miércoles, 12 de junio de 2013

Me basta así...Ángel González

Junto al sofá tengo una pequeña mesa con una foto de un cuadro de Mark Ryden y una pila de libros; unos 12 en este momento...que leo, abandono a medio leer, esperan ser leídos o releídos...otros, como los poemarios, los releo cada rato, como uno de Benedetti que llevaba casi un año sobre la mesa y que ahora viajó a otras manos y a buen se empadronará en otro corazón. Pues hace un rato cogí un poemario de Ángel González entre las manos, desplegué un folio que tenía entre sus páginas y releí uno de sus/mis poemas favoritos...casualidad, causalidad, dos copas de vino de más que llevo encima...Es El Poema Perfecto y Ángel González un poeta imprescindible, cercano, intelectual de la emción y maestro de la palabra. Descubrirlo es un placer, pero releerlo, y casi recitar cada verso antes de que tus ojos se paseen por la línea, es volver a descubrir aquel primer placer.

 
ME BASTA ASÍ

Si yo fuera Dios

y tuviese el secreto,
haría
un ser exacto a ti;
lo probaría
(a la manera de los panaderos
cuando prueban el pan, es decir:
con la boca),
y si ese sabor fuese
igual al tuyo, o sea
tu mismo olor, y tu manera
de sonreír,
y de guardar silencio,
y de estrechar mi mano estrictamente,
y de besarnos sin hacernos daño
-de esto sí estoy seguro: pongo
tanta atención cuando te beso;
entonces,
si yo fuese Dios,
podría repetirte y repetirte,
siempre la misma y siempre diferente,
sin cansarme jamás del juego idéntico,
sin desdeñar tampoco la que fuiste
por la que ibas a ser dentro de nada;
ya no sé si me explico, pero quiero
aclarar que si yo fuese
Dios, haría
lo posible por ser Ángel González
para quererte tal como te quiero,
para aguardar con calma
a que te crees tú misma cada día,
a que sorprendas todas las mañanas
la luz recién nacida con tu propia
luz, y corras
la cortina impalpable que separa
el sueño de la vida,
resucitándome con tu palabra,
Lázaro alegre,
yo,
mojado todavía
de sombras y pereza,
sorprendido y absorto
en la contemplación de todo aquello
que, en unión de mí mismo,
recuperas y salvas, mueves, dejas
abandonado cuando -luego- callas...
(Escucho tu silencio.
Oigo
constelaciones: existes.
Creo en ti.
Eres.
Me basta.

1 comentario:

Satori Kundalini dijo...

Bellísimo, me da subidón... creo que podría decir que es hasta excitante...