jueves, 22 de julio de 2010

El Rincón del Cinéfago.


The A Team. 2010. USA


Director: Joe Carnahan


El sábado pasado vi el nuevo “El equipo A” ; ejem, ejem ¡!!!!!!!!!!!!!! (a esto se supone que le sigue un silencio atronador y una bola de paja que surca el desierto).


Fui fanático del Equipo A en mi edad temprana; crecí con Aníbal, Emeá, Fénix y Murdoc: aquellos cuatro carismáticos exconvictos a los que se les podía contratar si tenías un problema gordo, y a los que siempre les quedaba a mano una ferretería del copón.

Muchos años después, Liam Neeson es Hannibal Smith, y está muy lejos de aquel sonriente y canoso Aníbal de guantes de cuero y puro en la boca. El Fénix, el nuestro, tenía infinitamente más elegancia, mordacidad y sex appeal, que este “Faceman” Peck rubiales de pectorales esculpidos y una extraña enfermedad en el estómago en forma de bultos definidos. Emeá ha dejado de ser Emeá, y es Bosco B.A, Baracus, un negrazo sin la joyería colgando del cuello y una crisis moral que le impide matar a ningún ser viviente. Y Murdock, !mi madre!, nuestro Murdoc era un chiflado con gracia y calva; este nuevo Murdock, es un esperpéntico y espantoso piloto cualificado (demasiado cualificado a juzgar por algunas piruetas imposibles que consigue la magia de la tecnología sobre un croma azul) que no para de decir chorradas y de hacer el gilipollas.

El resto de la película es una trama agarrada con palillos del chino, un Afganistán de postal, una Jessica Biel her-mo-sí-si-ma que bebe los vientos por el nuevo Fénix, y fuegos artificiales que culminan en una lluvia (literal) de contenedores de mercancías en los astilleros de un puerto que cierra un plan maestro muy sofisticado para “nuestro Equipo A” de soldadores y bricomaníacos.

No voy a negar que la peli es entretenida; no aburre en ningún momento pero... los “!Venga ya, hombre!”, los ¡Qué coño..!” y los “!¿Se están quedando conmigo?!”, me acompañaron durante la velada. No quiero pecar de frikinostálgicotelevisivo, pero aquel “Equipo A” de media tarde de mitad de los 80: poco sofisticado, de coches que saltaban por los aires con un evidente resorte, dobles saltarines que no se parecían en nada al protagonista y muñecos que se despeñaban...no debió, en ningún momento, de ser traicionado.
P.D: Olvidé decir que siguen siendo igual de malos disparando sus pistolas y ametralladoras. No muere nadie, o al menos, no lo vemos perecer en pantalla.




R.M.V.

3 comentarios:

Ángel Díaz dijo...

VAMOS. QUE UNA PUTA MIERDA COMO ES COSTUMBRE EN MIERDAWOOD....SI ES QUE......QUE VUELVAN LOS ANTIGUOS, COÑO.......

Modesto González dijo...

Pues quién no recuerda aquella serie, cuando no había mucho para ver. Estaba muy conseguida. Cada uno con su rollo, sus locuras, pero en conjunto, era entretenida. El amigo Hannibal ya murió. Los demás, creo que siguen vivos.

karnak dijo...

Estas reliquias del pasado mejor no menearlas. Cada uno guarda en su memoria el recuerdo de míticas series y luego el productor pesetero de turno prostituye nuestra memoria con estos engendros infumables. Ya pasó con Miami Vice, la nueva serie de V,Los hombres de Harrelson, etc.