X-Men Origins: Wolverine. Dir: Gavin Hood
Lobezno. USA.2009
La franquicia X-Men se remonta a la infancia de Logan; un niño enfermizo cuyo hermano, Victor, tiene la misma mirada y mala baba que el Damian de “La profecía”. Logan sufre la transformación de sus manos al montar en cólera y comete un parricidio que obliga a los hermanos a huir; y al jovencito, a asumir su poder y su condición salvaje. Juntos, luchan en varias guerras durante años (Lobezno desembarcó en Normandía y cogió, cual Rambo, la ametralladora en Vietnam!!) . Pero su unión a la patrulla de mutantes con malvados fines del general Stryker, y el carácter irascible e insaciable, y las uñas largas de su hermano Victor, los convierte en enemigos íntimos. Así arranca “Lobezno, los orígenes”. Como se hizo hace unos años con “Batman Begins”, la infancia y el enamoramiento del superhéroe explica muchas de sus actitudes y desgracias.
El director, Gavin Hood, es más sosegado contando la trama que el anterior Bryan Singer. Se nota que no es un acostumbrado a estas superproducciones de ritmo a todo trapo, porque su “mano lenta” acostumbrada al cine de carácter más intimista y social se nota, por ejemplo, en la preciosa fotografía de las Montañas Rocosas de Canadá. Hace un trabajo bastante digno manteniendo el interés y la espectacularidad de algunas escenas que caracterizan a esta saga que parece no tener límites. Hugh Jackman (no me imaginaría a otro tipo llevando esa camisilla que parece comprada en una tienda fashiongay de Chueca con la misma dignidad y elegancia) está pletórico: enamorado hasta las trancas de Kayla (atención a la historia de la guapa muchacha; no adelanto nada, pero tiene miga), bautizado de forma algo pastelosa como Lobezno y sediento de vendetta. Una de las escenas extraordinariamente espectaculares es la de la transformación de Logan en invencible gracias a su esqueleto de adamantium. William Stryker, que recluta a mutantes por todo el mundo, pone precio a su cabeza, y es aquí cuando Dientes de sable entra, a saltos en acción, con sed fratricida; y Gambito, que presta ayuda a Lobezno para intentar encontrar a Stryker. Vemos, presos de los devaneos de Stryker, a los que con posterioridad serán los protegidos del profesor Xavier- un jovencito Cíclope que si se quita las gafas la arma, o a la pequeña Mística. Este parece el spoiler de la siguiente peli de la franquicia: los inicios de la escuela de mutantes de Charles Xavier, “First Class”.
Debo admitir que no es lo mejor de X-Men; tiene momentos algo aburridos, aunque la espectacularidad del final, y la aparición y desaparición de Deadpool (este personaje me gustó particularmente), contra el que pelea los hermanos espalda con espalda, me dejó un buen sabor de boca cuando aparecieron los créditos y se encendieron las luces de la sala.
Una entrega más del gran negocio del matrimonio Marvel-Hollywood. Una visita más al cine para ver fuegos artificiales en sonido digital. Una espera más para ver la siguiente entrega… ¿La última vez que veremos a Hugh Jackman tan escotado?
R.M.V.
Lobezno. USA.2009
La franquicia X-Men se remonta a la infancia de Logan; un niño enfermizo cuyo hermano, Victor, tiene la misma mirada y mala baba que el Damian de “La profecía”. Logan sufre la transformación de sus manos al montar en cólera y comete un parricidio que obliga a los hermanos a huir; y al jovencito, a asumir su poder y su condición salvaje. Juntos, luchan en varias guerras durante años (Lobezno desembarcó en Normandía y cogió, cual Rambo, la ametralladora en Vietnam!!) . Pero su unión a la patrulla de mutantes con malvados fines del general Stryker, y el carácter irascible e insaciable, y las uñas largas de su hermano Victor, los convierte en enemigos íntimos. Así arranca “Lobezno, los orígenes”. Como se hizo hace unos años con “Batman Begins”, la infancia y el enamoramiento del superhéroe explica muchas de sus actitudes y desgracias.
El director, Gavin Hood, es más sosegado contando la trama que el anterior Bryan Singer. Se nota que no es un acostumbrado a estas superproducciones de ritmo a todo trapo, porque su “mano lenta” acostumbrada al cine de carácter más intimista y social se nota, por ejemplo, en la preciosa fotografía de las Montañas Rocosas de Canadá. Hace un trabajo bastante digno manteniendo el interés y la espectacularidad de algunas escenas que caracterizan a esta saga que parece no tener límites. Hugh Jackman (no me imaginaría a otro tipo llevando esa camisilla que parece comprada en una tienda fashiongay de Chueca con la misma dignidad y elegancia) está pletórico: enamorado hasta las trancas de Kayla (atención a la historia de la guapa muchacha; no adelanto nada, pero tiene miga), bautizado de forma algo pastelosa como Lobezno y sediento de vendetta. Una de las escenas extraordinariamente espectaculares es la de la transformación de Logan en invencible gracias a su esqueleto de adamantium. William Stryker, que recluta a mutantes por todo el mundo, pone precio a su cabeza, y es aquí cuando Dientes de sable entra, a saltos en acción, con sed fratricida; y Gambito, que presta ayuda a Lobezno para intentar encontrar a Stryker. Vemos, presos de los devaneos de Stryker, a los que con posterioridad serán los protegidos del profesor Xavier- un jovencito Cíclope que si se quita las gafas la arma, o a la pequeña Mística. Este parece el spoiler de la siguiente peli de la franquicia: los inicios de la escuela de mutantes de Charles Xavier, “First Class”.
Debo admitir que no es lo mejor de X-Men; tiene momentos algo aburridos, aunque la espectacularidad del final, y la aparición y desaparición de Deadpool (este personaje me gustó particularmente), contra el que pelea los hermanos espalda con espalda, me dejó un buen sabor de boca cuando aparecieron los créditos y se encendieron las luces de la sala.
Una entrega más del gran negocio del matrimonio Marvel-Hollywood. Una visita más al cine para ver fuegos artificiales en sonido digital. Una espera más para ver la siguiente entrega… ¿La última vez que veremos a Hugh Jackman tan escotado?
R.M.V.
2 comentarios:
Pues Uli se la bajó y dice que una mier....Que los efectos especiales horribles...Bueno, para gustos...
Hay que aclarar que la versión que "rula" por intetrnet, según he leído, es una copia de trabajo robada; sin el montaje final de los efectos especiales ni de sonido. Se ven los cables de las escenas de lucha; Lobezno no tiene garras en algunas escenas... un flaco favor a la gran apuesta de la franqicia X-Men para este año ;-)
Publicar un comentario