tipo de abusos, torturas, violación, estrangulamiento… luego abandonan sus cuerpos o los descuartizan y se los dan de comer a los cerdos). Algunas chicas han conseguido sobrevivir y cuentan los hechos a la policía, pero ésta hace oídos sordos.”Están como anestesiados, no responden”, dice González.
Los narcos tienen atemorizados a todos y ocupan la mitad de los municipios del país. La lucha entre cárteles es feroz, y el temor hace que se silencien las bocas. En la lista de la revista Forbes aparece entre los más millonarios del mundo el narco más poderoso de México; Joaquín El Chapo Guzmán. La corrupción se ha convertido en institución, y eso aclara muchas cosas.
Sergio González tiene dos libros editados: “Huesos en el desierto” (reportajes y artículos periodísticos) y “El hombre sin cabeza” (sobre los sacrificios humanos y la idea de difundir el miedo). Ambos en Editorial Anagrama
Roberto Bolaño le pidió ayuda cuando tenía a medio terminar su novela “2666”, y documentó La parte de los crímenes con su ayuda.
Los datos de La comisión Nacional de Derechos humanos cifra en 450 asesinadas y 4500 desapariciones. González afirma que el Gobierno Mexicano y los narcos tienen un pacto de sangre, pero que a su pluma, pase lo que pase, no lograrán censurarla en su afán por luchar contra la impunidad y dar luz a la conciencia social.
En el año 94, un procurador de justicia dijo que las víctimas, si fueron asesinadas es porque algún motivo darían…y las autoridades mexicanas han empezado a decir que la pesadilla de Ciudad Juárez es un invento literario.
Roberto Bolaño escribió que el cementerio de Santa Teresa (Ciudad Juárez) era como un cementerio de 2666. Sergio González lo subraya:
“…un cementerio de desierto. Las flores son de plástico o papel. Las pocas que hay naturales no parecen flores. Las lápidas están amontonadas en una loma de polvo. Al frente está el río que separa la frontera de México y Estados Unidos. Del otro lado se ven las praderas verdes, las casas ordenadas. Se ha convertido en un cementerio de mujeres”
R.M.V.
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