El domingo 19 de mayo cuando iba a salir a las 18,40 a hacer
un poco de footing me crucé con la gata de mi vecina y sus cuatro gatitos.
Intenté acercarme a acariciarlos pero se alejaron hacia su escondite, como no
tenía tiempo para buscarlos me fui a correr.
Cuando regresé una hora después no había nadie por los
alrededores. La madre de estos gatitos suele dormir a veces sobre el asiento de
mi moto o al lado de ella o bajo mi coche asique nos conocemos bien, incluso
una vez se coló en mi casa.
Me acerqué a un cercado lleno del julaga donde dio a luz a
sus gatitos (es la 3º camada, le tengo que decir a la dueña que no le quite
todos los gatos al pobre animal porque se pone encelo enseguida, es muy joven y
está muy flaca de tantos partos). Los llamé pero no vi nada.
Al rato vi salir a la gata no sé de dónde y se acercó al
lugar. Volví a acercarme y allí estaban los cuatro gatitos (tres blancos y uno
naranja). Se me quedaron mirando. Me alejé un poco y la madre los llamó y los llevó
a la entrada de la casa de la vecina me
acerqué a saludarlos.
Cuando bajé me encontré con el vecino y me dijo que eran cinco
y que habían regalado uno y le comenté que creía que la gata como los estuve
buscando los llamó para presentármelos. Así que subí y cogí la cámara.
1 comentario:
Je je je, el gatillo en la foto.
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