miércoles, 9 de junio de 2010

No somos

No somos
ni seremos...
Y busco la mitad de mi destino
por que la otra mitad
la tengo en el bolsillo
junto con lo que no somos, ni seremos.
Y vivo en un pañuelo
a veces anudado solo en cada esquina
y otra al cuello
ocultando las huellas que producen
el estrangulamiento de unas ideas
impuestas...
Y los muertos que descansaban
en los dibujos de mis papeles
soñando finales felices,
y otros que ya no sueñan
por que no somos ni seremos nada
con la marca de este destino de nacer
y de morir
por nada, para nada
creando vacío dentro del bolsillo
donde guardo mi pañuelo.

Satori 2009-2010

martes, 8 de junio de 2010

Cabalgando sobre los restos de mi ruina, me dirijo a ningún sitio donde nada me espera, donde todo es olvido. Retomando el camino perdido, busco caras conocidas y solo encuentro huesos con olor a primavera que me avisan de mi destino, todo es cruel y nada es importante, solo lo que llevo en mi alma errante, viviendo en la orilla de la vida cualquier momento es bueno para venir al otro lado, solo que aún la marea sigue en calma.....

domingo, 6 de junio de 2010

Treme, New Orleans. Lousinana... 3 meses después


Esta semana empecé a ver “Treme”, la nueva serie para la HBO (esas 3 letras sobre fondo gris chisporroteante me dejan muy tranquilo y seguro) que ha creado ese gran genio de la realidad-ficción para la televisión que es David Simon; también creador de otras magníficos productos para la tele por cable como The Wire, The Corner, y la más reciente, Generation Kill. Como esperaba –estaba pre condicionado a que me gustase- no me defraudó. Todo en Treme tiene ese aroma a bien hecho, con gusto, sin prisas y destinado a que encante y deje huella


La trama arranca con el primer desfile por las calles de Treme (un barrio de New Orleans con el mayor número de músicos por metro cuadrado de Estados Unidos) tres meses después de que el huracán Katrina arrasara las costas del estado de Louisiana y obligara a la población, bien a abandonar la ciudad, o bien a convivir entre escombros, lodo, miseria, y esperando la ayuda que el Sr. Bush les prometió para volver a “vivir”.


La trama se desarrolla de forma lenta, muy dialogada, con personajes que arrastran sus zapatos cansados, desorientados, derrotados...pero por las calles de Treme es imposible andar sin escuchar las notas que salen un trombón, la sordina de una trompeta o las teclas acariciadas de un piano… this is jazz, man. Los interludios entre escenas se llenan de clubs donde se bebe, se baila y se toca JAZZ (con mayúsculas), músicos callejeros, desfiles llenos de color, el DJ que se empeña en triunfar a pesar de las hostias recibidas, cameos como los de Allen Toussaint, Kermit Ruffins, Elvis Costello… mucha, mucha y buenísima música que convierten la serie en una joya, porque después de ver seis capítulos (ah!, el personaje de profesor-activista-que está hasta los güevos, que encarna John Goodman, es magnífico) tengo claro que Treme es una declaración de amor incondicional a una ciudad, y de amor a la música que nació en esa ciudad.