domingo, 19 de mayo de 2013

La gata y su educación



El domingo 19 de mayo cuando iba a salir a las 18,40 a hacer un poco de footing me crucé con la gata de mi vecina y sus cuatro gatitos. Intenté acercarme a acariciarlos pero se alejaron hacia su escondite, como no tenía tiempo para buscarlos me fui a correr.
Cuando regresé una hora después no había nadie por los alrededores. La madre de estos gatitos suele dormir a veces sobre el asiento de mi moto o al lado de ella o bajo mi coche asique nos conocemos bien, incluso una vez se coló en mi casa.
Me acerqué a un cercado lleno del julaga donde dio a luz a sus gatitos (es la 3º camada, le tengo que decir a la dueña que no le quite todos los gatos al pobre animal porque se pone encelo enseguida, es muy joven y está muy flaca de tantos partos). Los llamé pero no vi nada.
Al rato vi salir a la gata no sé de dónde y se acercó al lugar. Volví a acercarme y allí estaban los cuatro gatitos (tres blancos y uno naranja). Se me quedaron mirando. Me alejé un poco y la madre los llamó y los llevó a la entrada de la casa de la vecina  me acerqué a saludarlos.
Cuando bajé me encontré con el vecino y me dijo que eran cinco y que habían regalado uno y le comenté que creía que la gata como los estuve buscando los llamó para presentármelos. Así que subí y cogí la cámara.

1 comentario:

orlando dijo...

Je je je, el gatillo en la foto.