sábado, 8 de agosto de 2009

Hoy he subido a la Montaña de Arucas

Hoy he subido a la montaña de Arucas
para rebuscar en mi infancia
el verde paisaje,
para recordar mis juegos
y la tranquilidad de la calle.
Para excavar en mi inocencia
y en una dictadura aplastante,
para buscar mis caminos
y sólo, he visto asfalto.

Hoy he subido a la Montaña de Arucas
intentando contemplar mi adolescencia
en aquellas calles
que hoy se estrechan.
En aquellos rincones
que hoy se llenan de ruidos,
en aquellos parques envejecidos
que no encuentran conocidos.

Hoy he subido a la Montaña de Arucas
y por el Barranco de las Vegas
ya no corre agua
sino prisas sobre ruedas.
¿por dónde respira mi ciudad?
Sus fronteras herméticas
ahogan el caminar,
ya no respiro respeto
la mala educación se adueña de la calle.

Hoy he subido a la Montaña de Arucas
y la altura del tiempo
me sacude la memoria,
en las esquinas
se escabulle la amistad.
En los recovecos
se amontona la nostalgia,
la historia de mi pueblo
se ha parado en el silencio.

Hoy he subido a la Montaña de Arucas
y no contemplo la Plaza
porque un puñal de lenguas
la ha resquebrajado
para el futuro.
Por las calles se oye del pueblo el lamento,
no perdamos las esperanzas,
hoy he bajado de la Montaña de Arucas
volveré en un mejor momento.

(Arucas, 2005)

viernes, 7 de agosto de 2009

Mi espacio 37 ...................

Si me ves con el pelo alborotado
con la cuarta taza de café
en mitad de la madrugada
con la colilla del cigarrillo apurada
quemando casi los dedos
si me ves aterrorizado
en blanco
con la mirada en otra parte que no es
esta parte
si me notas huraño
desconsiderado
perdido inmaduro peleado
si me ves sonriendo
cruzando calles
entrando y alborotando en casa ajena
cambiando y ubicando las cosas
a mi antojo
creyéndome un dios con dos dados
matando reviviendo enamorando
conociendo
de lo que te llevo semanas hablando
y hablando solo
sin apenas escucharte
porque mis oídos son suyos
mis manos le pertenecen
si sientes que me he olvidado de que
existes al otro lado de la mesa
a mi derecha en la cama
en el nombre y los apellidos del buzón
no creas que olvidé que eres lo que hace
que todo esto aquello lo de mañana
tenga algún sentido

Reunión hedonista

Hablando con Ángel hace unos minutos, me decía que casi todos los hedonistas estaban avisados para la reunión de mañana sábado. Agrego esta entrada para que todos estén al tanto. Espero que todos podamos acudir. Me imagino que la hora será la misma de ediciones anteriores, sobre las 2.00 P.M.
Cualquier duda al respecto, la preguntamos en los comentarios y así, estar todos de acuerdo.
Saludos.

Acuarelas en Guía

Imágenes de la exposición de Acuarelas inaugurada en lunes 3 de agosto en la Casa de la Cultura de Guía. En la primera foto se encuentran Mari Carmen, la Concejala de Cultura del Ayuntamiento de Guía (compañera mía en el I.E.S. de Guía) y los tres pintores que exponían. En la última foto se encuentra mi amigo Juan Martín con el otro compañero de exposición José L. Araña . Y en el resto de las fotos la gente degustando los cuadros.







miércoles, 5 de agosto de 2009

Mi hermano II - ¿Madre...?

-¿Madre, estás ahí?-

Un pequeño resquicio de luz golpeaba el sillón, salvándolo de una oscuridad pintada por la presencia que allí yacía tirada: ya sea esperando la muerte, ya sea formando parte de la oscuridad de la que se dejaba envolver. Los sollozos y mi respiración acelerada esquivaban el silencio reinante, dominador. 
Me acerqué al sillón, olfateando la incertidumbre, acechando la duda. Poco a poco me acercaba, pisando inseguro y vacilante, con el corazón atemorizado y la valentía asustada. El entorno apestaba a muerte anunciada: La única bienvenida a esta casa.
Un hogar destruído donde  los ecos de las risas de mi padre, los enfados de mi madre y las tonterías de mi hermano estaban tirados por el suelo, sin memoria que los recoja. Todo yacía desperdigado como cristales rotos partidos por el paso inexorable y doloroso del tiempo que no todo lo cura ni olvida. 

Las maderas de esta habitación, la de mi madre, estaban barnizadas de amarguras; las paredes pintadas de melancolías y el suelo desanimado de huellas arrastradas. 

-¿Madre, estás muerta?-

Los despojos de lo que había sido una mujer hermosa estaba tirados a lo largo del sillón. Una piel arrugada por la depresión y la pena estaba tan seca que debajo de ella, ya poco quedaba. Se le marcaban los huesos, la piel estaba apergaminada y el pelo desteñido y revuelto. Los ojos estaban abiertos, mirando al vacío, perdidos en una conciencia que vagaba por un mundo esperanzador de reencuentros imposibles. Lo bueno que quedó de ella salió despedido por la puerta y la poca lucidez que anhelaba salvarse estaba escondido en algún rincón de la habitación o fusionada con la negrura insondable del lugar.
No dejaba que la cordura y la paz entrase por la puerta ni por las ventanas: todo estaba cerrado; el paso estaba prohibido para la esperanza; permiso denegado para la felicidad.

-¿Madre, estás viva?-

Estaba hablando en susurros, con alguien. A veces reía, a veces lloraba. No me atrevía a interrumpirla. Luego calló, cerró los ojos y una sonrisa cálida dibujaba sus labios mortecinos. Me senté frente a ella, y la observé. Estaba muy delgada, débil. Su energía se agotaba y la dejadez hacia sí misma había convertido el grito en eco y el fuego en ceniza. Recuerdo su fuerza, su ímpetu ante las adversidades, dando la cara en todo. Nunca se amilanaba, nunca cedía, nunca callaba ante las injusticias y nunca abandonaba su objetivo. 
Pero después de la muerte de su hijo toda esa pasión por la vida se había convertido, de la noche a la mañana, en cobardía y miedo. Y todo lo hermoso de su forma de ser, lo había escondido en aquella habitación, en los cajones del armario o debajo de la alfombra polvorienta. Su mal no se curaba con pastillas ni desconocidos a sueldo: yo, su hijo, era el billete de vuelta de una ida al abismo. Se había encadenado de recuerdos así como su espíritu se anclaba a un pasado sin retorno y yo, su hijo, era el único soplo de aire en su infierno interior, el perdón del castigo autoinfligido.


-¿Madre, no me reconoces?-

-Tú me diste la vida. Tú gritaste cuando yo salía desde dentro de tí, empujando y causándote dolor de madre. Mírame, estoy aquí, sigo vivo, aún respiro.
-Debes caminar por las calles de la vida y no por atajos que llevan a callejones sin salida tapadas por la muerte.
-Recupéremos los momentos perdidos y las sonrisas atrasadas. Lloro madre, lloro por tí y por mí. Me siento vacío, viajo sin rumbo esperando que me indiques el norte para recuperar la orientación de mi vida. Desde que te perdí, vago por un laberinto silencioso, sin una voz que me guíe a la salida, al amor, a tu compañía.
-Estoy en un desierto, sediento y sin provisiones, y todo a mi alrededor es arena quemada al sol y heladas de noches frías y sin abrigo. Necesito una mano que me acaricie y me consuele, me apoye y me diga que todo va a salir bien.  

-¿Recuerdas cuando tú me sostenías en mis primeros pasos o me ayudabas a soplar las velas en mis primeros cumpleaños?. ¿Y cuando me ayudabas a  mantenerme recto para no caer en mi primera bicicleta o cuando me protegías con abrazos protectores?. ¿Y cuando me escribías palabras de ánimo en mi diario de la tristeza?. 

Tan maravilloso es recibir ternura como darla en los peores momentos. Miro a mi madre, está sonriendo. Miro a mi madre, está llorando. Miro a mi madre, al fin me reconoce. Miro a mi madre, me ofrece su mano. Me siento a su lado.


-¿Mamá, me dejas que te ayude?-

Tengo que....

Tengo que comprarle un nuevo traje: estampado, alegre y vivo y tirar el negro que la martiriza y aprisiona. Peinarla a la moda, comprarle bonitas joyas, alimentar sus huesos marcados y comprarle zapatos para pasear; tengo que recoger la ilusión y la felicidad de los rincones donde se esconden y enseñárselos; tengo que decirle que de lo bueno y lo malo aprendemos a ser más fuertes; tengo que encender la luz apagada y adornar con figuras alegres, cortinas blancas y manteles de flores nuestra casa. Tengo que colocar fotos de papá y de mi hermano y sonreir al saber que desde un lugar no tan lejano, ellos también nos sonríen y nos esperan pacientemente, a que vivamos lo que el destino nos tiene predestinado; tengo que decirle que el reflejo de su imagen en el espejo debe estar obligado a sonreir y vivir cada día como el último de nuestra vida; tengo que recordarle que la brisa no solo acaricia su cuerpo, sino su alma, que una flor no se huele sino se siente, que una sonrisa vale más que mil palabras y que una caricia no es sólo un roce sino un deseo de sentirnos amados.

Y sobre todo, recoger los malos momentos, guardarlos en una caja, cerrarla, arrinconarla y echarla al mar del olvido. Desde ahora: levantarse, comer, pasear, respirar, sonreir, llorar, desear, amar, soñar, abrazar y besar estará alimentado por la energía de la ILUSIÓN.

- ¿Mamá...?

Amrita



Hoy 5 de agosto he terminado de leer una novela japonesa que me dejó Mode, Amrita, de Banana Yoshimoto.

Como le comentaba a los amigos, quería el mes de julio para descansar y recuperarme y el de agosto para planificar y actuar con mi mudanza y todo lo que lleva consigo. Este libro me parece bueno porque consiguió alejarme un poco del bullicio del ajetreo que tengo entre manos. Es ficción, incluso un poco más allá del estilo de Murakami que tanto nos gusta. Pero entretiene y te va diciendo cosas al oído.

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Banana Yoshimoto nació el 24 de julio de 1964 en Tokio.

Novelas: Kitchen (1987), N.P.(1992), Sueño profundo (1994)…

La crítica piensan que muchas de sus obras son comerciales y superficiales. Pero sus seguidores opinan que captura perfectamente el significado de la frustrante vida de los jóvenes japoneses de hoy.


martes, 4 de agosto de 2009

Del duende a las acuarelas

El lunes 3 de agosto estaba paseando por el parque municipal de Arucas cuando me llevé una agradable sorpresa, Antonio el artista (acompañado de su hijo) el autor del famoso “Duende del Parque Municipal” que aparece en la guía turística de nuestro municipio estaba restaurando la escultura que hace muchos años hizo en el tronco de un árbol y que hace unos seis años alguien estropeó. Estuve un rato contemplando su trabajo y el se reía e intentaba pasar un sombrero para que la gente diera una propina. Creo que el Ayuntamiento de Arucas, desde Patrimonio o desde la Consejería de Cultura debería darle a esta persona una recompensa económica por SU EXCELENTE TRABAJO.

Durante el día llamé a varios amigos para quedar en Guía para asistir a la ina
uguración de acuarelas de un amigo. Después de varios intentos pasó a recogerme mi amigo Cerpa (http://antoniocerpa.blogspot.com) que me contaba que está trabajando ahora en una serie sobre el desnudo femenino (¡habrá que verla…!). Al llegar a la Casa de la Cultura de Guía nos llevamos una gran alegría porque nos encontramos con muchos amigos. Allí estaban los dos pintores Juan Martín y José L. Araña acompañados de sus seguidores. Nos encontramos con Fran Moreno (el fotógrafo ) que acaba de llegar de Tenerife. Con Lin (el chino, este extraordinario Leonardo da Vinci de Arucas) , varios pintores más y algunos conocidos representantes políticos…
Al terminar de contemplar las acuarelas, y tomarnos un ron de Arucas y queso de Guía..¡Mentira…! Nada de eso…pero bueno…
Allí no se va a tragar comida, sino cultura…Después de un rato agradable nos fuimos a llevar a Lin a su domicilio en Teror, pero pronto lo tendremos por Arucas, creo que practicando “tai chi” en el parque …
¿Lo veremos…?

lunes, 3 de agosto de 2009

MI CUADERNO DE BITACORAS

¡ Siempre soñé con ser el héroe del partido! Los que amamos el baloncesto siempre soñábamos, cuando jugábamos, en meter la última canasta faltando 3 segundos para terminar el partido. Lo mejor de todo es que imaginábamos hasta como lo retransmitiría el periodista televisivo de turno:
¡ Quedan 3 segundos! ¡ Antonio Santana lleva la bola! ¡ Dribla, se escapa de uno, de dos , de tres defensores, se levanta, tira y..... y .....!! ¡¡ Canasta ...... Canasta ..... Canasta .....¡¡ Ha ganado, ha ganado, ha ganado....!! El público coreando mi nombre, las tías buenas haciendose el pipi pepsi-cola por mí. Luego te despertaban de tu autoparoxismo fanático e onírico, el típico amigo diciendo: ¡ Pero tira ya tío....!¡ Estás mamao...!!! ¡ Joer qué brusquedad!! Todo eso en la estartalada cancha de la Goleta, donde pasé mis más tierna adolescencia y posiblemente mis mejores años como deportista... cuando uno siente que todo es posible... cuando te crees invencible... ni las balas ni los cuchillos podían con uno....
A mis 33 años, viviendo en Lanzarote y retomando mi aventura baloncestística que dejé aparcada unos años, vuelvo a soñar con el baloncesto... pero esta vez como entrenador o más bien, como educador. Mi curriculum baloncestístico es cuando menos bastante curioso...
¿ A que no adivinais donde fue mi primer partido federado de baloncesto con el C.B. GOLETA?
Fue contra los presos de Salto del Negro, o sea en la cárcel.( No es broma que cuando le dije a mi madre que iba a la cárcel.... a jugar a baloncesto casi le da un infarto) Con 16 años me medí a jugadores como " El Moco", "San Blas", " El Mano Güevi"... vamos la flor y nata del penal de Salto del Negro... ¡ Qué partidazo! Ganamos de 5... Fue el partido de baloncesto más surrealista que jugué y que posiblemente juegue en mi vida. Recuerdo que se jugó en el Modulo 5 de presos de poca condena, y por lo visto éramos el primer equipo que pisaba la prisión para competir deportivamente a algo... Sólo os puedo decir que no recuerdo haber tenido tanto público viéndome jugar... Todos los presos del Módulo alrededor de la cancha aplaudiéndonos con todo el pitorreo del mundo cuando nos ven entrar al patio al grito de: ¡¡ Ahí viene el JOVENTUT!!! ( Vestíamos de verde y negro como el equipo catalán, el Joventut) . Lo mejor fue el calentamiento, con unos negros afeitándose la cabeza a tres metros detrás de donde calentábamos. Un balón cayó en esa zona, ni decir tiene que nadie fue a buscarlo ( eso sí lo devolvieron). Bueno todo normal hasta que a nuestro jugador con más talento del equipo, Manolo Roque, no se le ocurre otra cosa que machacar el aro... Hizo un señor mate y acto seguido silencio sepulcral en aquel módulo al más puro estilo de Cadena Perpetua cuando Tim Robbins se cuela en el despacho del director y pone un disco de ópera con una cantante italiana... ( Una escena sublime por cierto). Pues más o menos igual pasó pero con el mate del compañero ... Pero bueno para no cansaros solo os contaré dos anécdotas de las muchas más que sucedieron en ese partido:
Cuando el base ( jugador que sube el balón a la otra pista y organiza el juego del equipo) del Salto del Negro marca jugada diciendo " me cago en mi puta madre" ( todo esto con puño en alto a lo CHE GUEVARA) y yo a todo esto, defendiéndolo... Casi me cago encima, lo juro.
Y lo más de lo más, fue cuando ganábamos de 20 y faltando unos 8 minutos para acabar el partido, de repente como en las películas, se para el partido y todos los presos al unísono empiezan a gritar: ¡ Moco! ¡Moco! ¡ Moco ! ¡ Moco! Y de repente se abren las columnas de presos que bordeaban la pista de juego y aparece un tío esmirriaooo, flaco de cojones, casi famélico con un piercing en la nariz... Era el Moco... De repente, me planteo : ¡ Vaya mierda de tío, tanto Moco y aperece este jacoso!!! La madre que lo parió, las metía todas de todas las posiciones posibles... Casi nos gana el solito... Menos mal que lo habían castigado y le dejaron solo jugar al final.... Todavía lo cuento y reconozco que parece un chiste malo, pero os aseguro que todo eso pasó...
Bueno chicos, me incorporo al blog para hablaros de baloncesto, desde mi cuaderno de bitácoras, donde hablaré siempre de baloncesto en general y de otras cosas si me lo permitís. Bueno chicos espero que les guste y espero que se aficionen al deporte de la canasta con mis humildes aportaciones.... Un abrazo

domingo, 2 de agosto de 2009

El Rincón del Cinéfago. UP (o parte de ella)


UP. USA. 2009
Directs: Pete Docter, Bob Peterson



Coitus interruptus. Eso sufrí anoche en el minuto 62 de una obra maestra absoluta. Me lo estaba pasando como hacía tiempo que no disfrutaba. Una historia hermosa, emocionante, condensada en unos diez minutos donde se suceden las imágenes de una larga historia de amor y deseos compartidos sólo acompañados por la música y que el público infantil difícilmente entenderá. Y esto hace grande a esta película animada. Cine infantil con personajes desternillantes y cine adulto con una historia de amor y viudez capaz de atenazarte la garganta y hacer que tragues en seco un par de veces. Los colores, las texturas de las telas, la apariencia real de todo lo que se mueve y de lo que permanece inerte en pantalla… referencias cinéfilas (de nuevo muy difícil de entender por un crío) de otros tiempos y de otras aventuras cinematográficas de culto (la casa volante suspendidas por miles de globos le debe mucho al maestro japonés Hayao Miyazaki – “El castillo ambulante”-). Y emprendimos el viaje del Sr.Fredircksen y su gordinflón polizón Russell, y con la eterna fotografía de la esposa, Elli, por la que el viejo cascarrabias realiza el viaje. Nos estábamos emocionando; nos estábamos riendo; estábamos cuchicheando asombrados con la técnica de estos geniecillos de Pixar… y de pronto SILENCIO. Incómodo silencio mientras en la pantalla el orondo Boy Scout encontraba un nuevo amigo en forma de enorme pájaro equilibrista de tantos colores como un cuadro expresionista alemán. Y se alargaba la silenciosa agonía y el mutismo de los personajes (de los que ya nos habíamos encariñado) era desesperante. Nadie se moví a de su butaca. Nadie hablaba, con la esperanza de que en cualquier momento el niño y el viejo despertaran de su silencio y nos perdiésemos una palabra. No hubo forma. Diez minutos después se encendieron las luces de las salas y las voces de los “humanos” nos arrebataron la aventura. El sistema de sonidodolbydigitaltecnologíapuntadeloscojones se había estropeado. Abandonábamos nuestras butacas a paso de funeral, girando el cuello y despidiéndonos de UP. Devolución del dinero. Ningún grito; ninguna palabra más alta que otra. Una ordenada fila para la devolución del billete de nuestro viaje a las Cataratas Paraíso en la casa del millón de globos de helio, en la que todos hablábamos de la obra maestra que duró solamente 62 minutos.


R.M.V.

A ella

Rímel

¿Qué me queda?
y me dejas
la encrucijada de tus sentimientos
la mirada lasciva
y el paso del tiempo atormentando mi mente.
Tú figura difusa
cuando estuve a punto
de vender mi alma al diablo.
Me dejas
besos corroídos y tu perfume retocando mi desdicha
muriendo en mi retina la imagen de tu cuerpo
balbuceando tú nombre
sin apenas tiempo para el dolor
o la desgana,
y las tonterías que me decías al oído
resuenan como la marcha fúnebre
de aquellos desencuentros contigo.
Tú, y tu mirada
tú, y tus palabras
vacías
vomitadas de unos labios corroídos
y la marca del rímel en mi camisa
cuando llorabas apenada sobre mi hombro
buscando que fuese yo
quien jugase a ser tu salvador...
Tantas mentiras y tantas noches esperándote
imaginándote, sintiéndote cuando no estabas,
¿y qué me queda?
y me dejas.


Satori. Verano 2009