jueves, 1 de octubre de 2009

Comenzó el tuteo

Cuando llegué al instituto me gustó la panorámica general, pero luego de cerca lo encontré bastante deteriorado, pero como nuevo que soy no me atreví a decirlo en voz alta, hasta que un amigo, padre de una alumna me comentó que el recinto necesitaba ya una reparación…La madera que ha estado al aire libre durante todo este tiempo ha sido protegida por barniz, pero... Si no se hace con cariño y asiduidad…Creo que hay darle la victoria al tiempo, bajar la cabeza y lijarla, pintar de verde para intentar conservar lo que queda…
El 16 de septiembre comenzó el curso en el I.E.S. De Teguise...

¡Muchos p
adres respiraron....!

Tuve clase en la casita
(un espacio en forma de torre redondeada con capacidad para pocos alumnos), un lugar muy acogedor. De seis alumnas matriculadas en segundo en la asignatura de higiene vinieron tres. Varias veces, mientras ellas copiaban lentamente, pausadamente, tranquilamente, los esquemas , yo aprovechaba para asomarme al balcón. Desde allí contemplaba a la profesora de Educación Física dando charlas y entrevistando a los diferentes curso. También, un compañero de Servicios a la Comunidad tenía que improvisar un aula en el patio e impartir dinámica de grupo, hasta que todo vaya colocándose.

Las dos últimas horas tuve un curso de 25 alumnas (21 chicas y cuatro chicos), aunque están matriculadas 33...La Consejería aprieta para que una serie de ciclos tengan 30 alumnos...
¿Dónde los metemos ? ¿Cómo realizamos las prácticas...?
¡¡¡Socorroooo ...Consejeraaaaaaaa de NOeducación...!!!

Si las alumnas de 2º eran lentas, las de 1º que proceden de la ESO, hablaban, reían y mariposeaban...

¡¡¡Hay mucho trabajo por delante....!!!

Varias noches he vuelto a tener problemas con Morfeo..Esto del trabajo por la mañana todavía no le cojo el tranquillo...

¡Cambio de biorritmos...!
Una amiga Psicóloga me conto que llamo a varios institutos para proguntar por las plazas vacantes que anunciaban la Consejería , para sus pacientes...Desde los diferentes institutos les respondieron muy enfadados que era mentiras, que protestaran para poder contratar mas profesores y aumentar el número de alumnos....
¡Qué desastre...!
¡Se aprofechan de la crisis para todo...!

¿En qué planeta vivo...? ¡¡Socorrro ….Eduardo Galeanooooo...!!!

Me he queado soprendido con la conserje del instituto, esta chica me contó que lleva 16 años trabajando en el. Comenzó cuando habian 17 profesores, ahora somos 63 y sigue ella sola para el excesivo trabajo que hay (el de dos o tres personas). Pero ella siempre tiene la sonrisa en la cara, abre y cierra puertas, te habla, sonrie, responde al teléfono, hace fotocopias, va a correos... ...Y no da clases porque algunos profesores se oponen...¡¡Jejeje....

!!!
La hija de mi amigo me ha dejado un par de libros, Crepusculo de Stephenie Meye y La orden de la academia Spencer de Libba Bray. Este lo comencé a leer y me ha enganchado. Pregunté a varios amigos por estos libros juveniles (los necesito para enchufarme con los de 2º de la ESO) y algunos me hablaron bien de la primera saga, la segunda no la conoce casi nadie. También me aconsejaron a la valenciana Laura Gallego (Memorias de Idhún y muchos otros ).

Estaba charlando con uno de los profesores nuevos que quiere hacer un equipo de ajedrez con los alumnos (quiere que los niños jueguen en el recreo) para continua una labor que viene haciendo desde otros instituto. Le faltaba el martes para completar la semana y le dije que yo le ayudaba. Se nos acercó una profesora y nos preguntó si estábamos de guardia...
¡No..!
Bueno, de todas formas si viene un padre a buscar a su hijo le dicen que estoy en al aula...
Le respondí. ¿Y si no vi
ene , que le digo...?
Ella dudó un rato, y luego se rió y se fue para su clase...
En ese momento u
n profesor que conoce a mi hijo dijo...
¡Ya veo de donde viene el sentido de humor de tu hijo...! (¡¡Jejeje...
orgullo de padre...!!!).
A ese mismo compañero le conté que estos dias había realizado consultas sobre informática a mi hijo y que me bajara algún programa y como le insistí bastante me dijo...
¿Y tú, te diste en golpe en la cabeza que ya no sabes nada de informática...?

Est
os jóvenes de la play, traspasan todos sus conocimientos rápidamente a la informática...Son los hijos de la tecnología...Tienen muchas deficiencias, pero también son genios en algunos campos...
Un fin de semana me fuí comprar un pollo a “El gallo loco” en Tahiche, y me encontré con un francés como dependiente. Muy simpático, y con muy buena comida....En una conversación que mantuvimos me dijo: ¡Va, el hijo de mi compañera solo sacó un cinco en francés...!¡Y eso que la madre es de aquí, pero lo habla muy bien...!

Por las tardes hago un circuito de 30 minutos con la bici. El ritmo depende de mi energía, y sobretodo del viento...Jolines...a veces parece que hay alguien agarrándome la bici por detrás...Varias veces giré la cabeza....

Los sábados estoy quedando con mi amigo Suso para irnos a tomar algo a Arrecife ... El día que pasamos por delante de la cafetería “La Unión” me dijo :”Aquí fue donde se pusieron micrófonos para coger a los culpables de corrupción...”

El domingo, después de un recorrido por Lituania, Polonia, Francia, Grecia llegué a Serbia...Perdón, yo no, la selección de baloncesto que ha ganó todos esos partidos por más de veinte puntos y se proclamó campeona...al día siguiente, el periodico fanático “As”, dedicaba la portada al fútbol y arriba a la izquierda en un recuadro pequeñito una foto de la campeona de Europa..Mira que le faltan neuronas a estos futboleros...

De la noche al día...
El lunes 21 tuve una mañana movidita, no quiero aburrirlos con más de lo mismo pero me bauticé con los dos segundos de la ESO...

Mientras que el martes 22 impartí clases a 1º de E.Infantil. Una clase de 27 alumnas (y un chico) y era como pasar a otra galaxia de la educación...Gente muy receptiva, simpática, educada...
C´est la vie!!!
El 23, el director me dice que ¿cómo llevo el trabajo de la gripe..? ¿qué gripe....?

¡Tanta información …!
Ni la OMS sabe de que va esto...El 25 dice que no sabe si una o dos vacunas. Que si...
¡Ay, ay...!

El 24 me dieron el tamagoche. Es una aparatito para pasar las faltas...A esta edad jugando como los críos...
25 de setp. Comida en Costa Teguise....Risas va, risas viene..¿Y la comidad...? jejeje, el alcohol apagó mi hambre y sacó toda mi alegría.
El sábado salí con lal moto subiendo por S. Bartolomé hasta la Gería para ver sus bodegas.

El dom
ingo el recorrido con la moto fue bajar por Arrecife, hacia Playa Honda, Mazdache, Uga y regreso por la Geria, Teguise, Nazaret, Tahiche. Los dos días estaba el día soleado, pero el viento te sopla en los oídos y no te deja disfrutar como quisieras.
30 de septiembre, tuve una discusión con parte del primero del ciclo...Al día siguiente , como el dicho, “después de la tormenta, llega la calma”...

Todo este tiempo he estado con mi hijo, con su gato, su perro, sus hobbys...A veces sube o baja conmigo al instituto...

¡Otra fasceta de la vida...!

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Mi espacio 39. La familia de Miguel


Miguel es dueño de un mediano negocio que ha crecido considerablemente estos años. Cuenta con una plantilla de diez o doce empleados y pasa más tiempo viajando que en su casa de Tafira: plantando lechugas en su pequeño huerto o rasgando su antigua Gibson Les Paul negra en el garaje sentado sobre el flamante amplificador de segunda mano que compró a un tipo en un callejón de Molino de Viento. Recuerdo la tarde que fuimos a buscarlo en mi furgoneta y lo sacamos del pequeño sótano cargándolo sobre los hombros. Es un tipo afable, alto, cuidado y que conserva intacto el mismo atractivo por el que fue reconocido en nuestra pandilla como RompebragasSuárez. Años atrás, en el salón de mi casa y delante de dos cervezas, me confesó que no había cambiado y que había engañado a Sandra, su esposa, un par de veces, o tres quizás, en estos años. Miguel sigue siendo uno de esos tipos que no sabe mantener la polla reposando en la ingle. Hace unas semanas, un sábado por la tarde después de que la Unión Deportiva perdiera por uno a cero contra el último de la tabla, nos tropezamos en el Centro Comercial. Miguel, el cabrón con suerte Suárez, y su hijo parecían escuchar atentamente a un joven dependiente- incómodo dentro de su traje- que blandía entre las manos un ejemplar del último Planeta a la vez que les hacía una torpe crítica cargada de chasquidos de lengua y silencios rastreadores de palabras previamente memorizadas. Me acerqué hasta ellos bordeando la estantería con los títulos de la editorial de los 600.000 euros de premio y golpeé con el codo El Mundo de Juanjo Millás. Abordé al chaval por la espalda- si yo fuera un ninja el pibe yacería en el suelo con el cuello roto- y le susurré al oído que no se fiara de aquel pasmarote porque la novela era muy mala y aburridísima. Miguel se sorprendió al verme y cortó súbitamente la charla del vendedor empalado por Emidio Tucci. Nos dimos un fuerte apretón de manos y un abrazo de oso con olor a crema hidratante.
Tú por aquí, qué tiempo sin verte, ¿cómo va todo?
Joder, y tanto tiempo, lo de siempre, que bien te veo.
El dependiente dio dos pasos atrás, giró sobre sus talones de goma y desapareció detrás del estante. El chico, su hijo, seguía con la novela entre las manos, hojeándolo ceñudo, como si intentase descifrar un código antiguo implícito en sus páginas. Miguel lo asió orgulloso hacia su pecho.
Este es mi campeón, Jorge, ¿lo recuerdas?, seguro que la última vez que lo viste era un pingajo que no levantaba dos palmos del suelo, pues míralo ahora, tiene quince años.
Jorge no despegó la vista del libro, no fuera a distraerse en la infructuosa búsqueda de la solución del jeroglífico de la que, por su gesto, estaba todavía muy lejos. Miguel tamborileó con sus dedos sobre los hombros del chico y lo invitó a pasearse por los estantes de la escasa literatura juvenil. Miguel marcó un directo a mi pecho que acompañó con una sonrisa de fundas blanquísimas.
¿Qué me cuentas Rau?, ¿vienes del estadio?, cómo palmamos, joder, es que no tenemos equipo, el Marcos Márquez está negado.
Acabo de salir del trabajo. Voy a pagar este libro- le mostré la novela de Murakami que llevaba debajo del brazo- y me pasaré por el Super porque tengo la nevera como si me la acabase de comprar.
Hablamos por espacio de diez minutos, tiempo suficiente para que Miguel me relatara su amarga lucha diaria contra su hijo adolescente, que parecía un zombi deambulando por los pasillos flanqueados por hileras de libros.
No quiere estudiar. Se pasa las tardes encerrado en su habitación pegado al ordenador y jugando a la Play. Sandra dice que apenas come y los fines de semana sale por ahí con los amigos y se pasa por el arco del triunfo los horarios que su madre le impone, tiene desgana por todo, se negaba a terminar la ESO, Raúl, yo, la verdad, paso poco tiempo con él, estoy todo el santo día de aquí para allá y los domingos se los pasa durmiendo, míralo- señaló con un gesto de barbilla a Jorge, que vagaba por la planta y al que por momentos solo se le veía la gorra por encima de las columnas de estanterías-, no ha leído un libro en su puta vida, tiene ojeras de oso panda, creo que se fuma algún que otro canuto con sus amigos, siempre que intento sacar el tema parece que pone el salvapantallas y no articula palabra, qué suerte tienes no teniendo críos, qué suerte.
Miguel se quitó las gafas de pasta roja y limpió los cristales con los bajos de su camisa. Volvió a ajustárselas y con semblante cansado dijo para sí, negando con la cabeza, que era una batalla perdida.
El chiquillo volvió a reunirse con nosotros, que seguíamos parados el mismo sitio donde nos encontramos, colocándose la gorra cuidadosamente para que su trabajado peinado no perdiera la fijación que le otorgaba la gomina y un buen rato delante del espejo.
No veo nada interesante, papá, vamos para casa que se me está quedando el móvil sin batería.
Miguel se giró hacia Jorge cruzando los brazos y me adelanté hábilmente a su reproche, quitándole así de encima al chico un toro bravo con un capotazo disuasorio.
Creo que tu padre tiene en casa El señor de los anillos, se lo presté hace años y nunca me lo devolvió, aunque creo que no le gustó porque no me pidió el resto de la saga, ¿no es así, Miguel?
Sonreí a mi viejo amigo, que me regaló un mohín como respuesta. Jorge suspiró profundamente y volvió a ajustarse la gorra. Pedí prestado el bolígrafo al dependiente trajeado que había perdido la comisión del Planeta. Abrí el Sauce ciego, mujer dormida, de Murakami, y en la primera página en blanco escribí mi dirección de email y lo primero que se me pasó por la cabeza para animar al chico a leerlo y no abandonarlo nada más abrirlo.
Cuando lo termines- una malévola sonrisa de dientes pequeños se abrió paso en su rostro- me cuentas por mail que te pareció y si quieres, puedo prestarte otro.
Le tendí el libro y Jorge lo recibió como si le entregase una apestosa bolsa llena de mierda, pero se ahorró cualquier comentario inapropiado. Me dio las gracias algo timorato. Leyó mi dirección de correo electrónico y las escuetas líneas dedicadas como si intentase memorizarlas. Martín me rodeó con su brazo derecho.
Pues, nada, gracias, Rau, un beso a Patricia y cuídate mucho. Ya quedamos otro día.
Sí, cuídate mucho, y tu también, Jorge, no olvides lo que te he dicho, ya me contarás algo.
Miguel abarcó a Jorge por los hombros esta vez y lo arrastró hacia la escalera mecánica.
Mientras me dirigía nuevamente a las estanterías para coger otro ejemplar del libro que acababa de regalar instintivamente, pensé en Miguel y en su mujer. Sandra se quedó embarazada con apenas dieciocho años. Dejó la carrera de empresariales tras dar a luz a Jorge. Ella y Miguel se fueron a vivir juntos a un pequeño apartamento en Bernardo de la Torre, un oscuro y frío pisito que pagaban a duras penas con el miserable sueldo de su novio y la manita que le echaban los padres para poder comprar pañales y cumplir con las facturas de la luz y el agua. Después de casarse, Miguel se asoció con un compañero y se dedicaron algunos años a la venta e instalación de aparatos de aire acondicionado. No les faltaba de nada, Miguel siempre se desvivió por su familia y los tuvo entre algodones, pero debido a sus continuos desplazamientos y semanas enteras fuera de casa, pasaba largo tiempo sin apenas estar con su hijo y su esposa. Ella empezó a abandonarse y a quejarse por todo. La última vez que vi a Sandra la encontré muy desmejorada. Hablaba de forma atropellada e histérica y comentó despreocupada que no podía dormir si no tomaba un par de pastillas, y que aún así, pasaba la noche en un continuo duermevela. La cena transcurrió entre inquisitivas miradas de reproche que el matrimonio no se esforzaba en disimular, discusiones cargadas de sarcasmo y rabia contenida, y una frontera infranqueable en la cama que luego más tarde, compartiendo un cigarro en el jardín, me confesó Miguel. Después de pagar los libros, de dar las gracias por el préstamo del bolígrafo y disculparme por el tiempo robado ante el desgarbado vendedor, recordé la tarde en que Miguel me contó que Sandra estaba preñada; que era una jodienda y que qué cojones iba a hacer a partir de ahora con un puto crío. Bebía una cerveza tras otra y en mitad de la noche, completamente borracho, se plantó delante de la casa de los padres de Sandra- ella dormía en la planta alta- dispuesto a abandonarla. Repitió la misma frase de ruptura, con ligeros cambios cada vez menos sutiles y convincentes, veinte veces en el trayecto de apenas dos kilómetros hasta la casa. Cuando se encontró bajo la lluvia a un metro de la puerta y con la mano preparada para llamar, se dio la vuelta pesadamente, se caló la capucha del abrigo, volvió al coche y mientras maldecía porque no conseguía anclar el cinturón de seguridad dijo que lo llamaría Jorge. El puto crío se llamará Jorge.

domingo, 27 de septiembre de 2009

La crisis la pagamos los mismos de siempre.

Esta última semana entre el europeo de baloncesto, las trampas de Renault, la liga de futbol y las miserias de Belén Esteban han mantenido al país lo suficientemente hipnotizado para que la verdadera noticia que nos afecta a todos pase desapercibida. La puñetera subida de impuestos del impresentable presidente que nos ha tocado soportar. Una subida de impuestos que afecta al currante de base, al pringao, al que ha mantenido a esta España sobre sus hombros mientras las mafias del cemento, los políticos corruptos y los grandes empresarios de la banca han vivido a cuerpo de Borbón sin dar un jodido golpe. Y ahora, cuando la crisis nos aprieta los huevos y nos asfixia el bueno de ZP que prometió subir los impuestos a las rentas más altas, en una semana rectifica y tira a lo seguro. Subir los impuestos a los currantes. En un país normal, con memoria política y talante democrático, los ciudadanos hubiéramos salido a la calle a manifestarnos y hubiéramos paralizado el país el tiempo que hubiera hecho falta hasta que el presidente retirara estas subidas de impuestos. Pero como vivimos donde vivimos y aquí sólo salimos a la calle cuando nuestro equipo gana la liga la medida se aplicará sin que nadie diga esta boca es mía. Además, otro progre de la vieja guardia, el señor Momo aprovecha la coyuntura para multiplicar las tasas municipales en Las Palmas. Y una vez este señor ha dado el pistoletazo de salida, a ver cuantos Ayuntamientos se van a apuntar a la misma idea. Porque también hay que decir, que muchas tasas municipales se han subido sin dar explicaciones de ningún tipo y sin que la ciudadanía se haya enterado, en Arucas tenemos las plusvalía (que pagamos como si viviéramos en Manhatan) o los recibos de agua. Y esto sin nombrar los gastos de electricidad, que ahora que se pagan mensualmente y pagamos lo mismo que cuando los recibos eran bimensuales.

Lo malo es que a ver quien es el guapo que pide la dimisión del ZP, porque la alternativa con el Rajoy a la cabeza es peor aún. El problema de base de este país es que no hay políticos válidos para gobernar, ni preparados ni decentes, que esto último es lo que escasea en la política. Y un ejemplo claro es lo que pasa en el Ayuntamiento de Arucas, en seis años han pasado tres alcaldes con tres pactos distintos y de tres partidos distintos. Y la cosa no mejora, sino que va a peor. Esto continuará así por los siglos de los siglos, porque en el fondo a los ciudadanos nos importa bien poco lo que pasará mañana o pasado mañana, nadie hace nada, y nos revolcamos en nuestra indiferencia. Si este fuera un país serio, ya hubiéramos asaltado el palacio de invierno, pero esto no es un país serio.

Es fácil hacer críticas, pero un buen hedonista siempre está dispuesto a aportar ideas para que el país despegue de una puñetera vez. Ahí van dos proposiciones que el presidente debería sopesar.

— Regula la prostitución. Legaliza a las prostitutas, que tengan derecho a la seguridad social, que paguen sus impuestos, y que puedan ejercer libremente su actividad. El negocio de la prostitución en España mueve 18.000 millones de euros al año.
— Legaliza el consumo de cannabis. Se consecuente, si el tabaco y el alcohol es legal no es por sus aportes a la salud pública precisamente, es por los impuestos con que están gravados. El consumo ilegal de marihuana mueve cifras cercanas a los 1.000 millones de euros al año.
Señor Presidente, si estas actividades estuvieran reguladas, ¿se imagina usted el dinero que ingresaría el estado? Y para esto solo necesita tener cojones, aunque todos sabemos que en lugar de echarle cojones a la crisis, usted prefiere putear al contribuyente.

Y no soy el único que piensa lo mismo: http://noticiaserb.wordpress.com/2009/09/12/espana-legalizar-prostitucion-y-hachis-puede-reportar-15-000-millones-en-impuestos/

Psicología callejera


Todos necesitamos contar nuestra historia, exponer nuestras vidas ante alguien y sentirnos comprendidos, saber que nuestra soledad, que nuestra cotidianidad, que nuestra existencia sirve para algo……Muchas veces eso lo hacemos desde la seguridad de quien conocemos, de quien nos conoce, pero a veces nos resulta mas fácil exponer nuestras miserias ante un desconocido, que en el 99,9% sabemos que ya no lo vamos a ver, y que se va a llevar una parte de nuestra rutina. Salimos a la calle y ante nosotros aparece un gran diván, donde sentarnos….vale cualquier esquina, o un banco del parque, o la parada de la guagua….a veces el silencio es tan cortante que sin darnos cuenta empezamos a hablar. Por supuesto primero hablamos del tema universal, que buen tiempo hace o ya se metió el invierno y luego empieza a surgir de nuestro cerebro todo aquello en lo que estamos atrapados, la tragicomedia de nuestra vida……….Nos da igual que a la persona que tenemos al lado le importe mucho o nada lo que estamos contando, necesitamos echar fuera todo el meollo de problemas que día tras día nos hace envejecer………somos capaces de exponer ante el universo descubierto lo que somos, lo que querríamos ser o lo que nunca seremos en cuestión de minutos, para luego seguir sumergidos en nosotros mismos, en la etiqueta que marca la sociedad….pero esos instantes en los que sacamos a la luz la monotonía que llevamos dentro y que por momentos nos asfixia, sentimos cierta paz, desahogo , una terapia para seguir adelante y para volver al día siguiente a otra calle, a otro desconocido………….