sábado, 30 de junio de 2012

Las dudas



Las dudas

Llevo andando años,
y soy capaz, de descubrir un universo
en un rincón, cuando me sacuden las dudas
y siento el pellizco de la realidad, y me pregunto;
cuál será la mía.
Porque sueño sin soñar, andando con desgana
deseando que acabe
y no sé si tal vez, volver a empezar
Pero nadie sabe, tal vez sea solo
que no recuerden
y yo, temeroso
no quiero vivir en otro sitio, en otro cuerpo
a contra corriente.

Llevo andando años
sin moverme,
buscando respuestas, y al mismo tiempo estrujando ideas
que no sé si tendrán esas respuestas
o si son producto de una mente desquiciada,
de un andar alocado y sin esperanza.
Mermado por lo incierto de la existencia,
por lo incierto de mí,
por mis pequeños universos en continuo caos.

Llevo un corazón pequeño
en maletas tan grandes,
y ahora siento el vacío, la nada
pudriendo mi equipaje,
regocijándose en mi pulcra inexactitud de las cosas
en mis dudas, mis miedos, mis abismos
que un día y otro
una noche y otra
no me dejan seguir andando, solo porque quizás
ya esté
cansado.  

                                                      Satori 2012

Madre coraje


 El niño de dos años y medio había pasado por el quirófano hacía unos días y estaba con un sondaje vesical. En las habitaciones contiguas había otros chicos de diferentes edades, también cada uno con su enfermedad y todo lo que ello acarreaba para sus familias. Algunos trabajadores del hospital estaban a años luz de lo que era trabajar con criaturas tan pequeñas e indefensas. En un momento en que uno de ellos  se dirigió al niño como “el enfermo”, su padre le recriminó:
 ¡Tiene nombre….! Se llama…
El auxiliar se quedó un poco en evidencia. El médico que atendía al chico era una gran persona y profesional, el paciente estaba siempre muy a gusto con el a pesar de sus dolencias y su reciente operación. Un día que no pudo venir a pasar consulta en el postoperatorio  envió a otro colega de planta. Este lo primero que hizo fue intentar echar a los padres de la habitación, hecho que nunca hizo el otro profesional. El padre se presentó, le   comentó que era licenciado en medicina que su hijo era muy pequeño y estaba acostumbrado a estar con sus padres. El médico insistió y entonces el padre acepto salir pero  que dejara a la madre y se fue al igual que todos los padres de las otras habitaciones y se colocaron a unos metros en un pasillo. Desde allí el padre pudo ver como su compañera seguía discutiendo con el médico para no dejar al niño solo. El padre comenzó a hablar con los otros familiares  para convencerlos de que era un derecho , que en algunos hospitales, entre ellos el número uno de España en Pamplona existía una filosofía de acompañamiento siempre al niño. Pero no encontró apoyo, sino cara de perplejidad entre aquellos “asustados padres”. Entonces, le subió la adrenalina y volvió a la habitación, donde la madre seguía enfrentada al médico. Intervino, en la discusión y también se negó a abandonar a su hijo. Al final el médico muy enfadado y colérico se fue sin examinar al niño.
El asunto llegó a oídos del buen profesional que se encargaba del chico y vino a pedir disculpas a los padres y dio la orden a sus compañeros que solo él se encargaría de atender a aquel convaleciente. Incluso, un día vino con ropa de calle pues estaba librando y se acercó al hospital para supervisar al chico.
A los 15 días el niño abandonó muy feliz el hospital. Y los padres muy contentos felices y agradecido con aquel profesional.
14 años después esa misma madre tenía que sacar su coraje para enfrentarse a la alienación de algunos profesores, a la ceguera de algunos educadores que solo ven números, notas en lugar de personas con futuro y presente intoxicado por la mentira de los políticos, bombardeado por la corrupción de la banca y la oscuridad de un sistema capitalista que le roba las neuronas a los que se suponen que tienen que educar a la población.

Coincidiendo esta madre con lo que dice el sociólogo Rafael Feito Alonso:
“…El máximo de paroxismo se alcanza en segundo de bachiller,  curso que, lejos de servir para aprender, se ha convertido en una suerte de academia para aprobar la selectividad. La mayoría de los aprendizajes de la educación obligatoria se conciben desde la óptica del estudiante que presumiblemente va a llegar a la universidad. Solo así se explican tantos
conocimientos inútiles, academicistas y descontextualizados. El resultado es la segregación.
La principal preocupación de la escuela –y esto es muy claro en
la secundaria obligatoria- parece ser la de cómo librarse de los alumnos menos académicos. Incluso allí donde este nivel es comprehensivo hay mil y una vías para desprenderse de ellos: desde la repetición de curso a la pre-formación profesional pasando por la agrupación de niveles o la diversificación curricular
y los inevitables programas de compensación escolar -¿de qué hay que compensar?-. Lo que sea, salvo pensar en el éxito escolar para todos…”

(Publicado en Qurrículum. Revista de Teoría, Investigación y Práctica Educativa, 23, pp. 55-79, 2010 Sociólogo. Universidad Complutense de Madrid.)

martes, 26 de junio de 2012


Me caí en el hastío
desde una altura
en la que estabas tú,
me golpeé con el presente
y el futuro oscuro.

Me caí de tus labios,
de tus  manos melancólicas,
de tu sonrisa asustada,
de tu pasado
y me lanzaste lejos…

Perdido

Perdido
entre tus “no” brazos,
ausente,
ausente de tu sonrisa,
lejano,
lejos de tus caricias.
¿Dónde me escondo…?
Profundizo
y solo observo la superficie,
analizo
y camino sobre la incertidumbre.
¿Estás ahí…?
Para encontrarte
tengo que buscarte,
pero estoy paralizado
oprimido por la maldad,
aprisionado por el infinito caos.
Me desplazo,
respiro
¿Podré alcanzar tu mano…?

lunes, 25 de junio de 2012

Hoguera, calima y lágrimas....

Junio está llegando a su final y con él se van muchas anécdotas. Seguro que los incidentes de estos días en mi entorno laboral aportaran opiniones para todos los gusto.
Un amigo me invitó como hace todos los años a la hoguera de la noche del 23 de junio. Me acerqué por el lugar donde se iba a realizar alrededor de las 18,00 y allí estaba con otro colega preparando el escenario. Después de un rato de cháchara como vi que mi presencia no era necesaria me fui a correr un poco.  Habíamos quedado como todo el mundo después del partido de España. Allí estaba llegando los invitados, cada uno traía algo para comer o beber. Después de unos saludos a la gente comenzó el ritual de encender la hoguera. Este año se hizo de rogar, pero a los diez minutos aproximadamente esta se rindió y el fuego producido por unos cinco o seis aprendices a pirómanos ganó la batalla. Este año el viento era más suave y no arrastraba las llamas ni la comida que luego sacamos.  Unos minutos de combustión y nos lanzamos sobre la comida.
¡Jolines…!
Comencé por unas croquetas que están deliciosas, tortilla  en su punto, queso tierno (lo había llevado yo, elaborado por una amiga), vino casero cosechado por uno de los invitados, tollos (estos no estaban de mi gusto, pero si el de los otros comensales), rosquetes buenísimos…Comenzaron a asar chuletas y piñas. Probé de ambas y estaban también a la altura del resto de la comida.
Mientras comíamos y después de terminar entablamos pequeños grupos de tertulia. Risas, salto de la hoguera, un poquito de relajante cháchara y luego para casita caminando porque estaba cerca.
El domingo 24  el cielo tenía un color amarillo debido a la calima que estaba cayendo. A partir de las 10,00 aproximadamente comencé a recibir mensaje de felicitaciones por mi día. Luego una llamada telefónica de una amiga  con la cual estuve hablando bastante tiempo de nuestros hijos y sus problemas con los estudios, y los muros de “algunos profesores”. Ella me comentaba  como toda la familia estaba volcada ayudando al chico. Mientras charlábamos recibí otro e-mail de una musa que fue inspiración de algunas de mis poesías y relatos. Al rato sonó el móvil y me despedí de la otra llamada para responder. Era otra amiga, pero esta vez para darme una “mala noticia”…
¡El sábado había fallecido un amigo de Arucas….!
Después de intentar asimilar la noticia  recibí otra llamada  de felicitación.
Fue pasando el domingo lentamente entre el calor y la desolación por la pérdida. A las 17,30 aproximadamente telefoneé a un amigo para que me acompañara en mi duelo.
El me comentaba: ¡Qué paradójico, felicitaciones por tu día y tristeza por …!
La tarde se fue apagando y con ella mis pensamientos iban tomando senderos de nostalgia…
Por la mañana había enviado un e-mail a los amigos sobre el obsesivo tema de la enseñanza.
Optimismo basado en el saber
 "Mead. La educación debe servir para que podamos resolver problemas, analizar cosas, el profesor no debería ser nunca una grabadora que nos pone la lección, sino un entrenador. Yo jamás he trabajado profesionalmente en lo que aprendí en algún curso. El sistema educativo actual ha matado esa potencialidad…"
 El viernes había enviado otro muy interesante:
Suspenso en inglés
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/06/21/actualidad/1340306566_865386.html