domingo, 2 de agosto de 2009

A ella

Rímel

¿Qué me queda?
y me dejas
la encrucijada de tus sentimientos
la mirada lasciva
y el paso del tiempo atormentando mi mente.
Tú figura difusa
cuando estuve a punto
de vender mi alma al diablo.
Me dejas
besos corroídos y tu perfume retocando mi desdicha
muriendo en mi retina la imagen de tu cuerpo
balbuceando tú nombre
sin apenas tiempo para el dolor
o la desgana,
y las tonterías que me decías al oído
resuenan como la marcha fúnebre
de aquellos desencuentros contigo.
Tú, y tu mirada
tú, y tus palabras
vacías
vomitadas de unos labios corroídos
y la marca del rímel en mi camisa
cuando llorabas apenada sobre mi hombro
buscando que fuese yo
quien jugase a ser tu salvador...
Tantas mentiras y tantas noches esperándote
imaginándote, sintiéndote cuando no estabas,
¿y qué me queda?
y me dejas.


Satori. Verano 2009

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