lunes, 2 de julio de 2012

Capitalismo 4 - Ciudadanos 0

Como sigue la lluvia de opiniones ante la “no participación de los ciudadanos en manifestaciones contra la corrupción y la locura capitalista” les invito a leer y pensar, recuerden aquello de “cuenta treinta antes de responder”. Por favor, lean dos artículos, uno de un polaco opinando sobre su país y la Eurocopa y la opinión de otro bloguero.

 Aquí no estamos “contra el fútbol” o cualquier otro deporte de masas, sino contra la utilización que hacen muchos gobiernos, casi siempre dictatoriales o corruptos para despistar a la gente de su “dura realidad”.

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El opio y el esteroide del capitalismo



Durante el Mundial en Sudáfrica 2010 Terry Eagleton escribió que el futbol es un opio del pueblo y buen amigo del capitalismo y que si se quiere pensar en un verdadero cambio político, habría que abolirlosic (The Guardian, 15/6/2010).
…Pero mirando el contexto de la Eurocopa 2012 en Polonia y Ucrania –de la que hoy se juega la final– Eagleton incluso se quedó corto: el futbol puede ser un opio, pero también es un fuerte esteroide, un motor de la acumulación y del desarrollo desigual.
Para el premier Donald Tusk (PO) –gran aficionado y jugador– la Eurocopa fue un regalo: no sólo cumplía sus sueños, sino que vino justo a tiempo para salvarlo. En los meses pasados él y su gabinete liberal-conservador, arrogante y hostil a cualquier diálogo social, se enfrentaron a grandes protestas (las más fuertes por retrasar la edad de jubilación) y metían la pata una y otra vez.
Gracias al futbol anestesiaron la sociedad y mejoraron la imagen. Anunciaron una peculiar pax futbolera, posponiendo las reformas y pidiendo a los sindicatos que no se manifestaran durante el evento (Tusk prefiere tratar con una masa sinclasista de hinchas que con los sectores agrupados en torno a demandas específicas).
Gracias a un particular conjunto de factores Polonia se salvó relativamente de la crisis
Lo más preocupante es que el efecto esteroide en la construcción es la prolongación del modelo que ocasionó la crisis…
La mayoría de estadios para la Eurocopa 2004 en Portugal resultaron elefantes blancos. Hoy es más barato demolerlos, que mantenerlos. Pero la deuda contraída para su construcción infló el déficit, problema que hoy acecha a este país (una estupenda lección sobre el origen de la eurocrisis –nada que ver los supuestos privilegios sociales).
Para construir los suyos Poznan, Wroclaw y Gdansk se endeudaron hasta las orejas (Varsovia está mejor). Podrían servir para conciertos o ferias, pero hacerlos rentables será difícil. Ya antes faltaba para hospitales, viviendas, escuelas, guarderías, teatros o transporte público. Ahora habrá aún menos gasto social, más privatización de bienes municipales y más impuestos.

El futbol resultó aquí la herramienta de la redistribución de riqueza hacia arriba y de estructurar las ciudades en torno de las exigencias del capital. En fin el circo lo pagará la gente, aunque no quiera verlo.
En Polonia la crítica de la Eurocopa desde el principio fue objeto de burla. Pocos se atrevían a decir que mucha parte del dinero será malgastado…
Dicho todo esto y estando consciente de los usos y abusos del futbol, por un mes anduve hasta cierto punto alienado o conectado con la realidad futbolera
El futbol por supuesto no se trata sólo del capitalismo. Querer abolirlo es absurdo.
Pero tal vez sólo en otro modo de producción el juego cobraría su verdadera dimensión moral (ya que la única moral capitalista es la del mejor postor).
Tal vez sólo más allá del capital dejará de ser el opio y el esteroide del sistema, volviéndose un placer
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Fútbol y alienación (o como la pelota gira y la vida se escapa)


...El deporte les enseña a los niños lo que es la competición, la disciplina, el esfuerzo y, sobre todo, les hace ser conscientes de que los sueños se desvanecen. El placer de jugar por jugar no existe ya ni en las categorías infantiles. Los niños deben aprender el espíritu que domina el mundo: el de ser más que los demás y cuando no se puede, ser lo suficientemente listo para hacer trampas sin que nadie se entere. El objetivo es llenar la estantería de medallas y trofeos. Lo lúdico es eliminado, es una debilidad, una tara que hay que extirpar de sus pequeñas cabecitas. El placer está en la victoria, no en el propio juego. Así, conforme crezcan, irán interiorizado la ideología de nuestra época: ganar más dinero, acumular cosas inútiles, gozar de “prestigio”, tener es poder y poder es tener. Aprenderán que lo que importa es comprarse el último modelo de coche, donde ir da igual; a tener un trabajo, aunque no éste no tenga sentido y no les aporte nada. Lo importante no es lo que se hace, sino el hecho de hacer algo. La vida queda reducida a un mero dejarse llevar, a poseer y ser poseído.

Ya adultos, se conformarán con ver a los profesionales en el campo o por televisión, desahogando sus frustraciones, gane o pierda su equipo, eso da igual. Hay que identificarse con un campeón ―de fútbol, tenis o automovilismo― para ocultarnos a nosotros mismos las derrotas del día a día, las frustraciones, el aburrimiento, la soledad. Sobre las causas reales de estas frustraciones, sobre las miserias de nuestra vida diaria, sobre las derrotas cotidianas que nos inflinge este sistema capitalista, nos han enseñado que nada puede cambiarlas y que sólo queda resignarse, sacrificarse y agachar la cabeza, pues todos formamos parte del mismo equipo. Eso sí, tenemos gran cantidad de entretenimientos y drogas que nos hacen olvidarlas por un tiempo...

5 comentarios:

Ángel Díaz dijo...

Pues lo que hemos estado comentando estos días...nos quieren hacer creer que el deporte de élite y la política no van de la mano, cuando se escudan en ello para artícular sus artimañas y tener a la "masa" despistada con sus "héroes", héroes que a la mínima si pueden no fiscalizan sus fortunas en la patria que los apoya, me quedo con el último trozo de texto de este artículo...

"...Ya adultos, se conformarán con ver a los profesionales en el campo o por televisión, desahogando sus frustraciones, gane o pierda su equipo, eso da igual. Hay que identificarse con un campeón ―de fútbol, tenis o automovilismo― para ocultarnos a nosotros mismos las derrotas del día a día, las frustraciones, el aburrimiento, la soledad. Sobre las causas reales de estas frustraciones, sobre las miserias de nuestra vida diaria, sobre las derrotas cotidianas que nos inflinge este sistema capitalista, nos han enseñado que nada puede cambiarlas y que sólo queda resignarse, sacrificarse y agachar la cabeza, pues todos formamos parte del mismo equipo. Eso sí, tenemos gran cantidad de entretenimientos y drogas que nos hacen olvidarlas por un tiempo... "

karnak dijo...

Todo en esta sociedad va de la mano. El deporte de élite, la educación, la política, la economía. En este mundo globalizado, todo se toca. El deporte de élite es un filón, no solo para los políticos que lo utilizan para desviar la atención, también lo es para la banca, los publicistas, las grandes empresas, los medios de comunicación, etc. Pero puestos a escoger entre toda la mierda que nos rodea, yo prefiero escoger lo positivo y el buen momento de un triunfo deportivo (la selección, el roland garrós, el GP de F1 en valencia, motociclismo) porque aparte de esto que nos queda?. Bueno, el follercio,que sigue siendo gratis y gratificante. Por lo menos la mayor parte de las veces.

Mensy dijo...

Interesante los dos artículos, pero me quedo con la reseña del 2º sobre un libro de Eduardo Galeano, “El futbol a sol y sombra”:
“La historia del fútbol es un triste viaje del placer al deber. A medida que el deporte se ha hecho industria, ha ido desterrando la belleza que nace de la alegría de jugar porque sí. En este mundo del fin de siglo, el fútbol profesional condena lo que es inútil, y es inútil lo que no es rentable.”
También hay otra reseña a otro libro, totalmente recomendable de la que el señor Vargas Llosas sacó su remake particular……………… “La sociedad del espectáculo” de Guy Debord
Y a todo este boom de euforia, me pregunto realmente a cuantas personas de las que ayer dejaron desiertas las calles (en parte yo agradecida porque pude darme un más que agradable paseo-caminata con una amiga y su perro…También pensábamos en atracar un banco, pero lo dejamos para otra ocasión) les gusta realmente el futbol…………

Yolanda M dijo...

Soy plenamente consciente de lo que representa el fútbol profesional hoy en dia.Ya tengo unos cuantos años y se perfectamente lo que es la manipulación de masas.No tengo que citar a ningún autor por que lo he vivido en mis carnes.Una dictadura unas cuantas crísis....apretarse el cinturón,escasez.....y todos los etc. etc.
A mi también me desalienta ir a una manifestación y que siempre vayamos los mismos(pocos) pero yo seguiré acudiendo...ni me resigno ni agacho la cabeza.Drogas y entretenimiento han habido siémpre.
No me siento derrotada ni percibo a mi alrededor nada de eso;tiempo al tiempo..... las cosas no son tán rápidas.
Mientras tánto procuro hacer mi parte en mi pequeño mundo y trato de no dejarme llevar por el pesimismo.... ni la mala leche.
Las noticias lo justo para estar informada...de radio y prensa..tv poca.Vivo y dejo vivir...y claro que tengo opinión y sé que mientras todos estabamos entretenidos ó alienados han subido los impuestos la gásolina,copago y demas tropelías.
Y siento vérguenza víendo a toda esa gente en la Cibeles jaleando a una selección de fútbol y me ha dado repelus viendo mi barrio lleno de banderas cual (República Bananera).Mañana volverán a la realidad pero.....mientras tanto ¡¡que les quiten lo bailao.....!!
Segùn ustéd que debemos hacer........conozco a algunos dispuestos a cortar pescuezos a salir a la calle con una metralleta y cargarse a todo politico o banquero que se le ponga a tiro.....pero me temo que eso ya sabemos como termina......
Y por cierto el billete de Rajoy a Kiev....lo pagó de su bolsillo?
Feliz semana a todos!!!!!

karnak dijo...

A mí no me gusta el futbol. Ni sigo la liga ni me interesa lo más mínimo lo que pone el marca. Pero eventos como la eurocopa o el mundial, o la champions, suelo ver los partidos de las semifinales y la final. Me gusta el deporte pero en dosis interesantes. Y por ese motivo el mes que viene veré las olimpiadas y las disfrutaré, aunque la mayor parte de los atletas que participan en ellas sean completamente desconocidos y no cobren una poca mierda.