Prisionero
Prisionero de mi soledad
vivo para después desear morir harto de silencio,
dolido de tantas vidas vividas en una vida,
cansado de enhebrar el hilo de la esperanza.
Los besos que siento que no te pertenecen
que quisiera darte, pero me niego
convencido de que no serán tuyos
fingiendo que no me corroe la agonía.
Me cobijo en tus recuerdos
saboreando en vano cada instante que pasó
y que siento como irrealidades.
Como abrigos de tristeza
incrustados en mi piel
con aceradas espinas de rosas metálicas
Estos besos que sé que no te pertenecen
en momentos eternos de un sinfín de historias
con el mismo final...
Estos deseos insignificantes ante la eternidad de los días
que paso lamiendo recuerdos
ocultando caricias en mis bolsillos
y deseos ahogados en silencio.
Me abriga la pena
y sé que no te pertenecen los besos
con los que sueño despierto
cuando pones tus manos sobre mi pecho
y sé, sin palabras, que todo acabó
por mucho que me jures que seguirás hilvanando el tiempo
de ahora en adelante, junto a mí
todas las noches de luna llena.
Satori. - 2011
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