Mucha gente suele quejarse de que su trabajo produce estrés. Tengo muchos amigos de diferentes profesiones y todos/as sufren presiones. Lo importante es nuestra capacidad para enfrentarnos a situaciones adversas y desagradables. A veces por el exceso de trabajo y otras por lidiar con las emociones negativas de compañeros o usuarios. Pero el problema no es el trabajo en si (bueno si, pero tenemos que trabajar para obtener dinero y que la sociedad avance) sino nuestra adaptación. Se supone que solemos coger el trabajo que nos gusta, no siempre, pero incluso cuando es elegido por nosotros nos quejamos .Deberíamos buscar armas para luchar contra nosotros mismos.
He hablado este tema con muchos amigos/as y hay gente que debería quedarse en su casa acostado viendo la tele…Pero, saldrán a la calle a los pocos días quejándose…Me refiero que la vida no es siempre un camino de rosas, hay como todos sabemos (eso espero) momentos dulces, otros más desagradables e incluso algunos horribles, pero…Es la vida…Hay que saber aceptar los problemas, no rendirse ante ellos, pero si enfrentarse, a veces con mas fortuna que otras. En ese camino debemos prepararnos, motivarnos, esforzarnos, evolucionar e incluso si podemos, cambiar de trabajo o de lugar.
Estos días hablando con amigos/as me comentaban que hay gente que no quiere pedir el retiro a los 60 años, que se aburrirían en sus casas….
¿En qué quedamos…?
Vemos los extremos, unos que no quieren trabajar y otros que no pueden dejarlo…Para mí, ambas posturas son un poco “raritas”, deberían mirárselo. Como dice la “Cantata del Tata viejo”:
¡No hay cristiano más cansado, que el agotado de no hacer nada…!
Todos los trabajos tienen su lado bueno y su cara mala. Nosotros debemos avanzar con ambas. Para ello está NUESTRA INTELIGENCIA. La sociedad esta capitalista es…Pero tenemos que seguir luchando para cambiarla: cambiar la mala enseñanza, la mala medicina, la mala justicia, etc. No vale postrarnos de rodillas impotentes ante todo. No…
¡Hay que vivir…!
A veces solos, y a veces con LA AYUDA DE LOS DEMÁS. No seamos soberbios y pensemos que solos podemos siempre. No…
¡Muchas veces necesitamos la ayuda de los demás…!
Saber elegir a la persona adecuada para solicitar auxilio en momentos puntuales, es otro acto de inteligencia.
4 comentarios:
Estos últimos meses, como algunos saben, he pasado momentos complicados a nivel laboral. Pasé de la impotencia a la frustración. De la frustración a la rabia por el trato recibido por parte de "la inhumana multinacional", y de la rabia a la fortaleza de: "soy capaz de pasar por ésto, de echarle un pulso y de enseñarle los dientes". Lo hablé con los amigos, con la familia... y aquel estres emocional desapareció como por ensalmo.Algunos de los compañeros me decían qué cómo podía no tener miedo ante aquella situación de incertidumbre que se alargaba durante meses; yo les respondía que no tenía miedo a quedarme en paro, que me veía capaz de todo (me puse a buscar plan b de inmediato) y que en mi vida habían cosas igual de importantes y que no me robaban la salud, sino que me la daban. Tras meses en el lugar de Sísifo, conseguí dejar la piedra en equilibrio, a esperas de que vuelva a rodar el día que los números descuadren nuevamente.
Amigos,libros y arte, los mejores tratamientos contra el estrés.
cuanta razón tienen los dos, completamente de acuerdo, los mejores tratamientos, amigos, libros y arte en todas sus expresiones y mucho sentido del humor que es lo que hace falta.
Pues sí la actitud es lo que te hace pasar, del estrés negativo al estrés positivo…………………..
En mi particular experiencia, aunque a veces sabeis algunos de vosotros que el trabajo me descoloca un poco psicológicamente, siempre he conseguido adaptarme, sacar el lado bueno, hasta el punto de que a veces se me ha pasado la hora de salir del trabajo... y yo leyendo, claro, como no.
Pero recuerdo que cuando estube trabajando en una cantera de piedra durante nueve meses, ( y me fuí a un trabajo mejor, no por otra cosa), los que estaban en la fábrica de esa cantera, me preguntaban; como era posible que yo aguantara tanto, si habían pasado seis personas por allí que solo se habían quedado un par meses en el mismo trabajo.
¿Adaptación?, ¿falta de pelas?... ¡No!, ¡solo buscar el lado bueno de las cosas!
Y aún sigo aprendiendo...
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