miércoles, 12 de octubre de 2011

Profesores hedonistas

El martes 11 de octubre tuvimos un claustro con bastante calor. No sé si debido al calor y las ganas de salir de aquel cubículo todo fue muy rápido. Luego los tutores recibieron a los padres.
¿Cuándo comenzaron los alumnos a dejar en manos de sus padres sus obligaciones…?
A las 20,30 recibí un msm de una de las nuevas compañeras para que la recogiera en la Plaza de los Leones de Teguise. Estaba contemplando la película “El cubo” de Vincenzo Natali (http://www.canalok.com/cine/elcubo.htm ) y me perdí la primera parte del baño de fútbol que le estaba pegando la selección española liderada por Messi, perdón por Silva a Escocia. A las 21,24 llegué al lugar con la música en la radio. Tuve que esperar unos minutos a la tinerfeña, mientras recordé la noche blanca de Teguise, al lado de esa plaza había un grupo que estuve escuchando y su música recordaba el sonido del Fito Fitipaldi. Nos dirigimos hacia Playa Honda a casa de otro nuevo colega canarión del centro y allí nos tomamos unas cervezas. Mientras hablábamos sonó el teléfono y era otro profesor vizcaíno (este del curso anterior, campeón de España de parapente). Quedamos con él cerca del centro comercial Deiland. Mientras caminábamos nuestro anfitrión riéndose nos dijo:
-Aquí donde me ven con este cuerpo rellenito, he sido “campeón de Canarias de gimnasia…” Nos habló un poco de su historia como deportista.
Cuando llegamos al punto de encuentro, después de esperar un par de minutos, vimos a nuestro amigo. Le dijimos:
- Vamos hacia el “Marilyn Lounge Bar”
El respondió un poco mosqueado:
-Pero si vengo de allí, vivo cerca de ese lugar…
Había habido un mal entendimiento entre mis dos compañeros, pero nos reímos un rato.
Bajamos hacia la avenida y realizamos un largo paseo hacia el bar inaugurado el 5 de agosto del 2010. Nos sentamos alrededor de la mesa más cercana a la playa. Nos vino a saludar otro profesor que acaba de llegar este año de La Rioja y estaba sentado un poco más allá de nosotros, luego volvió con su acompañante.
“Playa Honda me trae recuerdos de una fiesta de final del año que estuve trabajando en el centro privado. Recuerdo que un amigo médico me invitó y conocí a su preciosa cuñada, una mujer de armas para tomar…Pero esa noche también tuve tiempo de irme a Arrecife con unas amigas y enrolarme en medio de bastante alcohol…Yo corría detrás de una flor y una amiga de esta detrás de mi…C´est la vie!”
Luego se incorporó un amigo del campeón de parapente. Al poco rato llegó otro profesor tinerfeño del centro acompañado de tres andaluces, una onubense, profesora de Soo (son sólo cuatro en esa escuela), su compañero granadino y un sevillano. Allí nos acomodamos y seguimos la tertulia, varias veces entrecruzada.
“En 1998 estuve trabando en el centro de salud esta localidad varios días. El primer día estaba allí a las 7,55 pero nadie abría. Caminaban las agujas del reloj y nadie aparecía, a las 8,30 abrió la administrativa, una bonita joven.
Le dije: Yo estoy contratado desde las 8,00 hasta las 15,00
-No te preocupes, aquí la gente viene a partir de las nueve…
-Perdón, yo tengo ese horario.
Volví al día siguiente a la misma hora. Ese día abrió a las 8,15. Los demás días conseguí que abriera a las 8.
Allí coincidí con buenos profesionales. Con un médico tuve mucha empatía, en este momento es el gerente del hospital.
El último día de mi trabajo sentí gente hablando en voz alta fuera de la consulta. Salí de esta, lo mismo hizo el pediatra de la suya y también la DUE. Vimos a la gente alterada porque no estaba la administrativa. Esta se había ido a realizar gestiones personales entiempo de su trabajo. Nos reímos los tres y comenzamos a despachar amablemente a toda aquella gente.
Unos meses después me la encontré por el Hospital General. Nos saludamos y me dijo:
-Estoy ahora de representante sindical…
¡Me quedé de piedra…!”
Más tarde se incorporaron otras dos profesoras, una de nuestro instituto y su amiga de Yaiza (ambas canarionas). El círculo tan amplio hizo que se formaran pequeños grupos, yo me alejé de los fumadores, pero estuvimos hablando y riéndonos un buen rato. El sofocante calor durante el día se había transformado en una ligera brisa muy agradable. Echaba de menos buena música, porque durante el tiempo que estuvimos allí solo sonaba música electrónica y no de mi gusto, y tampoco de mis amigos.
“También recuerdo los días que iba con mi hijo al centro comercial cuando era pequeño, a algún cumpleaños, a comprar, dando vueltas por aquellos pasillos, juegos recreativos y atmósfera de consumismo“
Pasada la una y media de la madrugada nos fuimos retirando poco a poco. Primero se fueron los andaluces…Un compañero nos hizo dar otro paseo para ir a ver el lugar donde vivía y se despidió. Acompañamos a otra profesora hasta su casa porque nos cogía de camino a casa del gimnasta. Nos despedimos de este y luego seguí con mi compañera hacia La Villa, donde en su cielo lucía una preciosa luna.
“Ultimamente Playa Honda también me hacía recordar unos verso de Bécquer”:
La gloria y el amor tras que corremos,
sombras de un sueño son, que perseguimos
¡Despertad es morir…!

6 comentarios:

karnak dijo...

Con todo el paro que hay y los recortes en educación y aqui todavía hay gente de la península dando clases?

Mensy dijo...

Me sorprende la facultad que tienes para recordar fechas, lugares, incluso la hora de dichos acontecimientos con tanta precisión y es que yo soy de memoria corta y ni siquiera recuerdo lo que comí ayer…………
Playa honda tiene muchísimo encanto y a principios de año cene con una amiga en un restaurante coreano cercano a la playa. El lugar era súper acogedor, aunque no recuerdo muy bien lo que pedimos, si sé que nos pasamos con el picante………………

Ángel Díaz dijo...

despertar es morir...sigamos viviendo. Magister tienes la agenda mas apretada que Kofi Anan, madremia tu si que sabes. un saludo¡¡

Vic dijo...

¡Tú si que sabes!!!!...como dice hellawaits...
¿hellawaits...el vecino de arriba hellawaits se cambio de nombre?

Ángel Díaz dijo...

¿como? ¿que vecino de arriba? creo que me he perdido ^_^

Juan G. Marrero dijo...

Ese año lo recuerdo bien Mensy, porque no tenía plaza como profesor y tuve que trabajar durante unos meses de médico (hasta que renuncié a seguir sus órdenes alienantes y absurdas), y fue todo una odisea, con denuncias, y otros tipos de disparates que no se olvidan...
Y la chica aquella no puedes olvidarla por esperpéntica...
De esos meses tengo muchas historias, y ninguna se me ha olvidado...