domingo, 10 de mayo de 2009

El Rincón del Cinéfago




X-Men Origins: Wolverine. Dir: Gavin Hood
Lobezno. USA.2009

La franquicia X-Men se remonta a la infancia de Logan; un niño enfermizo cuyo hermano, Victor, tiene la misma mirada y mala baba que el Damian de “La profecía”. Logan sufre la transformación de sus manos al montar en cólera y comete un parricidio que obliga a los hermanos a huir; y al jovencito, a asumir su poder y su condición salvaje. Juntos, luchan en varias guerras durante años (Lobezno desembarcó en Normandía y cogió, cual Rambo, la ametralladora en Vietnam!!) . Pero su unión a la patrulla de mutantes con malvados fines del general Stryker, y el carácter irascible e insaciable, y las uñas largas de su hermano Victor, los convierte en enemigos íntimos. Así arranca “Lobezno, los orígenes”. Como se hizo hace unos años con “Batman Begins”, la infancia y el enamoramiento del superhéroe explica muchas de sus actitudes y desgracias.
El director, Gavin Hood, es más sosegado contando la trama que el anterior Bryan Singer. Se nota que no es un acostumbrado a estas superproducciones de ritmo a todo trapo, porque su “mano lenta” acostumbrada al cine de carácter más intimista y social se nota, por ejemplo, en la preciosa fotografía de las Montañas Rocosas de Canadá. Hace un trabajo bastante digno manteniendo el interés y la espectacularidad de algunas escenas que caracterizan a esta saga que parece no tener límites. Hugh Jackman (no me imaginaría a otro tipo llevando esa camisilla que parece comprada en una tienda fashiongay de Chueca con la misma dignidad y elegancia) está pletórico: enamorado hasta las trancas de Kayla (atención a la historia de la guapa muchacha; no adelanto nada, pero tiene miga), bautizado de forma algo pastelosa como Lobezno y sediento de vendetta. Una de las escenas extraordinariamente espectaculares es la de la transformación de Logan en invencible gracias a su esqueleto de adamantium. William Stryker, que recluta a mutantes por todo el mundo, pone precio a su cabeza, y es aquí cuando Dientes de sable entra, a saltos en acción, con sed fratricida; y Gambito, que presta ayuda a Lobezno para intentar encontrar a Stryker. Vemos, presos de los devaneos de Stryker, a los que con posterioridad serán los protegidos del profesor Xavier- un jovencito Cíclope que si se quita las gafas la arma, o a la pequeña Mística. Este parece el spoiler de la siguiente peli de la franquicia: los inicios de la escuela de mutantes de Charles Xavier, “First Class”.
Debo admitir que no es lo mejor de X-Men; tiene momentos algo aburridos, aunque la espectacularidad del final, y la aparición y desaparición de Deadpool (este personaje me gustó particularmente), contra el que pelea los hermanos espalda con espalda, me dejó un buen sabor de boca cuando aparecieron los créditos y se encendieron las luces de la sala.
Una entrega más del gran negocio del matrimonio Marvel-Hollywood. Una visita más al cine para ver fuegos artificiales en sonido digital. Una espera más para ver la siguiente entrega… ¿La última vez que veremos a Hugh Jackman tan escotado?

R.M.V.

2 comentarios:

Juan G. Marrero dijo...

Pues Uli se la bajó y dice que una mier....Que los efectos especiales horribles...Bueno, para gustos...

Raúl M.V. dijo...

Hay que aclarar que la versión que "rula" por intetrnet, según he leído, es una copia de trabajo robada; sin el montaje final de los efectos especiales ni de sonido. Se ven los cables de las escenas de lucha; Lobezno no tiene garras en algunas escenas... un flaco favor a la gran apuesta de la franqicia X-Men para este año ;-)