jueves, 15 de julio de 2010

Aquella época dorada: finales de los ochenta.

No sé si recuerdan que, de mis primeros relatos, uno lo dedicaba a un pasado rodado por monopatines. La época de los “skates” fue desde los años 1985 a 1990, que fue el año que me fui a  vivir dos años a Zaragoza. Un amigo, Daniel, ha colgado en Facebook una de esas fotos que jamás recordé que nos hubiéramos hecho mis amigos y yo. Pues me he llevado una gran alegría. El tener un simple recuerdo de aquel momento, me ha llenado de nostalgia. La quería compartir con ustedes.


Y, por si conocen a alguno, que sí los hay, les voy poniendo sus nombres.

El primero por la izquierda, está claro, con camiseta roja y blanca a rayas, es Uli. El que está detrás de él, con el monopatín en el brazo, es Chema, que vive cerca del Terrero. El pequeño de chandal verde, no tengo ni idea. Con la camiseta azul y la bermuda azul y blanca, es Eladio, que vivía encima de donde está ahora SuperSol, frente al recreativo de la Avda. El Mirón.

El de adelante, es Salva, ya saben, hermano de Fran Sarmiento, e hijo del dueño de la librería El Borrón. Antes de abrir la librería, nos reuníamos en ese local, a escuchar música de Europe y Bon Jovi, que en el 86, eran dos grupos punteros.

Detrás, con una camiseta negra que aún recuerdo, estoy yo. Solo se me ve la cabeza con una peluca digna de esos años. Después, con la camisa azul “New Balance”, Daniel, el amigo que ha colgado la foto. Vivía o vive enfrente del Borrón, es decir, de Salva. Al lado, casi cayéndose, Norberto, que vivía en el Terrero. Su padre y él, no estoy seguro, tenían hace poco un piscolabis, donde antiguamente estaba el videoclub "El Terrero".

Y en la parte de la derecha, los dos hermanos Kilian y Onié. Vivían o viven al lado de la ferretería Calderín. Y rodeándonos, está claro, el parque San Juan, cuando aún tenía esas baldosas que nos encantaban porque resbalaban y eran perfectas para el monopatín. Como ven, todos estábamos flacos, y es que me siento feliz de haber crecido en una época donde el mejor videojuego era la calle, la vida real, y no permanecíamos sentados con un joystick y con los ojos fijos en una pantalla. Esa es la suerte que tuvimos algunos. De todas maneras, recuerdo que, por esa época, empezaron a salir los ordenadores Amstrad, IBM y los Commodores. Yo tuve uno con la pantalla en blanco y negro, pero no recuerdo haberme quedado en casa jugando para no salir.

6 comentarios:

karnak dijo...

Sniff...que recuerdos me trae este parque. Yo también me pasé buenos ratos con el monopatín y las farolas que habían a los lados. Y cuando el guardia nos echaba a gritos.

Ángel Díaz dijo...

jejejejeje, que buena foto....como me dijo Raúl el otro día, es como ver a los "SONS OF ANARCHY" pero con los "skais" madremia que pasada....menuda banda....

Modesto González dijo...

Pues si es verdad, menudas pintas. El guardia que yo recuerdo, Claudio, es un compañero tuyo llamado Jose Luis. El tío nos fastidiaba la fiesta cuando jugábamos con una pelota de tenis o plástico de banco a banco, en el parque San Juan. Se bajaba del coche, corría hasta nosotros y se la llevaba, el muy mamón. Después coincidíamos la familia con él cuando le invitaban a unos asaderos. Se pasaba horas contando chistes, y yo me reía, pero luego le miraba e interiormente me decía: ¿Donde coño tienes todas las pelotas guardadas, cabronazo? jejeej

Satori Kundalini dijo...

Yo tengo fotos de este estilo también, pero alfo falla, en ninguna estaba como ustedes; "flaco". No sé que hice mal, yo soy del 66 y no tuve ordenador ni na de eso hasta casi entrados los 30.
Tampoco me compraron nunca un monopatin, no era por el dinero en sí, creo que más bien era algo relativo a la resistencia del material.
Yo recuerdo que jugaba en la plazoleta del rosario en el cerrillo, con pelotas hechas de tiras de plataneras secas, papel (normalmente de periodíco) y sintasiva...igualmente el guardia se la llevaba.
Aquellos tiempos de los que casi no quiero acordarme.

Modesto González dijo...

Bueno, ya sabes, Rafa, que el término flaco no lo digo por genética, sino lo utilizo para comparar al chiquillo de hoy en día que está todo el día en casa y no hace ejercicio, al de antes, que no paraba la pata en ningún momento. Luego, claro está, todos tenemos malos momentos que, ni interesan ni deben extraerse del baúl de los malos recuerdos.

Modesto González dijo...

Gracias a Daniel, el pequeño del chándal verde se llama Julio, y vive o vivía encima del gimnasio Francis. El que está detrás, es un tipo genial llamado Luis, que es primo de Eladio, y por todos conocido como el Fruitis. Con Luis ha sido con quién he mantenido más contacto a lo largo de los años.