El viernes 1 de marzo, como todos los viernes estaba de
guardia durante el recreo en las gradas de la cancha de mi instituto. Desde
allí suelo ver los juegos, a veces bruscos de los alumnos/as, intento no
intervenir para que descarguen toda la adrenalina, pero a veces tengo que
hacerlo. Ese día le dije a los alumnos que como volvieran a repetir las malas
entradas en fútbol expulsaba al agresor. Uno de los jugadores (el viernes
anterior había dado una buena patada a un chico) lanzó el balón muy alto y cayó
en el jardín que está por encima de la cancha. Fue a buscarlo y cuando lo
encontró le pegó un pelotazo y el esférico volvió a la cancha, pero se tropezó
con otro balón y repitió la acción, esta vez la pelota quedó sobre un árbol, el
chico se echó unas risas y volvió a la cancha dejándolo allí. Me acerqué a él y
le dije que fuera a buscarlo. Ahí comenzó una discusión de besugos. Era
imposible hacerle entender que el balón estaba sobre el árbol porque él lo había
enviado allí. Hablaba en alta voz argumentando frases sin razonamiento.
-¡Pero niño, tú lo tiraste sobre el árbol…!
¡Levantando la voz, negando una vez más… !
Tuvo que intervenir otro chico: ¡Maestro que tenemos que
seguir jugando…!
Le dije al cuadriculado: Vale, pero cuando acaben vas a buscar la pelota.
A los pocos minutos su equipo fue eliminado y subió con otros
tres compañeros al jardín.
Les grité: ¡Pídanle un palo al señor de la cafetería!
Uno de ellos se subió al árbol y comenzó a mover las ramas,
pero la pelota encajada no bajaba. Los otros tres comenzaron a tirar piedras, y
a punto estuvieron de darle al que estaba sobre el árbol.
Desde la cancha les gritaba: ¡Busquen un palo…!
Sonó el timbre del final del recreo y subí. Pasé por la
cafetería y cogí un cepillo. Se lo dejé al chico que estaba subido en las ramas
y en dos toques consiguió bajar el balón.
Les dije: ¿No fueron capaces de pedir un palo?
¡Póngase a ver los documentales sobre los monos…!
Ahora entendiendo la cuadratura de los políticos, banqueros,
corruptos, etc. Todos tienen el cerebro cuadriculado, y su universo paralelo no funciona como el nuestro. Todos estos
individuos en mitad de una partida de ajedrez serían capaces de matar al rey y contar
20…
2 comentarios:
Lo de los chavales tiene remedio, es cierto que muchas veces les cuesta escuchar, pero la vida los va orientando o no…………Lo de la élite es otra historia, se han creado su propio nivel, y sus intereses son muy diferentes……..
Adolescentes y público, mala combinación.
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