martes, 1 de octubre de 2013

Recuerdo..

Tirada en el suelo mirando al techo. En una mano una botella de jack y en la otra un porro. Busco formas imaginarias con las manchas de humedad, Sufro mirando mi vida, mi vida que aveces la vivo como si este cuerpo no me perteneciera. Quizás sea este el truco de vivir o por el contrario, de que sea mucho más breve. Pero me vuelvo a sentar enfrente de esta botella que me da y me quita la razón de mi misma, De mi misma mierda. Necesito centrarme en algo que no se pueda beber, Ni follar, Y no me refiero a esos cursos de marujas que prepara cualquier ayuntamiento Ni esas cosas de entretener madres, Los niños tampoco son una opción.

Que duro es ser mujer… Le pegare otro trago…

A cada trago todo deja de tener importancia, Se vuelve más efímero si cabe. Yo me vuelvo etérea Y aparezco en tu cama, Te miro mientras pintas tus cuadros. Estas increíble con esos vaqueros y tu camiseta roída llena de pintura al óleo. No creo que haya en el mundo una imagen tan perfecta. Como un cirujano, millones de instrumentos de arte en una mesa. De vez en cuando te das la vuelta y me sonríes, Me haces una señal con la mano para que te pase la botella, Me levanto, solo llevo una de sus camisas, (me encanta como huele.. )Pienso mientras me acerco a el, Lo hago despacio para saborear cada gesto de su cara, cada movimiento de su cuerpo al estirar el brazo para cogerme de la cintura y susurrarme al oído Esas cosas que sólo los amantes se dicen, Sin amor, Cada sílaba que sale de sus labios me envuelve en un sinsentido de sentimiento, aveces de esperanza…

 No recuerdo muy bien la primera vez que lo vi, ni cuando empezó a ser algo más que un ser de este mundo. Sólo se que sus manos fue lo único que podía mirar, que perfección de movimiento, Como coge los pinceles Y como un director de orquesta, con sus manos hace que los colores tomen forma. Podría pasar horas fascinada mientras hace una prueba de color cutre.

Siempre coincidíamos en fiestas y eventos multitudinarios. No hablábamos mucho, tampoco soy de esas personas que necesitan hablar a toda costa.. Me encanta el silencio y lo que me provoca.

Pero esa noche, la primera, de esa si me acuerdo.

Por fin exponías tus cuadros en una pequeña galería, La gente embriagada por el ambiente y el vino Y tus cuadros. Uno detrás de otro como una melodía, Una melodía realmente triste y oscura que nadie supo ver. Mientras que la gente comía, bebía y hacían como si fueran putos críticos de arte sin tener ni idea, Incluyendo la gente con la que fui, En un despiste de mi compañía, busque para variar un sitio de silencio y como no donde me pudiera fumar un porro y tomarme la cerveza sin que ningún cabrón me jodiera la noche.
 Con mi cerveza en mano salgo a una especie de terraza Y ahí estabas tu, Con tu botella de jack mirando al infinito. ¿Que pensarías en ese momento? ¿Qué pensaste cuando te diste la vuelta ?

Nos saludamos con un gesto de cabeza, Comentamos la buena noche que hacía y cortamos un traje para cada invitado importante de la exposición. No tardamos en bebernos la botella, No tardamos en estar enredados entre sábanas y alcohol. Así fueron las siguientes semanas hasta...

Creo que debería pintar el techo. Le doy trago a jack y me enciendo el porro. Parece que el moho de las manchas del techo va a empezar a gotear. Esa ponzoña negra…

Y Vuelvo a tus recuerdos. Sólo pasamos 5 noches. Las más intensas de mi vida. ¿Como sería la tuya? ¿Que paso por esa cabeza de genio?

Algo pasaría que no supo entender nadie, Algo que atormentaba esa cabeza, Ni siquiera dormía, Sólo bebía, pintaba y me follaba. Nunca pensé que el último salto que diera en su vida fuera desde su terraza. No dejo ninguna nota. Solo dejó caras de asombro de las personas que pasaban por la calle en ese momento, críticas de los amigos sobre su vida, alcohol, drogas… Y a esta tía borracha y drogada que busca formas en un techo podrido.
Tengo que centrarme, pero creo que me pase con el lexatin. El porro se me escapa de los dedos y la botella rueda hasta el sofá Ya vacía, El techo se vuelve negro Y me fundo en su ponzoña. Quizás nos encontremos en otro lado… Espero encontrarme a tu lado…




1 comentario:

Ángel Díaz dijo...

genial el relato, sigue pariendo cositas asi¡¡¡¡ ^_^