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miércoles, 21 de agosto de 2013

El ladrón cansado

                                                      
                                                                       El ladrón cansado

Sucede que a veces, como escribió el poeta, me canso de ser hombre, 
porque mi confesión de que he vivido me pasa factura; mejor, a veces, callado.

Me canso de estar cansado, de esperar desesperado, 
de desandar lo andado, 
de hacer rodar la piedra hasta la cumbre y que me muerda los talones.; y así una y otra vez, sin descanso.


Me canso de pensar en los adjetivos perfectos,
de la métrica del caos, de organizar el desconcierto, 
de buscar el momento a  lo eterno, la felicidad negada a Sísifo



Me canso de buscar bocanadas de aire en el fondo del océano, 
de contar hasta diez,
de esperar al alba sanador,
de retroceder para coger impulso…y me cansa la maldita mariposa que batió sus alas en Pekín.
  
Me canso de robar palabras escritas por otros   
porque me cansa escribir las propias, 
de leer páginas de otros, sabias, inspiradoras, balsámicas, redundantes, retóricas...mojadas.

Porque las propias serían, que no soy poeta, que se vaya todo a tomar por culo.

viernes, 28 de junio de 2013

Tiempo




Tiempo


Todo el tiempo del mundo cabe en ese círculo de la pared,

entre esos doce números.

En este momento,

en esta cama, entre estas sábanas,

toda la belleza, todo el placer, toda la verdad, toda la piel, todo el amor,

caben

entre apenas

dos.



                                                                                                                           26-6-13  16.25 PM

miércoles, 12 de junio de 2013

Me basta así...Ángel González

Junto al sofá tengo una pequeña mesa con una foto de un cuadro de Mark Ryden y una pila de libros; unos 12 en este momento...que leo, abandono a medio leer, esperan ser leídos o releídos...otros, como los poemarios, los releo cada rato, como uno de Benedetti que llevaba casi un año sobre la mesa y que ahora viajó a otras manos y a buen se empadronará en otro corazón. Pues hace un rato cogí un poemario de Ángel González entre las manos, desplegué un folio que tenía entre sus páginas y releí uno de sus/mis poemas favoritos...casualidad, causalidad, dos copas de vino de más que llevo encima...Es El Poema Perfecto y Ángel González un poeta imprescindible, cercano, intelectual de la emción y maestro de la palabra. Descubrirlo es un placer, pero releerlo, y casi recitar cada verso antes de que tus ojos se paseen por la línea, es volver a descubrir aquel primer placer.

 
ME BASTA ASÍ

Si yo fuera Dios

y tuviese el secreto,
haría
un ser exacto a ti;
lo probaría
(a la manera de los panaderos
cuando prueban el pan, es decir:
con la boca),
y si ese sabor fuese
igual al tuyo, o sea
tu mismo olor, y tu manera
de sonreír,
y de guardar silencio,
y de estrechar mi mano estrictamente,
y de besarnos sin hacernos daño
-de esto sí estoy seguro: pongo
tanta atención cuando te beso;
entonces,
si yo fuese Dios,
podría repetirte y repetirte,
siempre la misma y siempre diferente,
sin cansarme jamás del juego idéntico,
sin desdeñar tampoco la que fuiste
por la que ibas a ser dentro de nada;
ya no sé si me explico, pero quiero
aclarar que si yo fuese
Dios, haría
lo posible por ser Ángel González
para quererte tal como te quiero,
para aguardar con calma
a que te crees tú misma cada día,
a que sorprendas todas las mañanas
la luz recién nacida con tu propia
luz, y corras
la cortina impalpable que separa
el sueño de la vida,
resucitándome con tu palabra,
Lázaro alegre,
yo,
mojado todavía
de sombras y pereza,
sorprendido y absorto
en la contemplación de todo aquello
que, en unión de mí mismo,
recuperas y salvas, mueves, dejas
abandonado cuando -luego- callas...
(Escucho tu silencio.
Oigo
constelaciones: existes.
Creo en ti.
Eres.
Me basta.

domingo, 9 de junio de 2013

Derechos de autor

                                                                                                                                                                

















Derechos de autor

El rastro de tu firma
llevo guardado en mi pecho,
pero ya hecha cicatriz,
que deja marca pero no penetra.
Has llenado tus arcas
con dolores huérfanos,
perdidos y sin rumbo.
Compraste todos los derechos
sobre mis sentimientos desahuciados
Explotaste al máximo mi capacidad de aguantar.
Mi corazón lo estiraste hasta casi partirlo.
Habías comprado todos los derechos,
Podías hacerlo. Te los vendí.
Sin embargo, no esperabas crear
alrededor de mis entrañas, un callo,
con todas las punzadas de tu firma.
La dureza de mis escombros
te impidieron, sin aviso, trabajar.
Pasaste en un segundo a ser ausencia
anestesiando mi capacidad de amar.
Tus derechos cambiaron de manos.
Aún sigues ahí creyendo que será pasajero.
El poder es demasiado agradable para perderlo.
Olvidaste que por el camino me los devolviste
Con factura firmada y sello.*

* Una amiga compartió conmigo este poema hace unos días y tras leerlo varias veces le pedí permiso para hacerlo público en este blog. Esta su primera - y espero que no última- aparición en La Conspiración...

viernes, 29 de marzo de 2013

¿Sabes?


¿Sabes?

Puedo tocar el cielo sin las manos,
e ir de una punta a otra del universo
tan solo, con que me dediques una mirada.
Puedo morir en un segundo, y revivir...
y morir, y revivir
cuando esta intimidad que nos deleita con su frescura
divide el tiempo en porciones iguales de plenitud…
Iguales de bellas, unas a otras
iguales de mágicas, unas a otras
iguales de amorosas, unas a otras.

Puedo sentir el cálido color de las estrellas
llenando mi alma,
que vibra en sintonía con la tuya.
Y vivo de nuevo, cada vez que en nuestro rincón
repetimos el conjuro
fundiendo el hechizo de la tierra y el mar,
del cuerpo y del alma,
renaciendo a cada latido
cuando la paz de la noche
nos besa con ternura los labios
y me siento como una parte más del universo
gozando con cada respiración que fluye de ti.

Hechizos y conjuros
luz de luna
y tú, mezclando la vida y el deseo
con todo por sentir sintiéndolo,
con la poderosa fuerza de la existencia
resbalando por nuestra piel, entre sudor y lágrimas
y serenidad… al fin.


                                      Satori. Marzo 2013

Cuando no estás


Cuando no estás

He medido la eternidad
en horas,
y tu recuerdo se desvanece
como ligera bruma, cuando con mis manos
intento tocarlo.
Extraño, entre fantasmas
que alimentan mis miedos,
mis ganas de desistir, y mis flaquezas
aturdiendo mis pensamientos.
Todo parece que encaja
y por momentos, es como un puzle imposible
de solo dos piezas; vivir o morir.

He aprendido de la eternidad
que me hiere el alma
cuando no estoy contigo,
que destroza lentamente mis recuerdos
como devastadora carcoma... y estos,
languidecen
pálidos de besos.

Son tantos
y parecen desaparecer, desgastados
de mucho pensarlos.
Y me esfuerzo por seguir ilusionado,
esperanzado, en que todo tendrá
su lugar
y yo, por fin seré
la eternidad sintiéndote...
la inmensidad, besándote...
diciéndote como siempre, que eres luz de estrellas...

                            

                      Satori. Marzo 2013

sábado, 12 de enero de 2013

Socavón de la ausencia


Socavón de la ausencia  

Los días parecen inútiles
en el socavón de la ausencia,
me miran de frente, y tengo miedo.
Tantos sueños, y ahora
una etapa casi sin vivir de sobresaltos
con todo en la tristeza vertido.

Huérfano de miradas, de luto
por no saber que rayo de luz te despierta.
Viviendo de sentires. de pesares y ansias
que tuercen mi voluntad
en contra de lo que deseo con todo mi ser...

Pero tú nunca estarás desnuda,
no volarás batiendo levemente las alas,
porque llenarás más espacio en tu tiempo
con el recuerdo y lo pensamientos
que te hacen tanto bien.

Y nunca estarás desnuda
expuesta al dolor,
porque has forjado tu armadura
a golpe de certeros martillazos sobre la entereza...

Los días inútiles, y crueles para mí
porque soy, media vida llena de incertidumbres
y otra media de pasión,
de sueños, miradas.
Viviendo de sentires excitantes
cuando te beso
y tú, no quieres dejar de besarme.

                            Satori. 11-Enero-2013

lunes, 7 de enero de 2013

Bautizo de luna


Bautizo de luna

Tan cerca del mar,
de tu piel
en la noche clara, de azul y luna llena
donde cada sentimiento ocupa un espacio
y tras desnudarnos el alma
desnudamos nuestros cuerpos.
Tierra que desde la montaña, nos ofrece paredes y cobijos.
Arena en las entrañas… Siempre el mar, y tú.

Cuando el agua llega a las orillas
que bañan, de salobres delicias
tus pies delicados y los delirios de sueños eternos
sobre tus pechos
bautizados hoy, de luz de luna...

Cuando llegue de nuevo el momento
recordaré otra vez
que no tuve que haber nacido antes
ni en otro tiempo, porque es ahora
cuando todo lo que tú me regalas
está en comunión con el resto de la vida,
y estoy en paz.

Tan cerca del mar, de tu mar.
Tan cerca de ti. Humedeces mis orillas
mi espuma se funde con tu arena
y brillas, tanto como la luna esta noche
sobre  tus caderas…
Tu feminidad
y tu alma se estremece
cuando este sentimiento tan puro
ocupa su espacio, nuestro espacio
en el bautizo de luna.



                                   Satori 30-12-2012

viernes, 7 de diciembre de 2012

Te extraño


Te extraño

En el sabor de las sombras
me queda herida la distancia
y dejo de ser yo
para fundirme en el cristal que me refleja.

Esculturas
que mueven lentamente sus manos
acariciándome, con frialdad
para no dejarme vivir
y someterme a un profundo sueño
de fantasías ocres.

Incoloro el beso, que tras la puerta
quiero darte,
encadenada la magia entre estas paredes
que revientan de silencio
de tanta soledad dolida.

En el sabor de las sombras
que huelen a piedra húmeda
de esculturas
que escuchan como mi voz palidece
con la hermosura de sentirme más viejo
sin notar las arrugas.

Me queda herida la distancia
tan dolida, y vacía de olas.
Tan perdida en la fragilidad del momento
roto cuando algo quiebra de repente este presente
y se desvanece tan rápido
como un castillo de arena al llegar el mar.

Me vuelvo tan distinto a mí
que quiero revolver mi alma
en la profundidad de esta rabia que siento,
al no poderte besar cuando siembras en mis sueños
estrellas, sigilosas,
que iluminan las noches
en que te espero con la distancia
herida.

                                            Satori . Diciembre 2012

jueves, 17 de mayo de 2012

De tempranos recuerdos


El fue el primero en abrirnos los ojos
a través de los suyos
rojos
por los que expulsaba el humo.
Nos describió el sabor de los besos
más reales que en nuestras manos
y del coño negro de Ana.
Fue el primero en enseñarnos el mundo
distinto al nuestro
el suyo
el admirado
el único en aquellos días.
En sus uñas negras olimos el placer,
y en los huecos de su boca conocimos
 el dolor.
Nos relató cómo era el amanecer de un sueño
y las noches blancas
que terminaban en fríos portales
de granito.
Murió
agotado
herido 
enfermo
y desgastado
con las manos de un viejo treintañero
llenas de anillos de calaveras
tan feas como la suya
macilenta
aunque sonriente.