domingo, 30 de octubre de 2011

Cosas mías. Diario de un freak.

Hace una semana o diez días que abandoné Poniente tras pasar la última página de Choque de Reyes, el libro segundo de la novela río Canción de Hielo y fuego, y sigo –de manera más profunda si cabe- seducido, primero, por la excelente prosa de George R.R. Martin y segundo, por todo ese halo de misterio, magia, traición, poder, sangre, codicia…que encierran los tomos de la saga. Hace un par de días, junto al trabajo, tomé el rutinario café de mediamañana mientras leía las miserias del periódico. Después de pagar el euro de rigor y dar las gracias a la hermosa camarera morena de ojos negros de mujer cordobesa pintada por Julio Romero de Torres, pongo el pie en la calle y así como a veinte metros de distancia veo que se acerca el señor que me ha tenido varias semanas atrapado en su imaginario; la misma figura oronda que tiempo atrás se movía de forma pesada y torpe en un reportaje de la HBO; la misma barba que esconde una sonrisa en la solapa de la contraportada de cada novela. Era George R.R. Martin paseando tranquilamente por Mesa y López, distraído, arrastrando las sempiternas cholas con calcetines de giri por la misma acera por la que yo paseaba con mis nulas ganas a trabajar. Lo que relato a continuación pasó en apenas diez segundos pero en mi cerebro pasó fotograma a fotograma: saco el móvil con la disimulada intención de leer un mensaje para preparar la cámara de fotos. El supuesto George se acerca pero se desvía de mi camino. Ya tengo la cámara pero no consigo encuadrarlo. Mi particular R.R. Martin amenaza con bajar de la acera. Giro el móvil y evidencio mis intenciones de fotografiarle a quemarropa. George me mira. Yo le encuadro y zaz: flashazo!!!. Guardo el móvil, paso junto a él, me mira, le retiro la mirada, y desfilo por Mesa y López con una estúpida sonrisa de groupie quenceañera y unas ganas tremendas de compartir mi botín con mis amigos frikis.

No era George R.R. Martin, pero fue bonito mientras duró.



(Mi particular George R.R. Martin. Si llaga a llevar una gorra calada...)

6 comentarios:

Ángel Díaz dijo...

seguro que era él, que se está tomando unos días libres antes de seguir con el nuevo libro de la saga, tenias que haberle parado y pedirle un autógrafo tio...ains.

Mensy dijo...

Como dice Ángel, Solo te faltó darle el libro para que te lo firmara……………Ahora, si yo llego a ser el fotografiado sin permiso, te persigo por todo Mesa y López……………

Ángel Díaz dijo...

ahhh y otra cosa que me ha dejado un poco así....por que no hay foto de la hermosa camarera morena de ojos negros? eh eh?

Juan G. Marrero dijo...

Perdona que no opine sobre tu frikada, PERO TODAVÍA ME ESTOY LEYENDO EL ARTÍCULO DE LAS FLORES...

karnak dijo...

A ver si el Martin se deja de viajar por ahí, y se dedica a terminar los libros.

Modesto González dijo...

Te crees que Martin va a estar esclavizado para que tú te sientas contento, Karnakillo?? Deja al muchacho disfrutar de las playas y las mujeres canarias, leñe.
Buen trabajo, paparachi Raúl, ya te veo en el Leprechaun los viernes, con los frikies jugando a las cartas de rol y la peste a sudor invadiendo el lugar.
Por eso los viernes, ya ni me acerco...