jueves, 3 de diciembre de 2009

Saludos desde las gèlidas tierras irlandesas.
Es mi cuarto dìa en Dublìn, la amable capital del lado sur de la isla.
James Joyce dijo, que estar en Dublìn, es estar en el mejor sitio del mundo (a nacionalista pocos le ganaban) y estos dìas me he sentido, si no en el mejor lugar del mundo, muy cerca de èl. Si tuviera que poner un ùnico adjetivo a esta pequena ciudad (ay, esa letra que me falta en este teclado con rabito encima) serìa : amable. La gente es muy amistosa y solìcita: siempre dispuesta a explicarse de la mejor forma para que encuentres fàcilmente lo que buscas, compartiendo una pinta de cerveza en los Pubs, esforzàndose por aguzar el oìdo para entender mi poco sofisticado inglès... Lo peor... lo pronto que el sol se mete en la cama. Demasiado pronto. A las cuatro de la tarde ya està anocheciendo, y media hora despuès es noche cerrada (!y amanece a las ocho!). Los primeros dìas, a las cinco de la tarde, tenìa una atroz sensaciòn de cansancio: como si fueran las once de la noche y me dispusiera a ir a la cama: pero un par de Guinnes animan los corazones.
Cuando retorne a casa y el paso de los dìas vuelva a recordarme esta ciudad, escribirè alguna crònica màs inspirada (levantando la mirada del teclado puedo recorrer la avenida O'Connelly, iluminada y atestada de gente que va de un lado para otro, y a mi lado, un totum revolutum de idiomas que utilizan el Skype para hablar con sus familias, no me facilitan un ambiente propicio). Porque si esta ciudad inspirò a Oscar Wilde (dos dìas atràs visitè la casa de su infancia y la estatua de la esquina en la que yace de forma chulesca), a Joyce o a Yates, digo yo, que algo podrà hacer por mì. Ayer en la manana (acabarè por pintar el rabito a la n) cogimos el tren y caminamos por las calles de la vestusta y maltratada Belfast. Allì, el Hotel Europa, la Grand Opera House o el imponente ayuntamiento con interiores forrados en màrmol italiano, imponen la ley de que esta ciudad tiene una deuda consigo misma. Nos adentramos en el la zona republicana, en Falls Road, repleta de orgullosas banderas irlandesas en terreno britànico. Echamos a andar sin saber muy bien cual era nuestro destino. La sensaciòn de creerte perdido en medio de los murales que luchan contra el olvido y que adornan las casas y muros de diminutos ladrillos, las placas conmemorativas de los màrtires, la frase que reza en el mural de Bobby Sands " Nustra venganza serà la risa de nuestros hijos"... es sobrecogedor.

Cuando regrese dejarè algunas fotos.
Ahora daremos un paseo por los alrededores de Temple Bar, unos callejones empedrados junto al negro rìo Liffey, donde la mùsica tradicional suena junto al rock and roll màs vanguardista y como no, regado con mucha cerveza.

Saludos.

domingo, 29 de noviembre de 2009

Acojoniao


Anoche he visto la película; “Paranormal Activity”. La verdad es que esperaba que fuera algo serio, pero iluso de mí, no es más que otra mier… que nos meten a bombo y platillo por los ojos y las orejas.
Me gustan mucho las ciencias ocultas y mi curiosidad cedió ante tanta propaganda del film, y es que me fue defraudando a medida que avanzaba la cinta, me empecé a preguntar, ¿es que el tipo este, el protagonista, no trabaja?, así quisiera yo también tener fantasmas en mi casa con un chabolo de los más mejores como tiene los panas estos ahín y con ordenadores y movidas que tenía el nota, encima tocaba la guitarra eléctrica y al principio de la peli tenía el tipo puesto un video de un grupo de caña de la buena. La verdad es que pensé en que no estaría mal vivir así aunque fuera un poco acojonao.
Pero la cosa fue decreciendo, en una de las partes de la película, el tipo le muestra a su novia un exorcismo “real”. Ahí ya me partí de risa, mi sobrino se pone peor cuando no quiere comer. Para colmo a la supuesta poseída se le desmiembra el brazo izquierdo al estar atada y tener las convulsiones típicas de una persona endemoniada y todo aquello lo hago yo mejor con un bote de salsa tomate y tripas de pollo.
Total, que ya despejaron mis dudas, y para remate, ya estoy con la mosca detrás de la oreja y me pongo a analizar la película como cosa mala. Veo que en las escenas del dormitorio aparace siempre más iluminada la cama que en vez de la puerta que es por donde entraba el supuesto ser maligno, que dicho sea de paso y como he comentado antes, es un angelito al lao de mi sobrino Alejandro en plena fase de perreta aguda.
En resumidas cuentas, que como un tonto caí en esta mier… de película que supuestamente era real. Claro, que como me gustan estas cosas y estoy siempre enganchado a Espacio en blanco y a La zona oculta, pos así me va.