jueves, 9 de julio de 2009

LOS LIBERTINOS BARROCOS



LOS LIBERTINOS BARROCOS. Contrahistoria de la filosofía III”

de MICHEL ONFRAY.


He terminado de leer la tercera entrega de este filósofo francés sobre la contrahistoria de la filosofía. Muy recomendable.

El filósofo va desnudando y descubriéndonos otra visión de personajes muy desconocidos.


Los libertinos Fideístas (anteponen la fe a la razón )

1. Pierre Charron y la voluptuosidad prudente.

Como epicúreo convencido, el filósofo teoriza el rechazo del lujo, de lo superfluo, y únicamente legitima la satisfacción de los deseos naturales y necesarios.

Su obra “De la sabiduría” aporta un ejemplo de pensamiento atento a lo que exige la historia del momento: una sabiduría práctica separada de la teología cristina, el recurso al corpus de la antigüedad griega y latina, un verdadero deseo de la filosofía terapéutica y ya no teórica.

2. La Mothe Le Vayer y el goce de uno mismo

Cuando muere, se convierte en prototipo de personaje diabólico: ateo disimulado, impío oculto, autor a descodificar, retórico, hábil y trapacero, adepto al doble lenguaje, aparente cristiano que lleva oculto un libertino, oportunista cómodo contados los grandes, a lo que corteja con los mismos métodos.

3. Saint-Évremond y el amor de la voluptuosidad

“Cuando el hombre común se conforma con fábulas, con historias placenteras, cuando proclama su amor con la mano en el corazón o recita versos en defensa de la amistad ante el mármol de una estatua, el filósofo realiza su trabajo, levanta el velo, descubre las quimeras y muestra la crueldad de la evidencia. Ni amor, ni amistad, ni sentimientos nobles; solo mecanismo espurios, motivaciones indecentes: interés, amor propio, utilidad, vanidad, malicia, deseo de gloria, orgullo y otras viles pasiones….”

“…He aquí por qué Saint-Évremond toma a los hombres como son, no los sueña, no hace concesiones a lo que podrían ser. De ahí que prefiera a Corneille a Racine. Cuando uno quiere cambiar a los hombres se condena al sufrimiento, se encamina a una inexorable soledad. En cambio-y en “El interés en las personas absolutamente corruptas “ explica por qué-, preferimos lo útil a lo honesto. No esperar la pureza, evitar la extremada severidad con el vicio, coger el bien allí donde se presente, aun cuando no se total, conformarse con el mal menor, practicar la tolerancia con los demás y la severidad consigo mismo, contar con los vicios del mundo o, de lo contrario, escoger la reclusión, el aislamiento, tratar al otro con delicadeza y no adoptar la actitud del filósofo que da lecciones.

Practicar esta sabiduría trágica -se la ha calificado de “humanismo impuro”-redunda en beneficio de la salubridad pública, pues con una moral demasiado pura y gente tan corrupta, nunca sería posible nada…”

4. Pierre Gassendi y “Epicuro que habla”

Se asemeja a un hombre de teatro que escenifica a la manera de un titiritero ventrílocuo. En lo que se refiere al puro universo filosófico, sus personajes principales son tres: Aristóteles, el malo escolástico; Descartes, el racionalista excesivo, y Epicuro, el santo laico.

Por miedo a la religión, se perdió atacando a Descartes y nunca habló totalmente del hedonismo de Epicuro.


Los libertinos panteístas (identifican toda realidad con dios)

1. Cyrano de Bergerac y el vivir con libertad

En “El otro mundo” habla de aerostato y cohete, turbopropulsión y megáfono, altavoz y walkman numérico, bombillas eléctricas y energía nuclear, caravana y automóviles, casas ecosóficas y asignaciones familiares: ¡maravillosa anticipación de nuestra modernidad!¿qué lecciones se extraen de este inventario genial? Que la utopía no es el lugar de una realidad imposible, sino el laboratorio de la realidad de mañana; que nada de lo pensable es quimérico; que la imaginación no funciona en el vacío, en absoluto, puesto que o proporciona el combustible del futuro; que a veces la novela filosófica prepara el futuro más y mejor que una autoproclamada oficina de futurización…Y que, a veces, el futuro se pliega en la anamorfosis…


El temor de no ejercer la servidumbre. No se sabe si Cyrano conocía el “Discurso de la servidumbre voluntaria” de La Boétie. En ella expone: Toda servidumbre es voluntaria y procede exclusivamente del consentimiento de aquellos sobre quienes se ejerce el poder. De ahí esa frase sublime

“ decidiros a no seguir sirviendo y seréis libres”.

Cyrano, añade a esa servidumbre voluntaria, el Rey agrega las servidumbres inducidas por la religión. Creación de amenazas divinas, juzgadores y amenazantes; creación de amenazas divinas en todos los rincones dela naturaleza: el aire, el agua y el fuego creación de otros tantos.

2. Spinoza y lo que lleva a la alegría

Vive su corta existencia de acuerdo con la ética epicúrea: rechazo de los honores, las riquezas, los bienes materiales, lo excesos sensuales y búsqueda de una sociedad capaz de permitir a la mayoría de las personas llegar de la manera más fácil y segura posible a este fin (el de la concordia de los entendimientos). Este proyecto filosófico se completa con la reivindicación del interés por la filosofía moral, la pedagogía, la medicina y la mecánica.

La existencia de Spinoza transcurre de acuerdo con los principio de la ascesis hedonista del filósofo del Jardín (Epicuro).


Conclusión: El crepúsculo de Dios


La fuerza de los libertinajes. El Gran Siècle (s.XVII)-oficial, mundano y ostentosamente exhibido ya por la historia de la filosofía (Descartes, Pascal…) y por el otro lado, afortunadamente, el mismo siglo está también labrado por otras fuerzas. El libertinaje barroco, Spinoza y la anónima fuerza libertaria que florece por doquier, en la calle…La emancipación; el uso libre de la razón…


Onfray destaca que estos personajes que describe en su libro de una u otra manera van apagando la alienación a la religión para comenzar a aparecer la razón como alternativa. Ellos no hablan de Dios, se dedican a razonar y a atacar las debilidades de la iglesia y sus seguidores. El cambio está comenzando…


3 comentarios:

Raúl M.V. dijo...

Una vez más haré mis deberes y leeré el tercer tomo. Onfray es como encender la luz en la oscuridad de una habitación para verlo todo con más claridad

Modesto González dijo...

Al fin, después de años de censura por parte de la iglesia, gente como Onfray pueden expresarse sin miedo a la hoguera. Muchos sufrieron los ataques de los intolerantes y fueron quemados por decir lo que piensan, o mejor dicho, decir la verdad sobre la vida y el origen del hombre o rebatir si existe o no, lo divino.
Hay que agradecer a todos aquellos que arrojaron luz a una sociedad dominaba por la oscuridad de una iglesia que, GRACIAS A DIOS, va perdiendo adeptos y credibilidad.

karnak dijo...

A ver si alguien me deja un libro de este hombre, que aún no me he leído nada suyo.