lunes, 28 de diciembre de 2009

Miraba la tarde

Miraba la tarde.

Arriba, en las ventanas
miraba la tarde
cuando el sopor de las hojas caducas
iba acariciando mis sentires,
y tú estabas cansada
de tanto pasar por tus manos
tantos recuerdos parecidos
y mi desesperación acicalando las horas...
Te estaba buscando en la tarde
entre las hojas marrones
entre las sombras alargadas
de árboles sin nombre colgados de un azul cielo
nacidos en la tierra de la que nadie es dueño.
Y es que como yo te sentía
deseaba que la tarde no acabase,
como yo te sentía
quería que el aire fuera más fresco
como yo te sentía
deseaba verte sonreír de nuevo
y que no pudiera el sopor
rasgar mi tiempo infinito,
las sombras sin color en el espacio
que la tierra mojada cedía,
que la tierra mojada me guardaba esta tarde
soñando contigo.

Satori

2 comentarios:

Modesto González dijo...

Espero que poco a poco surja de nuevo en ti esa inspiración divina e infinita, que se siente en cada palabra y que se vive en cada texto. Me alegro ver de nuevo tus poesías.

karnak dijo...

Esto es que los aires catalanes le han devuelto la inspiracion