La cama
Vicente Lorenzo
Un cómodo sepulcro el lecho,
aperitivo de la muerte el sueño,
delicioso fallecer supone
el acto extraño de dormirse.
La cama es cebo irresistible
con que atraer el sueño
a nuestra insomne malquerencia
hacia la vida en su conjunto,
hacia la muerte solitaria,
la sombra ausente de la sombra
donde yacer la carne puede
en lechos libres de penurias.
Pero he de levantarme,
y mil caricias me lo impiden:
Las arrugas de la manta
amoldadas a mi cuerpo,
con la gracia de una Thais
languideciendo en nuestro pecho.
Mas de nuevo me despierto
sobre un lecho de faquires,
y aun así ni un dedo muevo.
Soy un hijo del cansancio
de los siglos que los hombres
sometieron a su imperio.
Ya quisiera estar contigo
noche y día, año tras año,
si no fuera porque piensas:
“De este necio estoy preñada
¡mas no alumbro¡”
4 comentarios:
Estuve hablando con una amiga sobre tu poesía...Qué trabajada...
Me gusta mucho esta, Vicente.
muchas gracias otra vez por los comentarios.La verdad es que me alegro un montón de formar parte de la conspiración,gracias de nuevo.Saludos
Amigo Vicente, me quitaría el sombrero ante su poesía, pero se me vería el cartón. Cuidada, con un estilo personal, lenguaje escogido, con ritmo... bienvenido a la familia, POETA.
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