sábado, 11 de julio de 2009

Despertar Rockabilly

Esta mañana me he levantado de la cama con una melodía en la cabeza. No podía parar de tararear en susurros "Suspicious minds". No es que soñase con Elvis (de joven soñé con ser Elvis pero ya no está el pelo de uno para mantenerlo tieso) ni nada parecido que yo recuerde, pero entré en el baño tarareándola y me lavé la cara cantando Why can´t you see...what you are doin´to me...Muy extraño. Pero luego mientras tomaba el café, acompañado por Elvis todo el rato (como Christian Slater en aquella película,"Amor a quemarropa",que tiene a Elvis como mentor en todad partes) abrí un documento de word y como poseído fui juntando palabras casi atropellando el teclado. Ha sido una mañana de sábado bastante extraña y todavía sigo sin poder quitarme a Elvis de la cabeza y para colmo lo tengo enmarcado cerca del ordenador. Lo que he escrito prefiero dejarlo tal como salió. Quiero (o Elvis lo quiere así) que sea una especie de experimento matutino tras tomar anoche un par de cervezas y caer redondo en la cama a las once y media.


Las cosas más hermosas
que he visto en mi vida las he escuchado en la cadencia de un narrador y las he leído en un libro eterno.
Las peores cosas que he visto en mi vida las he escuchado en un desgarrado grito y en el silencio de un niño.
Las mejores cosas que he sentido en mi vida las he saboreado en unos labios húmedos y en el primer sorbo compartido de una copa de vino.
Las peores cosas que he sentido en mi vida las he oído en el asco y en la soberbia y en la hiel.
Las mejores cosas que he escuchado en mi vida las he visto en la voz cansada de un poeta y en el lamento de una guitarra.
Las peores cosas que he escuchado en mi vida las he sentido en la desvergüenza de los más poderosos y en el odio de los hermanos.
Las mejores cosas que he olido en mi vida las he visto en la mirada de una amante y en las gotas de rocío sobre una hoja en el alba.
Las peores cosas que he olido en mi vida las he sentido en ojos cansados y en sonrisas borradas y en el final del amor.



7 comentarios:

Modesto González dijo...

Creo que alguna vez me sucedió lo mismo, Raúl. De repente, te despiertas con una melodía, un recuerdo olvidado o con los ecos de un sueño extraño. Incluso al despertarme sigo escuchando las voces que ya son el eco del último sueño. Maravilloso texto el de "las cosas más hermosas"...
Explicas perfectamente que, en las cosas más sencillas, se esconden los sentimientos más profundos. Guapo, tío.

Juan G. Marrero dijo...

"Las cosas más hermosas que he visto en mi vida las he leído en este blog..."
Las peores...pues..por ahí, por esa prensa parcial, alienada, en crisis...

Mensy dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mensy dijo...

Muy bueno Raúl….parece que Elvis te ha inspirado…..sin embargo él quiso sentir la vida demasiado rápida, no se si le dio tiempo a saborearla….y creo que de eso se trata, de sacarle partido a lo que nuestros sentidos nos brinda….sé que muchas veces nos llega las cosas sin que queramos, pero podemos desecharlas, olvidarlas o ignorarlas y quedarnos con la esencia de las cosas que nos interesan….que como dice Mode, a veces esa esencia está en las cosas más sencillas…..

Juan G. Marrero dijo...

Yo en plan broma…Y acabo de leer un artículo “Falsedades, inventos y refritos en la aldea global” (DEFENSORA DEL LECTOR)

http://www.elpais.com/articulo/opinion/Falsedades/inventos/refritos/aldea/global/elpepuopi/20090712elpepiopi_5/Tes

¡¡Nosotros aquí con granitos de literatura, pero nuestros, sin falsedades, inventos ni refritos…!!
¡¡FELICIDADES HEDONISTAS….!!!

karnak dijo...

Un relato muy intimista. Yo en ocasiones también me levanto oyendo música, pero es el vecino y su puto regetón.

Satori Kundalini dijo...

Muy bonito Raúl, gracias que lo pusistes tal cuál...tiene un aire fresco que me gusta. Es sincero, claro y dice mucho de lo esensial de la vida, de lo poco que cuesta saborear lo bello.