miércoles, 25 de julio de 2012

MEDUSAS.........

El mar parecía haberse convertido en uno de mis amigos más íntimos, sobre todo en aquellos días donde la vida era un asadero insoportable donde mente y cuerpo estaban agotados en la misma sintonía, como una de esas melodías que tras haberla escuchado tantas veces se te habían incrustado sin querer y no había manera de extirparla, excepto  en el remanso refrescante que la costa te ofrecía.

Y allí clave esa tarde mi cuerpo en supina postura, como tantas otras, dejando arrastrar mis extendidos miembros y fusionando mi mente que ya no divagaba en inútiles pensamientos.
El mar era yo y podía oír con claridad cada latido salino que cristalizaba en miles de historias avenidas en mitos humanos, pero que una vez fueron reales………Y después de que Ulises me invitara a viajar junto a él en una interminable aventura donde el cielo y la tierra parecían ser lo mismo y toda cosa que vieras tenía vida propia, pues no había nada inerte haya donde íbamos…..me vi rodeada por un centenar de medusas, que primero me miraban con curiosidad, para luego perderme el respeto y arrastrarme con ellas hacia el fondo oceánico .
Allí todo parecía tan diferente, es como si hubiesen limpiado recientemente, pues todo tenia un brillo especial, como recién pulido y me encontraba en medio de una especie de celebración, donde pronto descubrí que yo era la atracción principal, para después convertirme en el plato principal…Pero de repente todo desapareció en un inmenso burbujeo que no me dejaba ver más allá de mi nariz y un estruendo a modo de gritos desesperados llegaban a mis oídos, mezclados con aquellas burbujas que se tornaron violáceas. Era como un grupo de tritones enfurecidos, no sé porque motivo. Y como en un sueño los parpados se me abrieron sin yo dar ninguna orden, arriba lucia aún un inmenso cielo azul y abajo el mar me mantenía arrebozada y fuera pude distinguir a un enorme grupo de bañistas que con los brazos agitando al aire me pedían que saliera, prefería a los tritones.
Cuando llegué a la arena, una señora que no paraba de mirarme de arriba a bajo, mientras me increpaba incrédula y diciéndome, que si estaba loca, que si no había visto a las medusa, que cientos de ellas me rodeaban, que como es posible que no me hubiesen picado………y así llegue a mi casa con el tintineo aún de aquella asombrada señora, que solo desapareció cuando el agua de la ducha me estaba quitando aquel regusto a salado de aquella inolvidable tarde y al secarme la planta del pie izquierdo note un bulto, que al observarlo mejor, era como una quemadura, eran como dos serpientes enrolladas entre sí. Símbolo de la vida. Supongo que nunca sabré que medusa me hizo aquello.

4 comentarios:

Raúl M.V. dijo...

El mar...retiro y sosiego... a veces feroz...pero siempre inspirador. Un relato casi épico que releo una y otra vez. Fantástico
Mensy en estado de gracia.

Satori Kundalini dijo...

Que bello, ¡Bellísimo el relato Mensy!!!! ¡Pero qué bueno, bueno, bueno!!!!

Con que frescura. Con que claridad. Qué forma tan maravillosa de convertir las palabras en olas que te llevan a sentir que uno es el personaje y lo está viviendo.

En este relato llevas al lector donde quieres. Asombroso como desde las primeras líneas ya está uno metido en la historia...

Mensy, Mensy, Mensy…

Juan G. Marrero dijo...

Te habrá mirado Medusa a los ojos y te dejó alucinando...
¡¡Muy bueno....!!

karnak dijo...

Me ha gustado mucho Mensy.