lunes, 4 de mayo de 2009

El hombre que susurraba a las neuronas, (cuando se dejaban)

Hendiduras

Las hendiduras en mi espacio
siguen vagando inertes en mi alma,
las hendiduras, que con aplomo
despedazan una vez más mis ideas
sofocando el fuego de la hoguera que luce
tras las dunas de arena de mi voluntad.
Atrapando el pánico, la ansiedad
y mil cosas inciertas, irreales
cosidas a mi espalda,
delicadas obras de arte que quiero
y que añoro para perder mi esencia...
Soy un buscador de hendiduras y de sufridos reflejos
que devuelven los espejos en los que mi alma
serena pero indolente
roza con habitual delicadeza.
Así paso el día y los días
marcando de energía mi lugar de vida
ejerciendo mi derecho a ser nada en la nada
y comprando mi libertad
con la angustia que a veces me produce
sentirme vivo.


Satori 2008

1 comentario:

Modesto González dijo...

Muchas notas de pesimismo dan música a la partitura de tu vida. Lo expresas de una manera tan real que yo mismo paseo por el camino del pesimismo cuando leo tus poesías. Pero en esta vida nos sentimos mal en algún momento, es justamente en ese instante cuando debemos reaccionar y aprender la lección que nos da la experiencia de lo vivido. Dentro de lo malo, siempre hay algo de bueno.