martes, 13 de julio de 2010

Encuentro Hedonista

Mencionar, brevemente, que Antonio Cerpa se fue media hora antes que nosotros, y no me acordé de decirle que se hiciera la foto con nosotros. En esta breve crónica, queda bien presente.


DÍA DE REENCUENTROS


Vanessa y yo, avistamos, contrastando con el suelo grisáceo y el cielo amarillo y sofocante, a dos rojos, Cerpa y Juan, sentados en la terraza de la plaza de la Constitución. Una vez más, los hedonistas se reunieron para celebrar el reencuentro, después de un año, con nuestro ilustre filósofo de pelo abundante, mirada nerviosa en espera de los resultados de sus exámenes, y algo más delgado de lo acostumbrado. En ese momento, besaba a una rubia de piel espumosa, y no lo pensé: ¡camarero, por favor, traigame otra rubia de beso mojado!

Poco a poco, llegaban los demás ilustres hedonistas al lugar de reunión, en un bar que, en cuestión de servicio, dejaba mucho que desear. Cerpa nos contó, su nuevo proyecto, una novela del ayer, del pasado, de la vida de esos anónimos que no tienen su nombre en ninguna placa, pero que son los auténticos protagonistas de nuestro pueblo: Arucas.

Con un sofoco tan parecido al de María de los Ángeles esperando al marido ausente, empezaron a llegar el resto de hedonistas: Raúl, Claudio y Ángel. En el aire se adivinaba algo jamás soñado, el partido de la final de la copa del Mundo de Fútbol, donde por primera vez, España era protagonista... como protagonistas fueron aquellos que deben ser olvidados: los hermanos de La Salle. Cerpa escribió, en la pizarra del horror, los crueles castigos de unos tipos con sotana que más que educadores, eran torturadores. Mesas de bebidas y comidas fueron borradas y sustituidas por lápices, reglas y cuadernos.

Los edificios colindantes fueron las rejas de una cárcel llamada "La Salle" donde, hasta creímos escuchar, los golpes de quienes se creían libres de martirizar a niños indefensos. Cuando le observaba, creía ver, después de muchos años, el miedo asomando de nuevo por unos ojos mojados de sufrimiento.

Respiramos de nuevo. Por allí pasó una orquesta con el sonido "New Orleans", celebrando el sacrificio que tendría lugar en el centro de la plaza. Murakami, el Dios Azteca de los ojos rasgados, exigía el corazón del traidor del surrealismo: Claudio.


 
Pero salvó la vida, gracias a la ayuda que debía prestar, un dos de mayo, contra los franceses atrincherados en el parque municipal. Nos unimos en la lucha por España, con los cuchillos y tenedores que sobre la mesa había, y nos enzarzamos en la pelea, con el valor y el coraje que ellos jamás tendrían, para salvar España de "aquellos gabachos de mierda".




Con las vuvuzelas y las pitas de los coches, y con el rojo sangre que empezaba a pintar de sangre las calles de Arucas, dejamos después de cuatro horas, la charla para una posterior cita en las librerías de Triana. Khisnamurti, mudo testigo del encuentro, resumió el momento, susurrando: "Más allá del pensamiento, de la meditación y la serenidad, lo que más cura el alma de un ser vivo es compartir tan buenos momentos con tan buenos amigos. No hay mejor curación que esa".

Después, y mientras íbamos para Las Palmas, Vanessa y yo divisamos a miles de chiquillos vestidos de rojo, emocionados por ver lo que antes nosotros no pudimos, cuando eramos niños: a España en una final mundial.
Gritamos, sufrimos, pero ganamos en un día donde el fútbol de calidad y el Fair-Play, ganó a una Holanda desconocida que quiso ganar el mundial con patadas y juego sucio. Un Iniestazo en el minuto 117 de juego, levantó a todo un país. Luego llegaron las celebraciones, y se liberó toda la tensión acumulada.
Y termino esta crónica diciendo que, por primera vez desde que ni ya me acuerdo, todos estábamos de acuerdo en algo.
 
FIN

9 comentarios:

Ángel Díaz dijo...

Modesto...como siempre, te sales...esta claro que, oficialmente quedas como cronista de las reuniones hedonistas...no veo que estes pasando ningún tipo de crisis literaria...chapeaú....ma he gustado mucho...a seguir así...un saludo a todos los conspiradores....

orlando dijo...

Me lo podian haber dicho ¿no les parece? pues eso .

Ángel Díaz dijo...

a mi personalmente se me paso, incluso se me pasó decírselo a juanfran..asi que...i'm so fucking sorry....

karnak dijo...

Es cierto Orlando, y es culpa mía, que tenía que haberlo puesto en el blog y en el feisbuq para conocimiento general. La cosa se pensó el mismo sábado y entre las prisas, la final de España y que trabajé por la mañana se me fue la cosa. De todas formas hemos quedado para tener una antes de fin de mes y se programará con tiempo y conocimiento de todo el mundo que quiera acudir.

orlando dijo...

Nada Claudio, que eso es de gente. pues eso je je .

Juan G. Marrero dijo...

Cerveza, sol, comida...
¿Y los libros qué...?
Se me están HEDONIZANDO hacia el placer mundano...

Modesto González dijo...

Perdone usted, D. Juan. Creo que dejé muchas cosas en el tintero: su interés por leer en letras grandes a Galdós, o el libro que está leyendo Claudio, El asedio. Se puede decir que hice demasiado rápida la crónica y, logicamente, dejé bastantes cosas sin decir.

karnak dijo...

Felicidades JUAAANN, has aprobaoooo....

José Mari dijo...

A mi amigo Juan Marrero lo veo muy español, con esa camiseta roja con la tira amarilla(no sé si es el sol entre las sombrillas). Siempre es fantástico que los amigos se reúnan. Un saludo a todos desde Melilla, donde os sigo en este verano caluroso.
He visto por ahí vuestro proyecto de relatos. ¡Lanzaos! Yo acabo de publicar mi segundo libro de poemas, Neverland, y no hay nada más satisfactorio como verse uno mismo en papel,ejjejeje.
Lo dicho, saludos a todos.