sábado, 30 de mayo de 2009

Ángela Becerra en Antena3

Hola amigos:

A veces uno se sorprende de encontrarse noticias que merecen la pena escuchar y ver. Pues nada y nada menos apareció como si nada una de nuestras escritoras preferidas, Angela Becerra.

Habló de su último libro, "Ella, que todo lo tuvo" y la verdad tiene una pinta muy guapa, como su autora.

Lo grabé en el TDT pero no consigo cortar su parte, porque grabé mucho y es demasiado grande el archivo, por ello entré en la página de Antena3 noticias y pude encontrarlo.

Aquí les dejo el enlace y espero, si no lo vieron, que lo disfruten tanto como yo. Me ha alegrado escuchar su voz y grabar en mi mente algunas de sus expresiones e idealismo mágico que tanto desborda.

http://www.antena3noticias.com/PortalA3N/noticia/cultura-y-espectaculos/Angela-Becerra-nos-presenta-ultima-novela/6452738

Hasta luego.

viernes, 29 de mayo de 2009

El factor humano


En su programa de la noche del 27 de mayo, Buenafuente entrevistó a John Carlin, autor del libro “El factor humano” que va a ser llevado al cine por Clint Eatswood . El periodista británico explicaba que el deporte extrae la parte tribal del ser humano, y esta se puede manipular para causas negativas (como hizo Hitler) o para conseguir resultados como los de Nelson Mandela, expresidente de Sudáfrica. Este se dio cuenta del poder, de la energía del deporte cuando estuvo en las Olimpiadas del 92 en España y decidió utilizar el rugby en su país para unir a todas las razas (en 1995 Sudáfrica acogió por primera vez la Copa de Mundo de Rugby).


Este periodista gran conocedor de fútbol, fue durante muchos años seguidor del Manchester United, pero después de entrevistar al entrenador quedó decepcionado y como estaba viviendo en Cataluña se hizo aficionado al Barça . El escritor inglés comentaba que este año el juego desarrollado por el equipo catalán era excepcional. El día que el equipo culé ganó al Sevilla 4 - 0 “se le soltaron las lágrimas al ser consciente del espectáculo de fútbol que estaba viviendo…”.
Una de las cosas que destacaba Carlin era el carácter humilde e introvertido de algunas de las figuras de este equipo (Iniesta, Messi, a este último le hizo una entrevista el domingo 24 de mayo en el País). Su hijo que tiene nueve años no le gustaba el balón pie, pero para alegria de su padre , este año se ha hecho seguidor del Barça por el juego que está desplegando.

http://www.larazon.es/noticia/john-carlin-descubre-el-mito-nelson-mandela-en-el-factor-humano

http://www.abc.es/20090216/catalunya-catalunya/john-carlin-publica-factor-20090216.html


Tanto el presidente del club, como los periodistas de TV-3 destacaban el trabajo de Guardiola que con fe, trabajo, disciplina y humildad ha conseguido llevar al deporte rey a lo más alto. Esta filosofía es muy interesante para nuestros jóvenes.

Mi hijo había dejado el fútbol hace un par de años por la mala gestión de los club canarios y sin hacer mucho ruido era un poco seguidor de los merengues. Pero hace unos días me dijo que se pasaba al Barça. Y la noche del 27 cuando acabó el partido me llamó muy contento…



Música

A ver si visitáis a estos amigos que están sonando muy bien y tienen ganas agradar y de hecho agradan…Buena música y buenas letras…

http://www.myspace.com/rocksoco

jueves, 28 de mayo de 2009

La que está cayendo en la isla de Lanzarote




Cuando estuve en Tahiche a principio de este año, en uno de los correos les decía que unos amigos me contaban que ” …La isla de Lanzarote era un tarta en la que todos los trozos estaban repartidos…” Pero ha llegado la JUSTICIA y les ha quitado el bocado de la boca …Esperemos que se descubran los culpables por el bien de Canarias…

“Hoy Jueves 28 de mayo han entrado en el ayuntamiento de Yaiza….”
http://www.canarias7.es/articulo.cfm?id=130503

“ El Grupo de Delincuencia Urbanística de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil desarticuló una trama de corrupción el lunes 25 en el Ayuntamiento de Arrecife…”
http://www.canarias7.es/articulo.cfm?id=130341
¿Es el turno del Ayuntamiento de Tías ahora…?
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En el años 2003 me presenté XXI Edición del Premio de Poesía Esperanza Spínola, Teguise y denunciaba la corrupción .



Lágrimas de Lanzarote

Ahogada en el Atlántico,
insultada por las promesas,
desahuciada por su sangre
flota mi tierra;
asfixiada por la corrupción
enterrada entre la desidia
y palabras volátiles
grita al continente;
azotada por el tiempo
se revuelca en sus entrañas,
agotada de tanta ferocidad
llora mi isla;
desde el fondo de los volcanes
la lava de Lanzarote se agita
para hacerla renacer …
…..........

miércoles, 27 de mayo de 2009

Todos tenemos un mal día.




Destrocé el despertador contra la pared en cuanto comenzó a lanzar pitidos histéricos a primera hora de la mañana. Me dolía todo el cuerpo, me palpitaba el estómago, la cabeza me iba a estallar y tenía la sensación de que el hígado se me iba a salir por la boca. No debí acostarme tan tarde. Ni tomarme aquella última copa, ni las siete siguientes. Me levanté a duras penas y me fui al baño. Mientras me lavaba los dientes observé al tipo pálido con ojeras que languidecía al otro lado del espejo. Tenía la lengua hinchada, la sonrisa de compromiso, el escaso pelo que me quedaba estaba revuelto y hasta la nariz parecía amoratada. Por un momento pensé en volver a la cama y dormir hasta el mediodía, pero tenía trabajo atrasado y no podía dejarlo para mañana, uno se debe a su trabajo y sobre todo al deber. Pero a media mañana me convencí de que no debía haberme levantado de la cama. Todo me había salido mal, los cálculos, los materiales, las medidas, el diseño había quedado horrible. El resultado final era erróneo de todas, todas. Mejor dejarlo para otro día, y meterme en la cama. Cogí los restos del experimento, los llamé humanos, los tiré a una bola de barro en los confines del universo y me olvidé completamente de ellos. Mañana será otro día.

Todos tenemos un mal día.


Destrocé el despertador contra la pared en cuanto comenzó a lanzar pitidos histéricos a primera hora de la mañana. Me dolía todo el cuerpo, me palpitaba el estómago, la cabeza me iba a estallar y tenía la sensación de que el hígado se me iba a salir por la boca. No debí acostarme tan tarde. Ni tomarme aquella última copa, ni las siete siguientes. Me levanté a duras penas y me fui al baño. Mientras me lavaba los dientes observé al tipo pálido con ojeras que languidecía al otro lado del espejo. Tenía la lengua hinchada, la sonrisa de compromiso, el escaso pelo que me quedaba estaba revuelto y hasta la nariz parecía amoratada. Por un momento pensé en volver a la cama y dormir hasta el mediodía, pero tenía trabajo atrasado y no podía dejarlo para mañana, uno se debe a su trabajo y sobre todo al deber. Pero a media mañana me convencí de que no debía haberme levantado de la cama. Todo me había salido mal, los cálculos, los materiales, las medidas, el diseño había quedado horrible. El resultado final era erróneo de todas, todas. Mejor dejarlo para otro día, y meterme en la cama. Cogí los restos del experimento, los llamé humanos, los tiré a una bola de barro en los confines del universo y me olvidé completamente de ellos. Mañana será otro día.

El Chino. Henning Mankell

El sábado comencé a leer "El Chino" de Henning Mankell. Este libro ha venido a confirmarme que la novela negra sueca se pone a la cabeza del género en Europa. Voy aproximadamente por la mitad, y me ha permitido recuperar mi ritmo de lectura. La trama perfectamente hilada se va desvelando capítulo a capítulo sin que se pierda el suspense y el misterio de la acción. De lectura rápida y absorvente aún sin terminarlo lo recomiendo, sobre todo a aquellos que disfrutaron de la lectura de Milennium.
Una curiosidad que tienen en común ambos libros. En Milennium en un momento determinado, se nombra Maspalomas. Y en este al principio del libro se nombra Tenerife. Me resulta curioso que novelas ambientadas en la lejana Suecia, se tenga como destino preferente de vacaciones a las Canarias, acostumbrado como nos tienen los americanos a los destinos caribeños o polinesios. Esta es una de las razones por las que me siento tan atraído por estas novelas europeas, donde los personajes no son ni supermanes ni escoria social (dos de los principales arquetipos de la novela negra americana), son personas anónimas que te las puedes encontrar por la calle, mezclada entre el vecindario o entre los miles de guiris que toman el sol en las playas del sur. La cercanía geográfica (a pesar de la distancia con Escandinavia) me hace sentir más identificado con estas novelas y me permite disfrutar más de la historia. Algo que también me pasó cuando leía las novelas de Jose Luis Correa o de Alexis Ravelo, cuyas historias están ambientadas en las calles y pueblos de esta isla.
Por otro lado he notado una clara referencia a una novela que se ha convertido en una parte muy esencial del género de detectives de la historia de la literatura. Me refiero a Estudio en Escarlata de Sir Arthur Conan Doyle. La historia de El Chino se estructura de una manera muy similar a como lo hace Conan Doyle en Estudio en Escarlata. Dos historias diferentes, en tiempos y lugares diferentes, pero que al final convergen en un único hilo donde se resuelve la trama. Incluso la trama anterior en el tiempo transcurre (por lo menos parte de ella) en sitios muy cercanos. En El Chino en el estado de Nevada durante la construcción del ferrocarril, en Estudio en Escarlata en Salk Lake City en el estado de Utah (fronterizo con Nevada). En ambas novelas la trama gira en torno a una vieja venganza.
Desde aquí recomiendo la lectura tanto de El Chino, como de Estudio en Escarlata.

La escalera de los cojones



Desde hace un par de semanas, anda el gallinero aruquense revuelto. La cosa no viene porque el pienso se haya puesto por las nubes por la crisis, que los bancos nos siguen estrangulando, la gasolina sube, los sueldos bajan y el paro alcanza cifras astronómicas. No. El revuelo viene a cuento porque a consecuencia de las obras de peatonalización que se hacen junto a la Iglesia, se ha eliminado la escalera de la puerta principal. La dicha escalera ha sido sustituida por una rampa, que se instaló para permitir el acceso a minusválidos y para que no sea un coñazo para las bodas y bautizos.

La gente anda por ahí, indignada y disgustadísima. Unos porque dicen que la Iglesia es un patrimonio histórico y como tal su estructura debe ser respetada y patatín y patatán. Los otros porque dicen que los tiempos avanzan y las estructuras deben adaptarse a las nuevas exigencias de la ciudadanía y bla, bla, bla...

Personalmente, me importa un pito si la Iglesia se derrumbara mañana mismo. Y lo digo por lo que este templo tan bonito de piedra de cantería representa, como envoltorio de creencias religiosas y supersticiosas ya caducas. Me refiero, sobre todo, a esa secta de estructura piramidal que fundaron cuatro listos hace dos mil años y que desde entonces se dedica a manipular nuestras conciencias y a postular sobre cómo tenemos que vivir y ser. Esta organización mafiosa de supuestos beatos que pretenden orientar nuestro comportamiento mientras ellos se infiltran en todos los huecos rentables de nuestra sociedad, desde la cultura y la educación hasta la economía y la política, la radio y la televisión. Los humanos, que hemos evolucionado desde el Homo Erectus hasta el Homo Sapiens, pero aún tenemos bloqueos mentales que la religión nos ha instalado en el subconsciente en forma de tabúes. Y ya va siendo hora de sacudirnos ese lastre supersticioso y dejar que el pensamiento sea libre de una vez por todas. Yo propongo una desamortización eclesiástica que devuelva al pueblo todo el patrimonio de la Iglesia que han ido amasando estos gandules demagogos a lo largo de los años. Que la COPE deje de ser una radio de humor y crispación y se convierta en una emisora cultural y que la Iglesia de Arucas se convierta en ese auditorio tan necesitado, sala cultural, taller de teatro, salón de conciertos, sala de exposiciones, o lo que sea.


Lo que me da risa de estas pataletas patrimónicas, es que algunos piensan (e incluso creen) que su opinión cuenta. Aún no se han dado cuenta que la opinión del público en general no es materia prioritaria del político de turno, la política del despotismo ilustrado sigue en vigor hoy día (todo para el pueblo pero sin el pueblo). Algunos incluso llegan a creerse que los votos de las urnas son útiles; el político bregado, sabe que si los votos no te acompañan, siempre te queda el pacto.

Si algo me ha permitido comprobar con esta estéril discusión sobre la escalera de los cojones, es que Arucas (y por extensión el resto del país) sigue regido por caciques. Por ahí resuenan apellidos por todos conocidos: Caubín, Ponce, Barbosa, etc. ahora reconvertidos y reunidos algunos en una Fundación Ciudad de Arucas, (que yo no tenía ni idea de que eso existiera) y otros instalados en organismos oficiales. Y por lo visto estos señores son los que deciden si se ponen escaleras, si se cambian las vidrieras, o si las campanas dan el do re mi a en punto. Todo ello con dinero público, que estos no aportan ni un euro de su bolsillo. Al parecer la opinión de estos caciques cuenta más que la de los ciudadanos de a pie.


Particularmente me parece una soberana chapuza lo de la escalera. Hay otras soluciones menos agresivas que permitan la accesibilidad al templo. A la vista del escándalo que han montado unos y otros yo recomendaría a esta corporación y a esos “padres” fundadores de la ciudad que rigen nuestro patrimonio con tan buena intención como incompetencia que dediquen su talento a labores más gratificantes y menos dañinas. Como por ejemplo guionistas de cine cómico. Porque la forma de decidir la retirada de la escalera me recuerda a una película de los hermanos Marx.

Grados de la poesía lírica de Fernando Pessoa



El primer grado de la poesía lírica es aquel en que el poeta, de temperamento intenso y emotivo, expresa espontánea o reflexivamente ese temperamento y esas emociones. Es el tipo más vulgar del poeta lírico; es también el de menos mérito, como tipo. La intensidad de la emoción procede, en general, de la unidad del temperamento; y así este tipo de poeta lírico es en general monocorde, y sus poemas giran en torno de determinado número, en general pequeño, de emociones. Por eso, en este género de poetas, es vulgar decir, porque con razón se señala, que uno es “un poeta del amor”,
otro “un poeta de la saudade”, un tercero “un poeta de la tristeza”.



El segundo grado de la poesía lírica
es aquel en que el poeta, por ser más intelectual o imaginativo, o puede incluso que sólo por más culto, no tiene ya la simplicidad de emociones, o la limitación de ellas, que distingue al poeta del primer grado. Este será también típicamente un poeta lírico, en el sentido vulgar del término, pero ya no será un poeta monocorde. Sus poemas abarcarán asuntos diversos, unificándolos no obstante el temperamento y el estilo. Siendo variado en los tipos de emoción, no lo será en la manera de sentir. Así un Swinburne, tan monocorde en el temperamento y en el estilo, puede con todo escribir con igual relieve un poema de amor, una elegía mórbida, un poema revolucionario.

El tercer grado de la poesía lírica es aquel en que el poeta, aun más intelectual, comienza a despersonalizarse, a sentir, no ya porque siente, sino porque piensa que siente; a sentir estados de alma que realmente no tiene, simplemente porque los comprende. Estamos en la antecámara de la poesía dramática, en su esencia íntima. El temperamento del poeta, sea cual fuere, está disuelto por la inteligencia. Su obra será unificada sólo por el estilo, último reducto de su unidad espiritual, de su coexistencia consigo mismo. Así es Tennyson, escribiendo por igual “Ulysses” y “The Lady Shalott”, así, y más, es Browning, escribiendo lo que llamó “poemas dramáticos”, que no son dialogados, sino monólogos revelando almas diversas, con las que el poeta no tiene identidad, no la pretende tener y muchas veces no la quiere tener.

El cuarto grado de la poesía lírica es aquel, mucho más raro, en que el poeta, más intelectual todavía, pero igualmente imaginativo, entra en plena despersonalización. No sólo siente, sino que vive, los estados de alma que no tiene directamente. En gran número de casos, caerá en la poesía dramática, propiamente dicha, como lo hizo Shakespeare, poeta sustancialmente lírico elevado a dramático por el asombroso grado de despersonalización que alcanzó. En uno o en otro caso continuará siendo, aunque dramáticamente, poeta lírico. Es ese el caso de Browning, etc.(ut supra). Ni el estilo define ya la unidad del hombre: sólo lo que en el estilo hay de intelectual la denota. Así es en Shakespeare, en quien el relieve inesperado de la frase, la sutileza y la complejidad del decir, son la única cosa que aproxima el hablar de Hamlet al del Rey Lear, o el de Falstaff al de Lady Macbeth. Y así es Browning a través de los “Men and Women” y de los “Dramatic Poems”.
Supongamos, sin embargo, que el poeta, evitando siempre la poesía dramática, externamente tal, avanza todavía un paso en la escala de despersonalización. Ciertos estados de alma, pensados y no sentidos, sentidos imaginativamente y por eso vividos, tenderán a definir para él una persona ficticia que los sintiese sinceramente (...)
------- ------ FIN -------------

martes, 26 de mayo de 2009

Mi Espacio 34. Cuento


El rifle color verde pistacho

El desfile del día grande enardeciendo el triunfo de la autócrata Tristeza sobre la vetusta República rodaba por las calles: una silenciosa mancha negra alineada al milímetro. Rictus serios y apesadumbrados que portaban banderas grises y púrpuras a las que el viento apenas conseguía ondear. Los uniformados, de riguroso negro, que encabezaban la comitiva reverenciaban al Presidente que, sentado en su trono de ampuloso oro, saludaba el paso de la marcha con un leve movimiento de cabeza. La audiencia, también uniformada de completo negro, llenaba las aceras de la “Avenida Dolor”, engalanada con luctuosos crespones en los balcones y las farolas. Al final de la Avenida, bajo el Arco del Triunfo, se hallaba el púlpito del Presidente, a más de tres metros del suelo y custodiado por la escolta presidencial, que sujetaban con dificultad a enfurecidos Dóbermans que ladraban enloquecidos al paso del desfile de la Armada. Las perpendiculares “Calle Desesperanza” y “Pasaje Soledad” estaban flanqueadas por enormes guardias ataviados con escudos, cascos, protecciones y fusiles en ristre.

Él deambulaba nervioso por su apartamento. Era consciente de que cualquier paso mal dado fuera del plan sería el fin; la policía entraría a culatazos en su apartamento y en menos de veinticuatro horas, y tras la somanta de palos con la que le invitarían a subir al furgón policial, sería condenado a muerte sin clemencia. A ratos miraba el desarrollo de los fastos anuales en la televisión. Sentado a la mesa del comedor repasaba de memoria las cantidades que debía extraer de cada pipeta que permanecía cerrada herméticamente. Sólo contaba con una bala. Una única oportunidad sin espacio al error. Una sola bala que debía impactar, de forma certera, en pleno corazón del Presidente. El rifle pintado a irregulares brochazos de color verde pistacho descansaba con el cañón apoyado en la puerta de la nevera. Mientras Él se acercaba sigiloso a la ventana y echaba furtivas ojeadas a las azoteas y terrazas adyacentes en las que no cabía un policía más, el Presidente era agasajado con los bailes y volteretas de tres docenas de niños de la Escuela de Danza. Los distintos grupos infantiles, con gorras negras caladas hasta el entrecejo y los colores gris y púrpura de la bandera nacional bordada en las viseras, desplegaban sus tediosos movimientos al ritmo de la letanía de sus maestros. Él se dispuso a rellenar la bala con las minuciosas cantidades memorizadas semanas atrás valiéndose de una jeringuilla de metal: 1 miligramo de esperanza que extrajo del brazo izquierdo de su esposa, 2 miligramos de alegría que extrajo de su hijo pequeño, 1 miligramo y medio de placer que sacó la misma noche de su bajo vientre, 4 miligramos de amor que extrajo de su dedo corazón y 3 miligramos de amistad que los días previos fue aprovechando de las muñecas de los tres amigos implicados en la conspiración y que esperaban refugiados en la buhardilla su llamada tras el atentado. Completó la bala con paciencia y precisión. La levantó hasta sus ojos e inspiró profundamente. Agarró la botella de vino tinto con la que la noche anterior calmó sus nervios mientras pintaba el rifle, y roció el interior de la bala con un chorro que decidió a ojo; la agitó enérgico, y la prensó con gran esfuerzo. Cogió el Rémington verde pistacho de cerrojo y cargó la munición. En la televisión, que permanecía con el volumen al mínimo, el longevo Presidente se dirigía al estrado para entonar la arenga del “Día Nacional”. Sus súbditos, al unísono, hincaron la rodilla derecha en el suelo, se destaparon el cráneo con un gesto rápido, atoraron la cabeza, y se llevaron la mano derecha al corazón; un golpe seco que sonó como miles de bombos baqueteados a la vez. Él bebió a morro de la botella de vino; apagó la televisión y se acodó sobre el improvisado atril que creo con un viejo revistero para poder apuntar con el rifle desde la ventana sin el temor a que el cañón fuera descubierto desde cualquier azotea custodiada. Descorrió lentamente las cortinas para dejar paso a la punta del cañón, y localizó el rostro orondo y presuntuoso del Presidente en el visor. El Presidente desplegó la hoja en la que tenía escrito con letra menuda el discurso; deslizó sus gafas de lectura a lo largo de la nariz y entonces Él divisó su coronilla despoblada. El Presidente volvió a levantar la barbilla y con la mirada recorrió la silenciosa Avenida tomada por miles de obedientes autómatas. Tamborileó con los dedos sobre el micrófono, que le devolvió un pitido. Él, recorrió apuntando su torso y dirigió la cruz de la mira al pañuelo gris y púrpura que sobresalía ligeramente del bolsillo izquierdo de la chaqueta. Cogió aire. Empezó a apretar el gatillo; escuchó su quejoso sonido metálico al replegarse. El Presidente tosió. “Bienvenidos”, saludó a la audiencia con voz gutural. Él parpadeó un momento antes de disparar. El impacto en el pecho del Presidente fue preciso. El proyectil le partió en dos el corazón. En el momento en que su pesado cuerpo se derrumbaba abrió mucho la boca y exhaló un quejido que sostuvo hasta que la escolta se apresuró a auxiliarlo. Él soltó el rifle y se dejó caer en el sofá. Sabía que aquel ataque no acabaría con la vida del Presidente, pero la mezcla que se esparciría por su cuerpo lo dejaría gravemente contagiado. Encendió un cigarrillo y escuchó como estruendosas pisadas y rápidos y agigantados pasos bajaban y subían las escaleras del edificio, forzando a patadas las puertas de los apartamentos entre gritos y maldiciones. El aire empezó a oler distinto; decididos rayos de sol se abrieron paso a codazos entre las plomizas nubes y el eterno color púrpura del cielo de la Avenida Dolor tornó a un claro azul celeste. Los gritos de estupor del público asistente, poco a poco, se convirtieron en nerviosas risas acalladas por las manos, y los lamentos que acompañaron el traslado del Presidente escoltado en la ambulancia, se transformaron en carcajadas al abrir paso al vehículo por la atestada Avenida. Él estrujó la colilla del cigarro en el cenicero, cogió el teléfono móvil y marcó el número de su esposa, que esperaba la llamada escondida en la buhardilla junto al resto del Comando. Esperó al primer tono y colgó. Se recostó a un lado del sillón; se quitó los zapatos pisándose los talones y se quedó dormido.

R.M.V.


Mañanas de primavera
oscuras como la tristeza,
las nubes posadas
en el cielo
aprietan la esperanza,
la lluvia lloriquea
sobre nuestras angustias,
los biorritmos
imponen su alternancia
y seguimos corriendo
hacia el futuro.


Mañanas oscuras
que recorren
todos mis recuerdos,
mañanas oscuras
que me derrumban
por instantes,
pero la fragancia
de la vida
me lanza hacia el optimismo.

Mañanas oscuras,
poesía,
nostalgia que sacude
toda mi memoria,
literatura
que enciende el fuego
y me arrastran
hacia la luz…

lunes, 25 de mayo de 2009

Relaciones...

No por más alto te escucho,
no por más claro te entiendo.
no por más cerca te veo,
no por más lejos te olvido.

No por más
pronto te ansío,
no por más
tarde te espero,
no por más abusos te odio,
no por más juntos te amo.

No por más diferente te evito,
no por más desconocido te temo,
no por más inocente te disculpo,
no por más indiferente te juzgo.

No por más intolerante te compadezco,
no por más fanático te cuestiono,
no por más violencia te respeto,
no por más te idolatro.

No por más mortal te huyo,
no por más dolor te abandono,
no por más sexo te deseo,
no por más infiel te repudio.

No por más oculto te busco,
no por más presente te encuentro,
no por más verdad yo confío,
no por más fé yo creo.
Todo siempre es poco, y no nada...

A petición de un reciente amigo que junto con otros de la misma calaña me hacen pasar muy buenos ratitos que agradezco un montonazo.

domingo, 24 de mayo de 2009


Anoche fui al Cuyás a ver "La Cena" de Els Joglars. Constaté (constatamos) que Boadella está en plena forma. Conserva intacto el sentido del humor, el espíritu crítico y lleva a escena, como pocos, las situaciones más absurdas. Este asalto se lo ganó a la falsa ecología; la doble moral eco mundial; a la hipocresia de la clase política en materia medioambiental y a los acólitos que endiosan a estos modernos cocineros que experimentan en sus cocinas-laboratorios con platos que respetan el mediambiente y la ecología, y que venden a precio de oro. Uno de los momentos más hilarantes de la noche fue la reunión de consejeros de la Ministra de Mediambiente sentados alrededor de una mesa zen: una mesa sin sillas donde se sentaban en la postura flor de loto trajeados. Con sólo una plataforma mecánica naranja en el centro del escenario y nueve actores que daban vida a inumerables personajes esperpénticos, Els Joglars mantuvo viva, durante dos horas, una crítica feroz, irónica y absurda, a los políticos que se llevan las manos a la cabeza por la contaminación ambiental y la amenaza del cambio climático, mientras viajan en coches oficiales que consumen de lo lindo; destrozan zonas verdes para construir lujosos Paradores con campos de golf y viajan en helicópteros contaminantes para ir de una punta de la geografía a otra para inaugurar cualquier plataforma sostenible o para dar conferencias sobre el declive de la madre tierra. La nouvelle cousine también sale malparada. El Maestro Rada; un cocinero de élite mundial que se encarga de cocinar la cena para agazajar a los poderosos mandatarios y jefes de Estado, es el personaje, excéntrico y lleno de ínfulas, con el que Boadella ironiza sobre los nuevos gurús mundiales del arte culinario. Un guión inteligente, satírico, y que obliga al espectador a la reflexión. Como escuché decir al director y guionisa de la obra hace una semanas: "vivimos en la época de mayor esplendor del Tartufo, el gran personaje de Molière, en el que la ostentación pública de la filantropía y el puritanismo fingido son las señas de identidad". o también: "el disparate de halla en el constante estímulo de una política de consumo compulsivo y al mismo tiempo los simulacros de lucha por un mundo sin contaminación".

Soledad

¿Quién me busca un trozo de soledad?
un sitio en un camino
y miles de hojas de los árboles
con tu nombre escrito...
¿Quién me busca un trozo de ti?
una limosna de tu compañía
y yo te regalaría toda la mía
para siempre...
¿Quién me busca una noche de libertad?
de barcos a la deriva llenos de ideas confusas
de cadenas invisibles que me arrastran
a lo más profundo de la tristeza.
¿Quién, como tú me busca?
y no dejaría de sentir lo que siento
y que tantas cenizas deja en mi alma
y que tanto desierto deja en mis besos...
¿Quién serías?
¿Qué serías?
si nos fuéramos lejos
si nos dejásemos llevar y nos amasemos
en soledad
sin una limosna de tu compañía
sin las hojas de los árboles en mi camino.

Satori 2009