¿Cuáles son las principales enseñanzas de Buda?
Todas las enseñanzas de Buda se centran en las Cuatro Nobles Verdades, así como la llanta y los rayos de una rueda se centran en el eje. Son llamadas "cuatro" porque son cuatro; “nobles” porque ennoblecen a quien las comprende, y “verdades” porque de acuerdo con la realidad: son verdad.
¿Cuál es la Primera Noble Verdad?
La Primera Noble Verdad es que la vida es sufrimiento*. Para vivir, debemos sufrir. Es imposible vivir sin experimentar algún tipo de sufrimiento. Debemos soportar sufrimiento físico como el provocado por las enfermedades, las lesiones, el cansancio, la vejez y finalmente la muerte, y sufrimiento psicológico, como el provocado por la soledad, la frustración, el miedo, la humillación, el enojo, la desilusión, etc.
¿No es esto un poco pesimista?
El diccionario define al pesimismo como: ‘el hábito de pensar que cualquier cosa que pase va a ser mala’, o ‘la creencia de que la maldad tiene más poder que la bondad’. El Budismo no enseña ninguna de estas ideas. Tampoco niega la existencia de la felicidad. Simplemente dice que vivir es experimentar sufrimiento físico y psicológico, y ésta es una realidad que no puede negarse. El concepto central de la mayoría de las religiones es un mito, leyenda o creencia que es difícil o imposible de verificar. El Budismo comienza con una experiencia, una verdad irrefutable, algo que todos conocen, que todos han experimentado y que todos se esfuerzan por superar. El Budismo es la única religión universal real porque va directo a la esencia de la preocupación que a cada individuo le concierne -el sufrimiento y cómo evitarlo.
¿Cuál es la Segunda Noble Verdad?
La Segunda Noble Verdad es que el sufrimiento tiene su causa en el anhelo. Cuando observamos el sufrimiento psicológico, podemos ver claramente que su causa es el anhelo. Cuando queremos algo y no podemos conseguirlo, nos sentimos frustrados. Cuando queremos que alguien viva de acuerdo con nuestras expectativas y no vive así, nos sentimos tristes y decepcionados. Cuando queremos agradarle a alguien y esto no sucede, nos sentimos dolidos. Aun cuando deseamos algo y lo obtenemos, muchas veces no nos hace felices, porque enseguida nos aburre, perdemos el interés en ello o empezamos a desear otra cosa. La Segunda Noble Verdad dice que conseguir lo que queremos no garantiza nuestra felicidad. En vez de luchar por lo que queremos, tratemos de modificar nuestro deseo. El deseo nos priva de la felicidad.
¿Pero cómo el deseo o el anhelo nos lleva al sufrimiento físico?
Una vida de deseo y anhelo de esto y aquello, y especialmente el deseo de continuar existiendo, crean una poderosa energía que provoca el renacimiento del individuo. Cuando renacemos, tenemos un cuerpo (como habíamos dicho antes) que es susceptible a la enfermedad y a las lesiones; puede agotarse a través del trabajo; envejece y finalmente muere. Entonces, el deseo nos lleva al sufrimiento físico porque nos provoca el renacimiento.
¿Pero no obtendremos ningún logro si dejamos de desear?
Eso es cierto. Buda dice que cuando nuestro deseo, nuestro constante descontento con lo que tenemos, y nuestro anhelo por tener más y más nos causan sufrimiento, deberíamos dejar de tenerlos. Nos pide que hagamos una diferencia entre lo que necesitamos y lo que deseamos, que nos esforcemos por lo que necesitamos y modifiquemos nuestros deseos. Dice que nuestras necesidades pueden ser satisfechas, pero nuestros deseos no tienen fin. Hay necesidades que son esenciales, fundamentales, y pueden ser alcanzadas y debemos trabajar para lograrlo. Los deseos deben ser disminuidos gradualmente. Después de todo, ¿cuál es el propósito de la vida: poseer o estar contento y feliz?
¿Cuál es la Tercera Noble Verdad?
La Tercera Noble Verdad es que el sufrimiento puede ser superado y la felicidad puede ser alcanzada. Ésta es probablemente la más importante de las Cuatro Nobles Verdades, porque en ella Buda nos asegura que la felicidad y el contento son posibles cuando dejamos el deseo sin sentido y aprendemos a vivir cada momento, disfrutando sin el impaciente deseo las experiencias que la vida nos ofrece; si resistimos pacientemente los problemas que se nos presentan, sin miedo, odio o enojo, entonces llegaremos a ser libres y felices. Así, solo así, viviremos completamente, porque ya no estaremos obsesionados con satisfacer nuestros deseos egoístas, nos daremos cuenta de que tenemos tiempo para ayudar a otros a lograr sus necesidades. Este estado es llamado Nirvana….
¿Cuál es la Cuarta Noble Verdad?
La Cuarta Noble Verdad es el camino que nos lleva a trascender el sufrimiento. A este camino se lo llama “El Noble Óctuple Sendero”, y consiste en perfecta/o:
1.comprensión, 2. pensamiento, 3. palabra, 4.acción, 5. sustento,6. esfuerzo, 7. plenitud mental y 8. concentración.
La práctica budista consiste en practicar estas ocho cosas hasta que lleguen a ser completas.
Ustedes notarán que estos ocho senderos cubren todos los aspectos de la vida: el intelectual, el ético, el social, el económico, el psicológico; por lo tanto, contiene todo lo que una persona necesita para llevar una buena vida y desarrollarse espiritualmente.
¿Cuál es la diferencia entre Budismo Zen y Budismo Tibetano?
El Budismo Zen enfatiza el entrenamiento de la mente para llegar al estado de Iluminación, exclusivamente a través de la práctica de la meditación. La Iluminación debe resultar de la investigación dentro de usted mismo.
El Budismo Tibetano enfatiza la práctica de la recitación de ambos, Sutras y mantras, y la ejecución de mudras, así como de la meditación. Los seguidores del Budismo Tibetano aspiran alcanzar la Iluminación siguiendo las enseñanzas de Buda con sus bendiciones.
Todas las enseñanzas de Buda se centran en las Cuatro Nobles Verdades, así como la llanta y los rayos de una rueda se centran en el eje. Son llamadas "cuatro" porque son cuatro; “nobles” porque ennoblecen a quien las comprende, y “verdades” porque de acuerdo con la realidad: son verdad.
¿Cuál es la Primera Noble Verdad?
La Primera Noble Verdad es que la vida es sufrimiento*. Para vivir, debemos sufrir. Es imposible vivir sin experimentar algún tipo de sufrimiento. Debemos soportar sufrimiento físico como el provocado por las enfermedades, las lesiones, el cansancio, la vejez y finalmente la muerte, y sufrimiento psicológico, como el provocado por la soledad, la frustración, el miedo, la humillación, el enojo, la desilusión, etc.
¿No es esto un poco pesimista?
El diccionario define al pesimismo como: ‘el hábito de pensar que cualquier cosa que pase va a ser mala’, o ‘la creencia de que la maldad tiene más poder que la bondad’. El Budismo no enseña ninguna de estas ideas. Tampoco niega la existencia de la felicidad. Simplemente dice que vivir es experimentar sufrimiento físico y psicológico, y ésta es una realidad que no puede negarse. El concepto central de la mayoría de las religiones es un mito, leyenda o creencia que es difícil o imposible de verificar. El Budismo comienza con una experiencia, una verdad irrefutable, algo que todos conocen, que todos han experimentado y que todos se esfuerzan por superar. El Budismo es la única religión universal real porque va directo a la esencia de la preocupación que a cada individuo le concierne -el sufrimiento y cómo evitarlo.
¿Cuál es la Segunda Noble Verdad?
La Segunda Noble Verdad es que el sufrimiento tiene su causa en el anhelo. Cuando observamos el sufrimiento psicológico, podemos ver claramente que su causa es el anhelo. Cuando queremos algo y no podemos conseguirlo, nos sentimos frustrados. Cuando queremos que alguien viva de acuerdo con nuestras expectativas y no vive así, nos sentimos tristes y decepcionados. Cuando queremos agradarle a alguien y esto no sucede, nos sentimos dolidos. Aun cuando deseamos algo y lo obtenemos, muchas veces no nos hace felices, porque enseguida nos aburre, perdemos el interés en ello o empezamos a desear otra cosa. La Segunda Noble Verdad dice que conseguir lo que queremos no garantiza nuestra felicidad. En vez de luchar por lo que queremos, tratemos de modificar nuestro deseo. El deseo nos priva de la felicidad.
¿Pero cómo el deseo o el anhelo nos lleva al sufrimiento físico?
Una vida de deseo y anhelo de esto y aquello, y especialmente el deseo de continuar existiendo, crean una poderosa energía que provoca el renacimiento del individuo. Cuando renacemos, tenemos un cuerpo (como habíamos dicho antes) que es susceptible a la enfermedad y a las lesiones; puede agotarse a través del trabajo; envejece y finalmente muere. Entonces, el deseo nos lleva al sufrimiento físico porque nos provoca el renacimiento.
¿Pero no obtendremos ningún logro si dejamos de desear?
Eso es cierto. Buda dice que cuando nuestro deseo, nuestro constante descontento con lo que tenemos, y nuestro anhelo por tener más y más nos causan sufrimiento, deberíamos dejar de tenerlos. Nos pide que hagamos una diferencia entre lo que necesitamos y lo que deseamos, que nos esforcemos por lo que necesitamos y modifiquemos nuestros deseos. Dice que nuestras necesidades pueden ser satisfechas, pero nuestros deseos no tienen fin. Hay necesidades que son esenciales, fundamentales, y pueden ser alcanzadas y debemos trabajar para lograrlo. Los deseos deben ser disminuidos gradualmente. Después de todo, ¿cuál es el propósito de la vida: poseer o estar contento y feliz?
¿Cuál es la Tercera Noble Verdad?
La Tercera Noble Verdad es que el sufrimiento puede ser superado y la felicidad puede ser alcanzada. Ésta es probablemente la más importante de las Cuatro Nobles Verdades, porque en ella Buda nos asegura que la felicidad y el contento son posibles cuando dejamos el deseo sin sentido y aprendemos a vivir cada momento, disfrutando sin el impaciente deseo las experiencias que la vida nos ofrece; si resistimos pacientemente los problemas que se nos presentan, sin miedo, odio o enojo, entonces llegaremos a ser libres y felices. Así, solo así, viviremos completamente, porque ya no estaremos obsesionados con satisfacer nuestros deseos egoístas, nos daremos cuenta de que tenemos tiempo para ayudar a otros a lograr sus necesidades. Este estado es llamado Nirvana….
¿Cuál es la Cuarta Noble Verdad?
La Cuarta Noble Verdad es el camino que nos lleva a trascender el sufrimiento. A este camino se lo llama “El Noble Óctuple Sendero”, y consiste en perfecta/o:
1.comprensión, 2. pensamiento, 3. palabra, 4.acción, 5. sustento,6. esfuerzo, 7. plenitud mental y 8. concentración.
La práctica budista consiste en practicar estas ocho cosas hasta que lleguen a ser completas.
Ustedes notarán que estos ocho senderos cubren todos los aspectos de la vida: el intelectual, el ético, el social, el económico, el psicológico; por lo tanto, contiene todo lo que una persona necesita para llevar una buena vida y desarrollarse espiritualmente.
¿Cuál es la diferencia entre Budismo Zen y Budismo Tibetano?
El Budismo Zen enfatiza el entrenamiento de la mente para llegar al estado de Iluminación, exclusivamente a través de la práctica de la meditación. La Iluminación debe resultar de la investigación dentro de usted mismo.
El Budismo Tibetano enfatiza la práctica de la recitación de ambos, Sutras y mantras, y la ejecución de mudras, así como de la meditación. Los seguidores del Budismo Tibetano aspiran alcanzar la Iluminación siguiendo las enseñanzas de Buda con sus bendiciones.
6 comentarios:
yo he leído varios textos de los libros del Buda. Hay que reconocer que, para llegar al estado de paz interior, primero debes llegar a la comprensión del porqué de los actos que realizamos. Supuestamente, el fin del todo es la paz interior.
Cuando dices, Juan, sobre el estar feliz o no, el simple deseo de estarlo conlleva un problema arrastrado desde atrás. Si decimos que queremos ser felices; primero, no aceptamos el presente, con lo cual no cumplimos con lo primordial de todo: la aceptación del presente; y segundo, el deseo.
Tiene su lógica. Siempre me pongo el ejemplo de un ser humano puesto en la Tierra, sin pasado. ¿Qué haría?
Si no tiene deseos, ni anhelos, ni el deseo de un futuro mejor, ni un pasado tanto difícil como agradable, pues viviría el momento presente al máximo. No tiene pensamientos, no sabe como se llaman los objetos, ni un árbol se llama árbol, ni una flor, una flor.
¿Qué haría? OBSERVAR. Miraría, escucharía, tocaría... es decir, utilizaría todos sus sentidos para observar, para luego empezar a comprender.
Una vez, comprende, como el Buda hizo antes de llegar a la iluminación, empezaría a sentir la energía de todas las cosas....
Con la meditación, se pueden hacer muchas cosas. Dejar la mente en blanco, observar todos los pensamientos que pasan por nuestra mente, utilizar todos los sentidos de todo lo que pasa en esos momentos por el ambiente en donde estamos.
Eso es meditación pasiva. Luego está la dinámica, que no es otra cosa que ser un verdadero ser humano: observar sin juzgar, ser la conciencia, y aprender.
Mucho depende de nuestro pasado, de la tradición, la cultura...
Muy didáctico Juan, la práctica es otra cosa....sobretodo a los occidentales que tenemos una mente impaciente.Yo simpatizo con la filosofía budista más que con la católica ¡ asin de claro te lo digo!
Evidentemente el sufrimiento forma parte de la vida, (aunque muchas veces este sea provocado, pudiéndose evitar)…………..La elección es sencilla sufrir para vivir(es decir, aprender de él) o vivir para sufrir (constante agonía)………………
Muy interesante este artículo....
El artículo no es mío…Lo saqué de la página web que viene al final…Pero si sabía de qué iba el budismo y con la que está cayendo en esta sociedad de psicópatas es bueno alejarse del mundanal ruido e intentar equilibrarse:
“…El sufrimiento puede ser superado y la felicidad puede ser alcanzada… Cuando dejamos el deseo sin sentido y aprendemos a vivir cada momento, disfrutando sin el impaciente deseo las experiencias que la vida nos ofrece; si resistimos pacientemente los problemas que se nos presentan, sin miedo, odio o enojo, entonces llegaremos a ser libres y felices…”
El budismo y el cristianismo en sus orígenes (las primeras comunidades cristianas) tienen muchas cosas en común. Es posible que jesús y muchos de sus primeros seguidores hubieran recibido enseñanzas en los cultos mistéricos venidos desde Persia que a su vez tenían muchos elementos orientales. El mitraísmo, los misterios eleusinos, etc. Pero en el fondo y con el paso del tiempo se convirtieron en religión. Y como ya dijo Marx "La religión es el opio del pueblo" y yo hace tiempo que dejé las drogas.
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