viernes, 30 de octubre de 2009

¿Qué hora es...?

Domingo 25 de octubre me despierto por mi reloj biológico, pero han vuelto a cambiar la hora….¡Me van a volver loco…!

Salgo con la moto ¿Las 10 ó las 11…? ¡Qué lío…
Hace sol y cielo totalmente despejado. Pero me pongo la chamarra porque estoy un poco resfriado, más “ado” que “fría”. Subo hacia San Bartolomé, paso por la Geria hacia Yaiza. Sigo dirección Las
Salinas, donde paro a mirar. Bajo un par de km hasta Los hervideros y llego a tiempo de ver a un pescador sacar ¿una morena? Está lejos y no la distingo…De allí me acerco a “El Golfo”… ¿Rafael el cantante? No…Pensaba encontrarme a Pedro Almodóvar llorando su película…Me bajo a echar una visuada.
¡Todo muy bonito…!
Subo haci
a Yaiza y me dirijo a Timanfaya. Adelanto a una ciclista que creo que la pasé también el otro día por Famara, que quedo con las ganas de pedalear con ella…
¿Nos iremos a hacer amigos?

Esta vez entro donde están los camellos que suben a la gente por la ruta de
los volcanes.
Continu
o hacia Tinajo, Teguise este municipio se atraviesa a través de sus pueblos Tiagua, Tao…
¡Yo buscando el “nirvana” después de leer a Sidhartta! Y resulta que me encuentro de frente con el “tao”, pero solo de paso…

Mozaga …Llego a la rotonda del Monumento al Campesino y bajo hacia Tahiche. Igual que ayer hago 90 km.

Por la noche llamo a un amigo médico que llevaba muchos años en la enseñanza y ahora se ha pasad
o a la medicina. Me anima a recorrer el mismo camino …

Lunes 26. Hoy he llevado una hoja repleta de poesías (diferente autores) para hacer trabajar a los alumnos de 2º de la ESO…Me costó nos diez minutos intentar explicar que era aquello…
¡Ay la poesía…!

Por la tarde ¿o noche…? porque cuando iba a salir a correr a las 18,25 ya estaba oscuro….al final me puse a jugar con mi hijo…me ganó tres partidos a uno…
¡Me enfadé jugando para sacar la adrenalina acumulada por la mañana con los críos….!


Martes 27…Una mañana tranquila…En el recreo consigo hablar un rato con mis dos compis nuevas, que hablan de la serie “Física y química” de la relación profesor/a –alumno/a…Y me preguntan…Pero suena el timbre…
¡¡¡Salvado por la campana….jejeje.!!!

Pero a última hora, una alumna de un ciclo superior se dirige hacia mi para hablar, al momento comienzan a salirle las lágrimas…
¿Qué..? Total, que al final es que tiene la fibra sensible…pero que delicadas estas niñas…bue
no esta tiene más de 18…

Por la tarde tenemos un claustro muy tranquilito.Le dejamos unos cinco minutos a dos personas de la Asociación el Patio, un grupo de gente que trabaja en la calle y colegios con los jóvenes, muy interesante. La jefa de estudio nos dice que hay que seguir atentos porque este años los segundo de la ESO son “muy malos” Luego visita de padre, y yo tengo permiso para irme porque ATU al no influir en la nota. Como si no existiera…jejeje
¡Y yo con estos pelos…!

Al salir me c
ruzo con la madre de mi hijo que va a hablar con varios profesores. Luego me contaría que el de Tecnología le habló que nuestro hijo está en ”la zona oscura”, con los mataillos de la clase. Claro, como este es el mejor segundo, pues no es tan malo. Pero el profesor lo contaba de una manera graciosa.

Llevo desde que llegué al instituto solicitando la Jefatura de Departamento de Sanitario…hoy por fin, me la deniegan….¡Mua, mua, mua…! ¡La crisis….!

Todos los días me pasan cosillas que no suelo contarlas, pero que te van tocando los c…La gente en lugar de buscar cariño, hacer deporte, practicar sexo se dedican a ir soltá
ndola mierda por donde quiera que pasa…de ahí tantas guerras…

¡Hay que desconectar…!

¡Ya, pero a veces tienes demasiados cables y no llegas a tiempo a todos…y te suele dar un corrientazo…!

Mi hijo lleva un racha de cuatros en los exámenes, supongo que la semana de baja le está pasando factura, pero escuchando a los compañeros hablar de los chicos…jolines…¡cómo está la marea de prepúberes…!

Hoy he leído que los jugadores del R. Madrid necesitan un psicólogo por qué están deprimidos…Entonces por esa regla de tres toda la gente que pierde día a día en su vida, su
trabajo, su pareja, sus estudios y que no cobran o que están en el paro…

¿Qué necesitan…?

La verdad que nos ha tocado vivir un momento donde el exceso de información BASURA puede saturar cualquier sentido común y llevarnos a tomar decisiones apresuradas…Tranquilos…No lean la prensa, no escuchen los telediarios…Creo que ya lo comenté el otro día en Radio tres dos periodistas argumentaba que la prensa está para mentir…Así que …

El vera
no continúa, perdón estamos a 30 de octubre…me comentaba un compañero de trabajo que hoy había comprado una caja de polvorones…

Hoy viernes me han ofrecido un anzuelo para que vaya al final de marzo o principio de abril de viaje de fin de curso…

¡¡¡Socorroooo…!!!

El rostro del miedo

Esta vez no erraré el tiro. Me aproximé al enemigo. Habían aniquilado a muchos compañeros. Debía vengarlos. Yo era el francotirador. Me agaché y avancé sigiloso por un lateral. Me coloqué en posición y miré a través de la mirilla, apuntando directamente a la cabeza del adversario. Respiré hondo, me relajé, no podía fallar. Cerré un ojo mientras con el otro apuntaba. En ese instante, el enemigo me miró fijamente a través de la mirilla y comprendió. Se me aflojaron las piernas y casi no pude disparar. Luego gritó. Reaccioné a tiempo para que la bala atravesara su ojo derecho. Nunca olvidé el rostro del miedo.

Mi espacio 40. Martina


Sesenta días después de que Martina cerrara la puerta a su espalda, taconeara con sus sandalias sobre el rellano y bajara los escalones intentando mantener el equilibrio tirando de la maleta de ruedas y la bolsa colgada en el hombro derecho, se dio cuenta de que no odiaba a Martín. Ni siquiera sentía desprecio, ni rencor, ni pretendía pedir una explicación. No podía, pensó mientras tomaba a sorbos un café negro con mucha azúcar acodada en el balcón del piso de su amiga Lucía, odiar a la persona que había amado con el corazón, con el cerebro, con los intestinos, con el sexo… los últimos quince años. Sesenta días no eran suficientes para canjear amor por odio, pero si eran, y de sobra, pertinentes para empezar a olvidarlo. Y el olvido, o el principio del intento, empezó esa misma mañana, de madrugada, cuando volvió a meter en la maleta la ropa, los zapatos y el secador de pelo, mientras Lucía intentaba convencerla para que se quedara todo el tiempo que le hiciera falta, porque le sobraba una cama y porque estos días juntas les había ayudado a dar carpetazo a la tristeza y a reírse de todo. Noches de confidencias, tabaco y vino, que evocaban años de colegio mayor y residencia universitaria. Dos meses en los que habían vuelto a intercambiar la ropa, a probarse zapatos, a trasnochar viendo viejas películas comiendo helados y palomitas, a reírse sofocando la carcajada con las manos en mitad de la madrugada, a escuchar y a volver a desear a Kurt Cobain y a repasar sus listas de novios. Un viernes por la noche volvieron a fumar marihuana, como la habían hecho en la universidad y entonces volvieron a reírse a carcajadas; a revolcarse por el suelo y a vomitar por turnos en el cuarto de baño. Y Lucía volvió a encontrar en la risa de Martina a aquella chiquilla de veintitantos que achinaba los ojos al sonreír y que una mañana se había enamorado perdidamente de aquel esmirriado con gafas de pasta negras que hablaba de forma febril y apasionada de su proyecto de fin de carrera, y que llevaba los libros de arquitectura en una bandolera de piel cuarteada. Me llamo Martín, y yo Martina, y sus caras fueron todo hoyuelos. Lucía se burló de que Martín no terminase la carrera de arquitectura y que jamás llegase a construir un mundo sostenible con materiales reciclados que había diseñado en su proyecto; una letanía que el joven repetía siempre con la misma convicción y que Martina escuchaba atenta una y otra vez, como si fuera la primera vez que la escuchaba en su vida; con la barbilla apoyada en su mano y rozando con su rodilla la de Martín por debajo de la mesa. Martina miró seria a su amiga, tomó un sorbo de la copa de vino que sostenía sentada en el suelo con la espalda descansando en la pared y prometió que mañana empezaría a reconstruir su vida. Martina necesitaba la soledad de un nuevo piso al que poco a poco convertir en hogar, y esa misma mañana firmó el contrato de alquiler de un pequeño apartamento casi desnudo, céntrico y muy luminoso, pero al que ella llegó con una nube negra detrás. La primera tarde que pasó en el piso lloró por primera vez en sesenta días; delante del espejo, mientras intentaba que la sombra de ojos y el carmín le devolviesen el rostro que ella conocía. Se permitió, una sola vez, maldecir a Martín, incluso odiarle en el momento en el que se probó el vestido de seda que él le había traído de su último viaje, porque con ese vestido carísimo trató de silenciar su deslealtad.

lunes, 26 de octubre de 2009

El Rincón del Cinéfago



"Whatever Works"

(Si la cosa funciona). USA.2009

Director: Woody Allen

Después de que sus más radicales seguidores- entre los que me incluyo- llegásemos a dudar seriamente de que el amigo Woody volviese a tomar el pulso a Manhattan y a la alta comedia salpicada de filosofía y neuras tras su estancia, algo fallida, por Europa; vuelve a “la/su mejor ciudad del mundo” para rodar una típica película de Woody Allen; sin Woody, pero con un alter ego que consigue que no se le eche de menos: Larry David, igual de locuaz, neurótico, esquivo… parece sacado directamente de su propia serie (que ponen en La Sexta cuando los señores de La Sexta lo creen oportuno, claro); con la misma ropa, las mismas gafas, los mismos gestos… la horma del zapato de Allen, sin duda
“ Boris, un viejo y frustrado suicida, genial doctor en física, profesor de ajedrez callejero, misántropo y un grano en el culo para sus colegas, da cabida al azar en su vida; tan hermética y llena de aseveraciones existenciales, al topar con una pueblerina a la que se ve obligado a alojar un tiempo en su piso”.
Poco más o menos, estos son los cimientos sobre los que se sostiene esta comedia repleta de sentencias, muchas irrefutables, sobre la vida, el amor, el paso del tiempo y la teoría de cuerdas. Es un guión optimista, en el que no faltan las alusiones semitas, racistas y homosexuales; ni los continuos intentos de racionalizarlo todo, al que Allen nos ha acostumbrado todos estos años. Esta plagada de lugares comunes; la chispa entre el viejo huraño y la jovencita guapa atraída por la inteligencia, el gay negado, el “ménage á tríos”, el neoyorkino artista casual, las esquinas de Manhattan, las charlas a cámara… y un fino (y sesudo) sentido del humor.
Lo dicho; después del paseo por el Londres de tenis, críquet, asesinos de abolengo, hermanísimos traicioneros… y la insufrible y artificial guía de viajes por Barcelona y el oscar de Penélope Cruz… vuelve el idilio con Manhattan, Larry David, el amor que todo lo consigue… y esto funciona.

R.M.V.

domingo, 25 de octubre de 2009

Muros


¡¡FELICIDADES !!

El jurado de la trigesimoprimera edición del Premio Internacional de Poesía "Ciudad de Melilla" ha hecho una mención especial, tras el fallo del ganador, para que la obra Muros de José María García Linares sea publicada como finalista de este certamen.


http://www.melillahoy.es/noticia/59023/CULTURA/jos%C3%A9-mar%C3%ADa-garc%C3%ADa-linares-premiado-publicaci%C3%B3n-obra-%E2%80%9Cmuro%E2%80%9D.html