viernes, 26 de agosto de 2011

La palmatoria

Vicente Lorenzo


Para tener el pasado presente

yo que de él vengo como una reliquia

en un momento en que se crean

de un día para otro

fui colocado en el mundo.


Para servir de soporte a una idea

consumida lentamente

bajo el calor de la nada,

alimentada por dicho concepto,

fui colocado en el mundo.


Para quedar impasible ante el fuego

que sobre mis hombros palpita

tras el redoblar de tambores

que anuncian la guerra,

fui colocado en el mundo.


Para no tener corazón, sino un asa

con que ser sujetada por dedos

más fríos si cabe

que los de la muerte,

fui colocado en el mundo.


Para sentir el azote del tiempo

como si fuese la brisa más suave

que pudiera ofrecer el otoño

evocando mañanas de antaño,

fui colocado en el mundo.


Para asistir en calidad de fantasma

a la creación de una bella poesía

o a una velada espontánea

de jóvenes enamorados,

fui colocado en el mundo.


Y para morir desdeñado,

conociendo en el albor de la mente

que no eres nada imprescindible,

que tu función muy bien la haría el vacío,

fui colocado en el mundo.

1 comentario:

Orlando dijo...

Palmatorias , estacas, trancas , je jeje .