Ya han crecido los árboles
de cuya madera harán mi ataúd.
Ya han pasado los días y las noches
en los que no he muerto.
El hedor de la nostalgia
y la tentación de estar dispuesto,
de estar preparado.
Ya huelo la carcoma de la madera,
ya sé como es el tacto del polvo de mis huesos,
y el martillear de los pensamientos que no cesan
esculpiendo mi lápida, sacando brillo a mi nombre
para olvidarlo pronto.
Y el hedor, nostalgia, pensamientos.
Ya han preparado el hueco para mí,
tengo un lugar, una tumba perfecta
a mi medida
esperándome en la oscuridad del ser humano que soy
que no deja de latir sentimientos
que no deja de soñar
angustiosamente
con la intranquilidad de los días y las noches
que han pasado
y no he muerto.
Y despierto.
Satori. Verano 2011
3 comentarios:
¡Muy bueno...!
Pero después de la muerte, viene otro RENACIMIENTO...
muy bueno Satori, me ha gustado mucho.Y si el magister tiene razón en mi próxima vida quiero ser piedra en el gobi...
Muy interesante la evolución de tu poesía, has avanzado de la temática amorosa a temas conceptuales como la muerte. Pero me gusta esta nueva optica.
Despues de la muerte no hay nada, solo la negrura y el vacío de la Nada.
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