Gracias a un E-Mail, he podido saber que "El País" está haciendo un concurso de relatos con un máximo de 800 caracteres. Algo así como un microrrelato y poco más. Me animé y en el día de hoy he creado un relatillo para publicarlo. Les animo a entrar porque el premio no está nada mal.
Enlace: http://www.elpais.com/concursos/relatos/
Huyeron de una muerte segura. La injusticia de una dictadura hizo que mis padres fueran mandados al exilio para no morir asesinados. Vivieron en otro país que no era el suyo, hablaron otro idioma y se adaptaron a una cultura que no les pertenecía. Soñaron con volver, y aquel era el día soñado. Un último viaje les separaba de su tierra, de su gente. Vi a mis padres salir del tren con lágrimas en los ojos, ansiosos por el encuentro. Al fin estaban en casa. Me miraron con aquellos ojos de amor al ver a su hijo arrepentido por haber pertenecido al bando que los mandó al exilio y que vivió obsesionado por unos ideales sin sentido y que al final, no los ayudó. Con lágrimas resbalando por mi rostro les pedí perdón, arrepentido. Perdonaron, pero no olvidaron. "Vámonos a casa, hijo", me dijeron.
3 comentarios:
Qué bueno, Mode. Ahí tienes potencial para una historia mucho más larga. Las miserias familiares dan para mucho. No sé si conoces la película "El viento que agita la cebada"; sobre el conflicto irlandés. Te deja el "corazón helado".
Gracias. No la conozco, pero gracias a ti, la buscaré, la encontraré y la veré. Desde luego, esta escena es tan tristemente repetida debido a conflictos y demás, que da para crear muchas historias. Lo bueno, es que El País creyó que el relato tenía un mínimo de dignidad y lo publicó en el enlace facilitado, donde otros relatos hacen competencia con el mío.
Entiendo que el premio es la ayuda a la edición de una obra en bubok.com. Ya sabes,a ponerte las pilas por si suena la flauta. Y te repito que esta historia que has escrito es un filón para novelar. Ya nos irás contando. Enhorabuena.
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